Fecha: Jueves 2 de Marzo | Hora: 21.00 hs. | Ciudad: C.A.B.A. | Lugar: Uniclub| Bandas Invitadas: CATACOMB – INORGANIC
A pesar de que por motivos personales esta primera visita de PERSEFONE no contó con su formación oficial (el vocalista Marc Martins Pia fue reemplazado por el español Daniel “Kheryon” Jimeno de la banda española ETERNAL STORM, lo que significó a priori una baja sensible y además el bajista Toni Mestre Coy no vino ni tuvo reemplazante); la sensación es que más allá de las circunstancias, el grupo pudo ofrecer algo de su particular mezcla entre, metal progresivo, death metal técnico y cierta cuestión espiritual – filosófica que atraviesa a la mayoría de sus canciones.
Precisamente, tal vez por no incluir el bajo como soporte de la base rítmica, el comienzo del set de los oriundos de Andorra (país extraño si hablamos de metal) empezó con un volumen demasiado exagerado en las guitarras de Carlos Lozano Quintanilla, Filipe Baldaia y en especial en los teclados de Miguel Espinosa, quien fue el encargado de darle la impronta melancólica y melódica a los momentos más extremos y guturales de la voz de Jimeno, un vocalista con el suficiente oficio para no generar ninguna situación dubitativa en la propuesta general del grupo y, al mismo tiempo, conocedor de las canciones que le tocó interpretar (obviamente cumpliendo la función de aportar las voces guturales pero además invitando a corear las voces limpias ejecutadas por Miguel Espinosa detrás de los teclados).
En vivo, la propuesta de PERSEFONE intentó por sobre todas las cosas mostrar la variedad sonora de un grupo que tiene como principal objetivo dar cuenta de los matices que tiene su música. El inicio con “Flying Sea Dragons” y “Mind as Universe” dos canciones no casualmente pertenecientes a “Spiritual Migration”, tal vez el disco más elogiado del grupo, fueron claramente en este sentido. En la primera, la presencia de teclados, se mezcló con los breakdowns y con los momentos extremos. En la segunda, el grupo dio rienda suelta a los momentos más melódicos pero sin dejar jamás de encauzar esos mismos momentos hacia atmósferas en donde el death metal melódico cobró protagonismo. En este punto tal vez estuvo el aspecto más sorprendente de un grupo, capaz de ejecutar las canciones con una perfección técnica imposible (increíble el nivel de precisión de las dos guitarras para ejecutar melodías y riffs matemáticos) pero que al mismo tiempo mostró en vivo una dinámica propia de una banda de metalcore en cuanto a dinámica y movimiento escénico.
Precisamente desde el punto técnico, canciones como “Prision Skin” dieron cuenta de la habilidad extrema del grupo para coordinar los vaivenes musicales de la propuesta, construyendo momentos dramáticos y luminosos por partes iguales algo que “Merkabah” transformó en una sonoridad cercana al groove metal en donde los ritmos lentos se contrastaron con las explosiones sonores. Promediando el show “The Great Reality” y “Spiritual Migration” fueron dos de los momentos más intensos del set. La primera por mostrar una interesante mezcla de sonidos en donde cierta atmósfera épica y melancólica (gran aporte nuevamente de Miguel Espinosa desde las voces) rápidamente tuvo un machaque thrasher sostenido en una melodía bien ganchera. La segunda, trajo como curiosidad que en el medio de las canción los dos guitarristas Carlos Lozano Quintanilla y Filipe Baldaia se arrodillaron frente al público y realizaron una breve meditación mientras los teclados y la batería monopolizaban el ambiente, dando la pauta de la importancia que tiene las cuestión trascendental para el grupo. Luego, el instrumental “Cosmic Walkers” enganchado, sin ningún tipo de preaviso, sirvió para cerrar el momento más “meditativo” del grupo con referencias a la música oriental y a las melodías árabes entre las sonoridades.
La versión grabada de “Metanoia” (que da nombre al disco de los andorranos y que incluye la voz de Einar Solberg de los noruegos LEPROUS), fue la que dio inicio a la última parte del show en donde hubo momentos hiper pesados (la brutal “Fall to Rise” de la primera época de la banda), que contrastada con canciones como “Katabasis” el corte del último disco del grupo y el ya mencionado “Metanoia” , mostraron la evolución de un grupo que a lo largo de su discografía fue puliendo su sonido tanto desde el punto de vista melódico como extremo. “Aathma: Part III. One With the Light” que finalmente terminó con “Aathma: Part IV…” sonando con una pista pregrabada tuvo un momento especial que acercó a la banda a un Uniclub a medio llenar, pero que se mostró muy receptivo cuando Daniel Jimeno pidió algún pogo circular para los momentos más extremos de algunas de las canciones. “Somos familia” dijo el cantante mientras los dos guitarristas se bajaban a tocar las últimas notas entre el público en una demostración de pericia instrumental y buena onda no tan frecuente. Despedida de los escenarios y la sensación de que ver a los andorranos tal vez haya sido una oportunidad única para ellos y para nosotros. Ambos, público y banda se fueron contentos de haberla tenido. Veremos si el futuro trae a una banda que seguramente seguirá creciendo, devuelta a la argentina.