ONE, TWO, BIG, FOUR! En los muy tempranos ‘80s y luego de un fugaz paso por METALLICA, el guitarrista Dave Mustaine crea MEGADETH junto a, quien sería su coequiper durante muchos años, el bajista David Ellefson. Mustaine estaba listo para aportar su propia visión dentro del incipiente movimiento thrash metal y dió comienzo a una banda considerada entre las cuatro más grandes del subgénero, junto con la antes mencionada METALLICA, además de SLAYER y ANTHRAX.
Lo del Big Four del thrash metal no es un dato menor: habla de la importancia de estas agrupaciones, teniendo en cuenta otras muchas de gran calidad y trayectoria. Incluso algunas contemporáneas y también parte de esa génesis, tales como los casos de EXODUS y TESTAMENT, por nombrar algunas.
En cuanto al perfil lírico, MEGADETH se ha inclinado fuertemente por el mensaje crítico en cuanto al establishment político, la hipocresía y corrupción de las elites que gobiernan el mundo y las religiones, como así también la crueldad y sinsentido de las guerras… sin obviar tampoco otros tópicos relacionados con el thrash como historias fantásticas y/o de terror.
En cuanto al personal que ha integrado la agrupación a lo largo de los años, la lista es extensa, ya que fuera del gran guitarrista, compositor y líder, ni siquiera su bajista y ladero incondicional estuvo a salvo de quedar fuera. Así que por una cuestión lógica solo nos remitiremos casi exclusivamente a quienes participaron de los álbumes que mencionaremos como los principales… que si bien su elección es una opinión personal, al menos estará fundamentada y… no diré más nada sin la presencia de mi abogado. Aquí vamos.
1. Rust In Peace (1990):
Obra cumbre por excelencia, y no únicamente hablando de MEGADETH… y ni siquiera remitiéndonos solamente al thrash metal, el cuarto trabajo de la banda deja atrás los años del caos interno que boicoteaba sus propias producciones y se erige en un mojón dentro de la historia del género pesado. Al tándem Mustaine/Ellefson se suman dos músicos de un nivel técnico de excepción, como lo fueron el eximio guitarrista Marty Friedman y el técnicamente exquisito baterista Nick Menza, lamentablemente fallecido en 2016. Este trabajo reúne la fuerza y agresividad propias de la agrupación con un nivel de sofisticación y prolijidad impecables y que en nada suavizan la propuesta, más bien logran darle una mejor dirección y contundencia ¿canciones? Da lo mismo decir Holy Wars… The Punishment Due, Take No Prisoners, Lucretia o la (también) magnífica Five Magics. De escucha obligatoria.
2. Peace Sells… But Who’s Buying? (1986):
El segundo trabajo de la banda tomó la agresividad y salvajismo de su debut Killing Is My Business… And Business Is Good y gracias a una mejor dirección musical y producción logró plasmar un álbum híper sólido y contundente hasta lo brutal. Con Chris Poland en guitarras y Gar Samuelson en batería sumándose a Mustaine y Ellefson Megadeth logró un lanzamiento con ocho canciones viscerales, complejas y que marcarían su perfil compositivo: profusión de riffs letales en cada canción, momentos de machaques aplastantes, velocidad demencial y duetos de guitarras adrenalíticos acompañando las líricas ácidas en voces agresivas. Una de las piedras basales en las que se sostuvo el nuevo subgénero. El título que da nombre al álbum (de furiosa heavy rotation en MTV en su momento) es una buena muestra de lo que uno se encontrará dentro. Una vez decididos, los primeros traks Wake Up Dead y The Conjuring resultan en dos golpes letales al oyente desprevenido. Una oda a la catarsis.
3. Countdown To Extinction (1992):
Cuesta elegir un álbum fuera de los dos indiscutibles ya mencionados. Algunos por una cuestión de calidad, sin ser necesariamente malos, se perfilan para el descarte. Pero con los otros ya entran a tallar pareceres y gustos personales y solo restan los motivos en los que uno elija enfocarse ¿detalles que inclinaron la balanza hacia Countdown To Extinction? Que si bien mantiene el dream team de Rust In Peace, y logra esa calidad interpretativa de amplio registro armónico/musical, resulta en un lanzamiento más cancionero, compacto y accesible que llegó incluso a un público no habituado al metal. Que resuene en nuestros oídos Megadeth/Megadeth cada vez que escuchamos la base de Symphony Of Destruction le suma un componente emocional que se entenderá, no podemos dejar fuera. Pero no solo eso, lo simple y efectivo de Skin O’ My Teeth, Architecture Of Aggression, Foreclosure Of A Dream o la canción que da título al trabajo resultan en composiciones que funcionan tanto para los seguidores de la banda como los que no lo son. Disfrutable de principio a fin, y sirvió además para sostener el muy buen momento de MEGADETH.
Bonus track: The Sick, The Dying… And The Dead! (2022):
Una verdadera sorpresa. Habían pasado seis años desde el último álbum en estudio, Dystopia, se había producido la impensada y escandalosa salida de David Ellefson y la banda se volvía a encontrar en un confuso caos en cuanto a planes futuros y nombres que serían de la partida. Nada nuevo bajo el sol, pero a esa altura, con un Mustaine que venía de superar graves problemas de salud, cualquier cosa podía suceder. Y lo que sucedió fue la salida de este trabajo potente, agresivo, impecablemente ejecutado e integrado por un listado de canciones de una calidad que parecían desmentir los vaivenes internos. Un inspirado Dave Mustaine en la voz, guitarras y composición más la participación explosiva de Kiko Loureiro en la otra viola, el técnicamente sólido baterista Dirk Verbeuren y la sorprendente regrabación de las originales líneas de bajo de Ellefson a cargo del enorme Steve Di Giorgio (en la gira ocuparía su puesto James LoMenzo). Catorce tracks muy parejos en cuanto a calidad y dirección, de los cuales podríamos nombrar la furiosa We’ll Be Back, la más rockera This Planet’s On Fire (Burn In Hell) con la colaboración de Sammy Hagar en voz o la adrenalítica Night Stalkers, con el aporte del rapero Ice-T… pero básicamente cualquiera de las canciones sirve como muestra.
El futuro próximo parece traer consigo el capítulo final de la historia de MEGADETH: un nuevo álbum anunciado como el último y una gira mundial que, según se anticipa, marcaría su despedida de los escenarios. ¿Será realmente el cierre definitivo? Con Mustaine nunca se sabe: su carrera ha sido un constante renacer entre tormentas personales, cambios de formación y la férrea determinación de mantenerse en pie. Lo que sí es indiscutible es que, cuando hablamos de MEGADETH, hablamos de una de las piedras angulares del thrash metal y de la música pesada en general. Su legado ya está escrito en acero, más allá de si esta vez se baja el telón para siempre o si aún queda un bis sorpresa. Mientras tanto, lo único seguro es que la cita será ineludible en nuestro país. Allí estaremos, testigos del cierre de una era… o del inicio de otro inesperado capítulo apoyando al colorado con ese signo nuestro que se ha vuelto global: “Megadeth, Megadeth…aguante Megadeth“
Muy buenas palabras para resumir lo que son estas grandes obras de una piedra angular del thrash como Megadeth. Se espera con ansias el disco nuevo, aunque con algo de tristeza por ser el final.