Fecha: Domingo 19 de Marzo de 2023 | Hora: 21: 30 hs. | Lugar: El Teatrito | Bandas soportes: CULTO, NUCLEAR SATHAN y MATAN S.A.
Mientras iba acercándome a El Teatrito no pude dejar de notar algo que en los últimos shows allí no había sucedido, al menos no en esta escala, porque si bien no llegué MUY temprano faltaba aún bastante para la apertura de las puertas, y la nutrida cola de asistentes no solo cubría los 50 metros hasta la esquina del lugar, sino que se extendía otro tanto (y un poco más también) sobre Av. Callao. Esto hablaba a las claras sobre las expectativas que generaba la visita de MAYHEM a Buenos Aires y la muy buena selección de bandas teloneras.
Sobre la vestimenta general del público, si en el show de ANGRA hace unas semanas atrás mencioné que la ropa oscura primaba por sobre las otras tonalidades, no es exagerado decir que el look Total Black fue tendencia exclusiva en esta velada, ya que el color negro solo se veía interrumpido esporádicamente por los blancos maquillajes de algunos asistentes lookeados. Disculpado queda el local por la demora a la hora de habilitar las puertas y dar comienzo al show ya que, por lo que pude escuchar entre los técnicos de sonido que allí operaban, esta se originó en un problema con el suministro de energía eléctrica, mal que asoló CABA y varios puntos más del país en esos días de calor infernal.
Abrieron la noche los salteños CULTO. Este cuarteto liderado por Darkheim en voz y guitarra tiene como alternativas la formación que se completa con bajo, batería y guitarra, o bajo, batería y teclados; esta última fue la que salió a escena para desplegar un black metal furioso, de pocos momentos a medio tiempo y mucho blast beats en la batería, todo en función de canciones crudas y muy directas como “Poseídos” o “Mesías” donde el agudo growling de Darkheim era protagonista.
Apenas finalizada su presentación y antes que subiera la siguiente banda tuve oportunidad de interceptar al bajista y, con el tino y suerte que me caracterizan, obtener este testimonio:
MD: -Lea ¿Qué te significa a vos venir a Buenos Aires y tocar junto a estas bandas?
Lea: -Ante todo quiero aclarar algo: yo soy de Buenos Aires (*). Los otros muchachos sí son de la provincia de Salta, les estoy haciendo la gamba porque su bajista no pudo venir. Hace una semana que están parando en mi casa para preparar los temas conmigo y… nada, están súper contentos, bah, yo también, de poder telonear a MAYHEM.
MD: -Muchas gracias, Lea.
Lea: -Muchas gracias, saludos a todos en METAL DAZE ¡Y que sea metal!!!!
(*): ¡¡LCDLL!!
Luego siguieron los NUCLEAR SATHAN, un quinteto igualmente oscuro y apocalíptico que la banda apertura, pero con una propuesta algo más elaborada instrumentalmente (siempre hablando de estilos y no como valoración de calidad). Maquillados, al igual que los integrantes de los otros tres grupos, mostraron su black metal que pudo tener un mejor sonido, al igual que las demás agrupaciones, pero que no empañó para nada tan negra fiesta que se vivió.
Apenas terminada su actuación pude, con bastante esfuerzo dada la gran cantidad de gente que había en el lugar, charlar unos minutos con el gran Marcelo Pérez Schneider, bajista y líder de la excelente banda de metal progresivo PRESTO VIVACE. Hablamos un poco de los cambios en la formación que ha tenido el grupo y quedó hecha la invitación para, dentro de poco tiempo, reseñar su nuevo material, realizar una entrevista, asistir a un próximo show y todas esas cosas que hace (y tan bien) un medio como METAL DAZE.
No hubo mucho tiempo para la charla, porque la demora de la que hablé al principio hacía que los tiempos entre banda y banda se acortaran para compensar.
El sexteto MATAN S.A. (voz, bata, bajo, dos guitarras y un sexto integrante a cargo de secuenciadores/sintes) más cercano el Death Metal que al Black que se venía escuchando tuvieron una performance brutal, que nada tuvo que envidiarle a cualquiera de los grupos con los que compartió la fecha. El growling de las voces se ponía más grave con el correr de las agrupaciones, a la vez que el mayor desarrollo musical de los temas iba en aumento, algo notorio en “Los odio” por ejemplo. Lo que no cambió en ningún momento fue la velocidad de las canciones, únicamente superada por los vasos de cerveza que se despachaban desde la barra, en lo que se podía definir como un furibundo blast beer.
Con el correr de los minutos el público pasó de esperar tranquilamente la aparición de la banda principal a pedir a gritos la presencia de esta. Finalmente, con casi una hora de diferencia respecto al horario pautado los MAYHEM tomaron el escenario por asalto. Ahí se terminó de desatar la locura. La agrupación comenzó la descarga de sus canciones sin muchos preámbulos. Pasó un buen rato hasta que Attila saludó con un estruendoso: –¡Buenas fuckin’ noches, Buenos Aires!!!! Salutación que fue estruendosamente retribuida por el público, que no dejaba de mover las cabezas y cantar todos los temas. Obviamente era una noche histórica para muchos y, al calor de lo hecho por los actos soportes, las almas estaban en llamas. Todos maquillados y con ropajes a tono de su propuesta lanzaban uno tras otro los temas casi sin dar respiro. El vocalista estuvo con un atuendo con capucha, cual sacerdote oscuro, que recién hacia el final del concierto se quitó. Con un agresivo manejo de escena, munido el micrófono en una mano y una cruz de huesos en la otra; unas veces al derecho, otras invertida (si es que existe eso… pero bueh, es una discusión para otro momento).
“Falsified and hated” dio comienzo a la presentación y fue el puntapié ideal para una verdadera catarsis musical, a la que se le sumaron composiciones del repertorio habitual de MAYHEM como “My death”, “Deathcrush”, “Symbols of bloodswords”, “Freezing moon” y varias más hasta llegar al cierre con “Pure Fucking Armageddon”. El grupo sonaba afiladísimo, potente, con una base musical sólida y un tándem de guitarras y voz bien al frente.
La gente deliraba. Fue a ver un show oscuramente adrenalítico y las cuatro bandas lo dieron. Los grupos nóveles esperaban tocar para una gran concurrencia a la que mostrar lo suyo, las de más trayectoria una asistencia que validara sus laureles y así sucedió. Había una gran energía que bajaba del escenario y que volvía, El Teatrito explotó de público y música.
Una noche de líricas siniestras, composiciones oscuras y un público a tono… una noche total black.
