Death N’ Roll se escribe con E mayúscula
Muchos años pasaron, muchos rumores corrieron y mucha expectativa se generó con el correr de los años en referencia a la llegada de la banda. La cuestión es que finalmente se pudo concretar la visita de los padres, para la ocasión renombrados, del death metal n’ roll. Bajo este contexto, fue de cita obligada para nuestro medio de prensa, dar con la primer visita oficial a la Argentina de este combinado denominado ENTOMBED A.D. Recordemos que hace unos años atrás, la formación original de ENTOMBED estaba por llegar a nuestras tierras y esto nunca sucedió. Desde ese mismo momento, entre bronca e impotencia, muchos de sus seguidores bajaron los brazos, más aún cuando la banda se declaró en “stand-by”. Fue así que con el correr del tiempo el que no los bajó, fue el mismísimo Lars-Göran Petrov (miembro fundador), quién decidió seguir haciendo ruido, y lo hizo a través de este revitalizado ADN llamado “A.D.”. Nos recibió un caldeado y ansioso Uniclub, que no solo le abriría las puertas a los suecos, sino también a la merecida performance soporte de los argentinos de AVERNAL, death n’ roller’s por excelencia y porque no, hijos adoptivos de la mítica podrida banda oriunda de Estocolmo.
Desde temprano, a la hora pactada, sería justamente AVERNAL, la banda encargada de abrir las puertas al banquete. Por si no sabías, el quinteto ha sufrido la perdida de algunos de sus integrantes, pero a la vez la incorporación de otros. Es así que conformados en la actualidad por Cristian Rodríguez (voz, también en THE KILLING y FINDUMONDE), Fede Averno (guitarra, THE KILLING) y Germán Rodríguez (batería) se les han sumado a sus filas el guitarrista Sebastián Barrionuevo (THE KILLING, FINDUMONDE, ex JESUS MARTYR) y Francisco Cañardo (UNDERMINE y VIL MURRA) en bajo. Muchas veces suele suceder que ante cambios bruscos de formación, y más aún cuando es más de un miembro el que se va de la banda, resulta difícil recomponerse. Pero la realidad indica que no fue el caso de AVERNAL. Incluyendo viejos conocidos a las filas, quizás todo sea más fácil. Con lo cual, si bien había tenido la chance de ver a la banda en otras oportunidades con esta formación, puedo certificar que la banda no desentona y goza de muy buena salud. Hay indicios de que en cualquier momento podríamos tener un nuevo larga duración entre nuestras manos, pero a la fecha se reservan de mostrar esas posibles piezas que formarían ese engranaje. Dado que no han sacado disco nuevo desde el año 2011, durante la presentación, se dedicaron a recorrer su basta discografía (seis discos editados), reviviendo alguna que otra vieja proeza de antaño.
Fue así que en un poco más de media hora, se despacharon con canciones como: “La tormenta después de la calma”, “La espada sin cabeza”, “El ídolo traidor”, “Catalepsia”, “Cloaca del mundo”, “Éxodo”, “Condenado al olvido” y “La resurrección”. Durante su performance gozaron de muy buen sonido, situación a la que nos tiene acostumbrados últimamente la gente de la organización, que si vamos al caso, bien necesaria es en un grupo de este estilo tan en particular, donde las distorsiones y la conjunción entre graves y agudos es sumamente importante. Fue así, que de muy pocas palabras sobre el escenario, se retiraron, probablemente sabiendo y entendiendo, que los premios en la vida no llegan por que si, y que hay remar en busca de ellos. Los frutos de su trayectoria lo indican y por si no te queda claro, hijos adoptivos argentinos de la “E” hay solo uno, y merecidamente se llaman AVERNAL.
Un parate de más de media hora, calor, alcohol, humo y otras yerbas, serían la antesala de un ya a esta altura estallado Uniclub. Pero que importaba todo, si más de uno estaba cumpliendo un sueño de poder ver a un equipo como ENTOMBED A.D., que si bien no son justamente los originales ENTOMBED, una relación muy próxima a la realidad explica serlo. Con lo cual, no se si te pasó a vos alguna vez, pero cuando existen uniones y desuniones en las grandes bandas, uno no siempre suele sentirse cómodo con la remodelación de la formación y el repertorio que hacen. Por eso, la banda conformada con Petrov a la cabeza nunca me hizo pensar en que estaba yendo a ver a un “A.D.”, sino que conocería a ENTOMBED en vivo. Más allá de esto, convengamos que aparte del líder, la banda cuenta entre sus filas con otros miembros ex ENTOMBED como Olle Dahlstedt en batería, Nico Elgstrand en las seis cuerdas y Victor Brandt en las cuatro. Entonces decime, ¿bajo este combinado, no sentiste que estabas viendo a los míticos suecos? bueno, yo si. Podrás hablar de ausencias emblemáticas como la de Alex Hellid pero atrás hoy queda eso y más aún si hablamos de una banda que redobla esfuerzos armando un setlist con más del 75% de los históricos citados y tan solo tres canciones de su nuevo disco, reforzando más aún, la idea de la primer visita.
Fue así que con la sobrada excusa de la llegada del cuarteto con su reciente disco denominado “Back To The Front” fue un recital que superó el término válido. Y fue a través del mismo disco y la intro generadora de ansiedad de “Pandemic Rage” que dirían acá estamos ante un público ya sacado. Y la realidad indicó que la banda no dejo bache de silencio y agite, entregaron todo. De movida la cita diría presente con clásicos “cover’s” como “I For An Eye” de “Morning Star” (2001). Claro que no se podían ir sin reivindicar el alma del primer larga duración de los históricos como “Left Hand Path” (1990) y lo hicieron justamente inicialmente con “Revel In Flesh” para después más adelante ejecutar otra de las nuevas como “Second To None”.
El mítico álbum, y porque no, el que los llevó a ser reconocidos como tal, “Wolverine Blues”, dijo presente a través de “Eyemaster” como también fue el turno de “Stranger Aeons”. El concierto fue variando sus decibles y nunca mermó su estado físico, de hecho, a algún punto más extremo llegaron cuando sonaron canciones como “Living Dead”, “Out Of Hand” o bien como la poderosísima y poguera “Chaos Breed”. Ya para la altura del show había una serie de cuestiones que eran relevantes y que se destacaban por el resto de lo que todo el contexto ofrecía. Y sinceramente, era superlativo ver como un tipo a los 43 años de edad, arenga y agita como Lars. Se ríe, hace bromas, escupe al cielo como una ballena y le importa tres pitos si la gente se sube al escenario, si lo abrazan o si se tiran al medio del pogo para romperse la cabeza. Les tiraron los pies de los micrófonos, les desconectaron cables, les pisaron las pedaleras, y el tipo, dueño con mayúscula del micrófono no dijo ni “mu”. Cuestión que se destaca, ya que en otro show, hubiese sido parado, pero todo siguió en pie con canciones como “Crawl”, donde probablemente más de uno perdió una pieza dental.
Los nueve discos de estudio ya editados invitaban a que la banda siga recorriendo y tributando los mismos. Para la ocasión daban continuidad con el clásico “Wolverine Blues”, al que la gente no paro de cantar y poguear. Y como no van a volar latas de birra por el aire, como no se van a matar tirándose desde arriba del escenario si la adrenalina contenida durante años estaba siendo eliminada a flor de piel. Y creo que los músicos lo vivieron así, disfrutaron en todo momento con los presentes. Pero bueno, fue así que la vuelta al disco que los tiene de gira, lo hicieron a través de una clara y precisa ejecución de “The Underminer” al cual empalmaron con otro clásico cover como “Left Hand Path”.
Descanso merecido para los suecos durante unos minutos y llegó el momento de los clásicos “bises”, con una canción mejor que otra, donde probablemente más de uno de los presentes debe haber necesitado algún tipo de atención médica ósea. Y refuerzo esta premisa, ya que se despacharon con canciones que si bien era casi seguro que las tocaran, lo hicieron. A tal fin dijeron adiós con emblemas como: “Chief Rebel Angel”, “Supposed To Rot”, “Damn Deal Done” y “Serpent Speech”. Por otro lado, podemos concluir que si bien la banda ha perdido a Johan Jansson, suenan muy bien con una sola guitarra, la que posee efectos de distorsión pocas veces escuchados y un bajo que conjuga muchas veces también con esos efectos, otorgándole a la banda una estructura muy contundente. Con lo cual, Petrov no está se encuentra solo y creo halla en estos músicos lo que estaba buscando, que es ni más ni menos que nada del pasado sea historia, adaptándose a la realidad que los rodea.
Y si se brindó durante el show, yo les diría que sigan brindando. ENTOMBED A.D. no es ni más ni menos que una válida reencarnación de la banda sin la sigla, que va al frente y merecido tributo hacen del pasado. Está bueno que se jueguen y recorran esta parte del mundo que nunca los vio, como también está bueno entender que hayan productores que se jueguen por traer bandas de las cuales no van a llegar a hacerse millonarios. Pero si de cumplir más de un sueño se trata, como el de AVERNAL y el de todos los presentes, a las pruebas vividas me remito.
Texto: Hernán Mazón
Fotografía: Sebas Michia
Agradecemos a Favio Flores, responsable de Noiseground, por la acreditación al evento.