Cuatro años atrás AGALLOCH nos ofrecía Marrow of the Spirit, un disco tremendo, intenso, directo y emocionante. Hoy, tras un EP oscuro y extraño como lo fue Faustian Echoes, vuelven a la carga con su quinto álbum de estudio titulado “The Serpent and the Sphere” que a primera oída queda como algo fuera de cuadro; un álbum sin mucho que ofrecer salvo por algún que otro momento de éxtasis. Pero AGALLOCH no es una banda cualquiera. AGALLOCH necesita su tiempo. Es así que luego de escuchar el disco un par de veces las cosas comienzan a tomar otro color, el oído se empieza a adecuar y los matices comienzan a emerger.
La apertura con Birth and Death of the Pillars of Creation es simplemente brillante. El solitario sonar de 3 cuerdas de guitarra inmersas en un silencio sepulcral súbitamente derrumbado por el denso y arrollador estruendo de acordes pesados sobre un colchón coral, crea una sensación de desolación y angustia tremenda, digna del mejor doom. Y como si esto fuera poco, transcurridos los 4 minutos, la fantasmal voz de Haughm termina de pintar el cuadro creando una obra devastadora y asfixiante que recupera el aliento hacia el final dando paso al primero de 3 interludios acústicos. Serpents Caput, desde lo musical, contrasta totalmente con lo anterior y nos mete en un ambiente completamente diferente, donde reina la paz y la tranquilidad aunque no precisamente la belleza; un haz de luz en la negra densidad del alma en pena. The Astral Dialogue, es quizás el punto más alto del disco y una de las composiciones de tinte black mejor logradas por AGALLOCH hasta hoy. Un trabajo excelente desde lo vocal y donde se entremezclan pasajes de guitarras eléctricas y acústicas con una naturalidad envidiable. Anderson es, sin duda, uno de los mejores guitarristas de la escena actual y se evidencia con la capacidad que tiene para moverse tan fácilmente de un riff oscuro y frenético a un arpegio acústico y armónico sin que uno se dé cuenta exactamente en qué momento sucedió esto.
Los dos temas que siguen, Dark Matter Gods y Celestial Effigy, tienen un aire reminiscente a Pale Folklore mostrándonos como, a pesar de los cambios y el enorme crecimiento que ha mostrado esta agrupación, las raíces aún están ahí, presentes e inamovibles. Luego la cosa se mantiene más bien lineal y sin demasiado entusiasmo. Core Serpentis (The Sphere) y Serpents Cauda completan la tríada de composiciones acústicas mencionada anteriormente, separadas entre sí por Vales Beyond Dimension y Plateau of the Ages, dos temas con muchos elementos propios de AGALLOCH, pero que no tienen en sí nada que los haga sobresalir por sobre el resto de la grabación. Plateau of the Ages, en particular, es una muy linda composición instrumental de 12 minutos, muy bien lograda que decae un poco promediando su duración, pero levanta nuevamente y termina con un aire esperanzador y de tinte alegre con un ritmo más rockero y a medio tempo.
En síntesis, The Serpent and the Sphere, es un gran disco, pero a diferencia de sus predecesores no termina de convencer. Ojo, no me malinterpreten. Sigue siendo un disco digno de AGALLOS, pero, como dije al principio, AGALLOCH necesita tiempo y, quizás, a medida que lo vaya escuchando, nuevos elementos comiencen a aparecer y entonces las apreciaciones cambien y este se convierta también en otra obra maestra de una de las bandas más singulares que he escuchado.
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