Suele suceder muchas veces que el desempeño de una banda en estudio puede verse reflejada en una presentación en vivo, con todo lo que eso implica. Bueno, desde mi punto de vista, este no fue el caso de KAMELOT la pasada noche metalera celebrada en el Teatro Vorterix. La historia es larga, pero tengo que decirles que me dejó una sensación de vacío bastante grande el evento en todo contexto concluido el show. La realidad indica que llegué muy motivado y con ganas de ver esas grandes producciones de estudio, pero a decir verdad sentí sabor a poco. Para colmo de males el setlist elegido no fue de lo más rico y jugoso si miramos la historia de la banda, con lo cual si a los hechos me dicen que me remita, sinceramente esperaba más de esta visita a través de su “Haven Revolution Tour”. Así todo obviamente que existieron cosas para destacar desde el punto de vista bueno, pero en definitiva fue en un show que tuvo su lado A y su lado B.
Primer punto, el sonido: muy flojo. Una banda con la plataforma de KAMELOT lo necesita y en recontra buena forma. Capacidades a sus músicos les sobran en este sentido; de hecho los pergaminos que poseen individualmente o bien a través de desempeños en otras bandas, indican que esto es así. Pero bueno, la cuestión es que la suma de factores no colaboró en el producto final. Por una situación similar pasaron las bandas soportes, las cuales también tuvieron que pecharla para sonar, pero bueno, al fin y al cabo son cuestiones que suelen suceder con cierta recurrencia y no nos alarmamos por eso, a pesar de que personalmente esperaba mucho más de la performance en todo contexto como anteriormente destaqué.
Y si bien tampoco nunca los había visto en vivo, en estudio KAMELOT termina siendo una banda poseedora de una gran personalidad, pero que de acuerdo al vivido, poco de eso sentí que me hayan dejado. Por momentos se transformaron en una banda más de la historia power metalera progresiva mundial y no mucho más. Ojo, tampoco digo que no reivindiquen esa personalidad, pero muchos de los sonidos logrados en estudio, los cuales en definitiva rellenan un montón la propuesta, no sentí que hayan sido logrados adecuadamente en vivo. Ante las posibles dudas suscitadas de antemano llegaron con Alissa White-Gluz (ARCH ENEMY) y su performance tampoco fue una locura. Al contrario, le dieron participación en escasos temas, cuestión que como banda yo me replantearía en traer a un integrante más solo para que ingrese a cantar y hacer coros en cuatro o cinco canciones, indistintamente si son en las únicas que participa originalmente. Se podría tranquilamente improvisar, o mejor dicho mostrar algo innovador en vivo y tampoco lo hicieron.
Así todo poseen como banda una onda infernal y se puede evidenciar claramente una entrega enorme todos. Partiendo de su cantante Tommy Karevik, quién aparte de cantar muy bien, le mete toda la onda y demuestra una interesante destreza al cantar las canciones más antiguas de la banda. Por otro lado Sean Tibbetts acompaña con sus locuras, las cuales no faltaron. No sólo le mete onda sino que también a fuerza de muecas no para de reírse y arengar. Por su lado Oliver Palotai marca un impronta importante dentro del seno del grupo en vivo, a pesar de cómo los comenté su teclado no se oía como nos hubiese gustado. Así todo pasado show ejecutó un breve solo, algo más o menos parecido al trabajo realizado en solitario por Casey Grillo. Y si de líderes individuales de la historia en vivo no se van a sorprender si les digo que Thomas Youngblood es quién se lleva los laureles. El tipo no solo toca, sino es quién le da el eje a esta gran banda siendo que lo mucho que el resto ejecuta es comandado por sus seis virtuosas cuerdas. Se hizo valer y dejó claramente en evidencia quién es el mentor, ideólogo y cráneo candente de KAMELOT.
En cuanto a la propuesta musical, repasaron el nuevo álbum, dando la estocada inicial con “Veil of Elysium” y realizaron alrededor de cinco canciones más. “Silverthorn” sería el disco que le seguiría en cantidad de canciones y después se dedicarían a realizar un picado, donde en definitiva las más notables serían “The Great Pandemonium”, “Karma”, “March of Mephisto”, “Forever” y el cierre con “Sacrimony”. Fue una hora cuarenta de show y lo recontra valoro, aunque no dejo de pensar que si la banda hubiese sonado bien mi escrito sería completamente distinto. Desconozco donde pueden estar las fallas, pero si a los hechos me remito no es definitivamente una banda para que en vivo tenga este tipo de problemas, que a lo único que llevan es a deslucir todo lo que se pueda dejar físicamente. Insisto que la película poco tiene que ver con ellos como músicos. Ojalá que vuelvan pronto y puedan redimirse. Así todo sus seguidores más acérrimos lo disfrutaron igual, al fin y al cabo es lo que más importa…¿o no?
Texto: Hernán Mazón
Fotografía: Maru Debiassi
Agradecemos a Juan Manuel Acuña de HP Prensa por la acreditación al evento. | © METAL-DAZE.com | Todos los Derechos Reservados | Facebook | Twitter |
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