Año: 2012 | País: Argentina | Sello: Beto Vazquez Music
Desde que armó su propia banda, siempre tuvo en claro el querer explotar musicalmente a través de géneros sinfónicos, y es, nada más ni nada menos, lo que el ex bajista de Nepal ha logrado. Esto es algo que no solo mantiene, sino que día a día el proyecto crece, no solo por la gran cantidad de invitados que van teniendo sus ediciones, sino también por lo que logran musicalmente. Parece mentira que desde un proyecto local, trabajado con mucho esfuerzo puedan reclutarse artistas internacionales y locales reconocidos, los que en conjunto, conforman la orquesta sinfónica denominada Beto Vazquez Infinity.
Lo primero que tengo que comentarte es que el disco fue editado en dos versiones, uno donde salen únicamente las canciones que son de su autoría, y, por otro lado, este, de edición limitada donde se incluye un disco extra que tributa grandes canciones de ayer de diversos géneros. Si debemos destacar de esta edición doble, la forma en la que viene presentada, su diseño y la cantidad de información detallada que posee del disco en sí, como ser: las letras, su autoría y el historial de los músicos participantes.
Yendo a la musical, como bien dije anteriormente, la está consolidada, es decir, posee miembros fijos y otros que se van sumando en cada interpretación y son muchos, creeme. Voces masculinas, voces femeninas, instrumentos convencionales y no tanto. Hacen de todo esto un disco que no es sencillo de analizar y sacar conclusiones. Así como todo el tiempo que a la banda le llevó editarlo, cierto emparentamiento esto tiene a la hora de analizarlo. “Within My Madness” es la que abre el larga duración, y arranca con una impronta power metalera como generalmente nos tiene acostumbrados la banda, donde aparte de destacarse las voces de Santiago Bürgi hay un gran trabajo detrás de los parches y teclados. Su velocidad y los cortes que posee ciertamente me recuerdan a bandas afines de la escena Europea. Con lo cual desde él vamos, sino te digo que es una banda Argentina, difícilmente les saques la ficha como quien dice. Las primeras voces femeninas aparecen en el segundo corte, “From The Silence” a cargo de Anja Orthodox (Closterkeller) que con su potente voz, lleva a otro plano parte de la rudeza y potencia que tiene la canción. Punto aparte para Beto, que parte de ser el bajista de la banda, oficia en muchos cortes con primera guitarra o guitarra rítmica, un lujo cuando hablamos de profesionales musicales poli funcionales.
Para “Threshold” también se da el lujo de reclutar a otra cantante del sexo femenino, como lo es Iliour Griften. Parejo el trabajo de la batería, bien marcado y claro. Quizás con lo que no quedé tan plenamente convencido fue con el sonido logrado en el tambor (redoblante), varía mucho de canción en canción, lo que no quiero decir está mal, pero no es uniforme el sonido logrado del mismo en toda la placa, quizás adrede, desconozco. “Soldiers Of Hope” de intro folk, es cantada por otra voz masculina. Nos estamos refiriendo al Darío Schmunk, que con su potentísima voz hace de una gran canción. Poderosa, de tonos inalcanzables y variaciones pocas veces escuchadas. No por cualquier cosa el muchacho aparte de formar parte del presente proyecto, dedica el tiempo de su vida a obras del estilo operísticas, las cuales creo traslada muy bien a nuestros géneros. Un lindo acople. Aparecen flautas, arreglos orquestales y todos esos condimentos que te puedas imaginar para que esto se defina como una verdadera orquesta de metal.
“Devil’s Vision”, pesada por cierto, de lo más potente del disco, tiene la capacidad de interactuar con más de una voz femenina, una un tanto más clásica y otra de arreglos del tipo dramático. Bien, linda conjugación. Ana María Barajas (Nova Orbis) y Chiara Malvestiti (Crysalys) lideran las voces. Lucas Silva Sapia, a través de los sonidos de su violín da inicio a “Stagnant Waters II” siendo este el único músico invitado en la interpretación. Canción de medio tiempo, revitalizada por muy buenos solos y lindos arreglos de teclado, que desde el fondo le otorgan una muy linda frescura a la canción. En una situación similar nos sitúa “Goddess Of The Sea” donde Jessica Lehto, la compañera de Santiago en las voces desarrolla un trabajo espléndido, una melodía vocal muy agradable para nuestros oídos. De esta manera dan con una versión bien power, clásica, pero que nunca se desprende del aura del proyecto. “Again” el dato relevante que posee quizás sea que en la misma participa Pablo Soler, el reconocido guitarrista Argentino, quién le imprime su sello, no solo en los arreglos, sino también en los solos, que conjugados con las voces de Darío y Markus Prompt, hacen de una versión distinta a lo que se respira en el resto del disco. Magdalena Lee, la cantante de Tears Of Magdalena hace su aparición en “Xarax”, dando todo de sí, bien acorde a su estilo, en la que no titubea en demostrar todas sus capacidades vocales. Es la canción del álbum que me llevó a respirar algún que otro aire escandinavo. Para el cierre del disco, la homónima “Beyond Space Without Limits” entendida por mí, como la gema integradora del disco, donde no solo interactúan varios instrumentos, sino que tiene un poco de todos los pasajes por el cual el disco nos transportó. Cuestiones barrocas, folks, power, voces femeninas, voces masculinas (del tipo operísticas y tradicionales), relatos, percusiones, sonidos acústicos y demás detalles, que hacen, de una más que lograda versión para cerrar el nuevo disco. Las al menos diez partes en las que está dividida la canción, que dicho sea de paso, cada una posee un nombre, representan individualmente muy bien el liderazgo de cada músico cuando le toca participar; eso me llevo y entiendo lo lograron.
El disco dos de la edición es un compendio de canciones consagradas del ayer, que la banda las lleva a su propio estilo, como debe ser, bien tributado y mostrándonos que las versiones originales pueden ser transportadas a otra esfera sin perder la mística. No me quedo con alguna en particular, al contrario, de todas las escuchadas encontré algo siempre llamativo. Particularmente me gusta ver cuando las bandas expresan sus sentimientos a través de este tipo de obras. También creo que tuvieron la más que suficiente capacidad para poder pasearse por muchos géneros y transportarlos al propio estilo. La tarea por delante no era nada fácil, ya que de base hay hard rock, metal progresivo, heavy metal, thrash metal, entre otros, con lo cual no es nada fácil armar de todo esto un tributo, más que digno por cierto. Bastará que el oyente lo escuche y saque sus propias conclusiones, como suele suceder en situaciones de este tipo, tan personales. Yo por lo pronto me siento orgulloso de que existan bandas como BVI, que tienen esa impronta de que si no te dicen de donde es, tranquilamente cuentan con la suficiente capacidad de pelearle a cualquier artista reconocido internacionalmente. Así es, que este ambicioso y desafiante proyecto, que cuenta con más de una veintena de integrantes, ojalá tengan la chance de poder llevar esta realidad no solo a distintos puntos de país, sino más aún, apuntar a que este producto sudamericano -a lo que el “Beto” denominó inicialmente como una “locura”- sea capaz de combatir a cualquier emblema mundial del género.
Lista de temas:
Disco 1: Beyond Space Without Limits
01. Within My Madness
02. From The Silence
03. Threshold
04. Soldiers Of Hope
05. Devil’s Vision
06. Stagnant Waters II
07. Goddess Of The Sea
08. Again
09. Xarax
10. Beyond Space Without Limits
Disco 2: Tribute To The Music Vol. 1
01. Rainbow In The Dark (DIO)
02. Breathe (Pink Floyd)
03. Living Loving Maid (She’s Just A Woman) (Led Zeppelin)
04. Flight Of Icarus (Iron Maiden)
05. Hole In The Sky (Black Sabbath)
06. Here I Go Again (Whitesnake)
07. Hollow Years (Dream Theater)
08. Holy Wars…The Punishment Due (Megadeth)
Se agradece a Beto Vázquez por el disco.
Autor: Hernán Mazón