DARK TRANQUILLITY en vivo en Argentina: “Representativos de lo melódico”


El pasado 22 de Enero de 2014, DARK TRANQUILLITY, la banda más representativa del Death Metal Melódico o sonido de Gotemburgo, se presentó por tercera vez en Buenos Aires.

20 años han pasado ya desde el primer trabajo de los suecos y no han sido en vano. A lo largo de estas dos décadas y 9 álbumes la banda ha sabido afianzar su sonido a la vez que se adaptó a las nuevas tendencias sin abandonar su raíz. Con una elegancia y una madurez excepcionales, los suecos han logrado una calidad compositiva y un sonido casi Hi-Fi, al igual que otras pocas bandas como OPETH o KATATONIA,  que los destaca del montón y los eleva varios escalones.

Esto pudimos presenciarlo en sus 3 presentaciones en nuestro país. En esta ocasión, si bien fue un gran show, hubo elementos que no le permitieron estar a la altura de sus otras presentaciones en  Bs As.

A cierta altura de la carrera de una banda resulta difícil armar una lista de temas que incluya toda su obra; 9 discos en el haber ilustran perfectamente el caso. Sin embargo, DARK TRANQUILLITY siempre ha sido capaz de presentar su último trabajo sin dejar afuera aquellas grandes obras que han sabido hacerse su lugar a lo largo del tiempo y esta vez no ha sido la excepción. Con un teatro a medio llenar (dado que el show iba a ser originalmente en The Roxy live) pero ávido de disfrutar una gran noche, los suecos salieron al escenario escoltados por los acordes de “The Science of Noise” dejando entrever su más reciente material para pasar sin interludios a “White Noise/Black Silence” como primer representante del ya clásico Damage Done. Esto fue más que suficiente para encender la mecha del público que no tardó en explotar. Pues tras un pequeño saludo de la banda “Lost to Apathy” arremetió con todo, trayendo a Character a escena y mostrando a un frontman como Stanne en un momento impresionante de su carrera. En apenas tres temas nos mostró de lo que es capaz y dejó muy en claro cómo gran parte de la variedad de DARK TRANQUILLITY radica en su presencia, su talento y su versatilidad. Creo que si bien la banda ha ido incorporando muchos elementos a lo largo de su carrera, lo más destacable es esa amalgama perfecta entre la voz limpia y gutural de Stanne que desde su aparición en The Gallery, hasta hoy, no ha hecho más que perfeccionarse y adaptarse constantemente.

Los siguientes 4 temas intercalarían a Construct con su antecesor más cercano, We are he Void. De esa manera “What Only you Know”, “The Fatalist”, “The Silence in Between” y “Zero Distance” continuaron con la lista manteniendo al público casi encantado coreando, saltando y agitando cada nota bajo el hipnótico control de Stanne que no dejaba de moverse por el escenario dirigiendo miradas desafiantes a un público que le respondía incondicionalmente. A todo esto, por detrás de la banda, una enorme pantalla de LED hacía visible el arte del guitarrista Sundin, videos oficiales y fragmentos de algunas de las letras dándole al show ese pequeño toque multimedia  tan de moda en estos tiempos. No quiero decir que sea imprescindible, pero le da un giro de tuerca a lo que solemos presenciar en el medio habitualmente y no está de más.

Un momento clave se acercaba; pues el setlist incluía quizás uno de los temas más lindos e interesantes que tiene la banda: “The Mundane and the Magic”. Digo clave por la amplitud sonora que tiene el tema y los matices que se generan entre las violas limpias y las líneas de bajo así como entre la voz femenina y la de Stanne y ese ambiente místico tan particular que logra esta composición.  Es cierto que la banda viene hace tiempo girando sin un bajista y hasta ahora no había sido necesario mencionarlo. Sin embargo, fue en este momento donde se hizo por demás evidente su ausencia. El riesgo de salir a escena sin un bajista y reemplazarlo por pistas es muy grande. Por un lado elimina toda chance de improvisación y por otro se priva al oyente de ese “toque” peculiar y humano que junto a la presencia física del músico genera toda otra interpretación de las cosas.  Y si a la ausencia del bajista – y de una cantante femenina invitada para el tema –  sumamos un sonido tan malo (ya sea por equipos o por el sonidista) que no permitió diferenciar claramente entre las dos violas (y ni hablar de las pistas del bajo),  The Mundane and the Magic, fue la mitad de lo que pudo haber sido. No obstante, Stanne, Sundin y el resto de la banda no aflojaron y de ellos salió todo lo que hacía falta para que tremendo tema saliese lo mejor posible.  Y como si esto fuese poco, el elegido para continuar la lista fue nada más y nada menos que el glorioso “Punish my Heaven”.  Era inevitable que fuese festejado, pogueado, cantado y disfrutado de principio a fin porque es, sinceramente, una obra maestra de principio a fin. Sin embargo, al igual que con el anterior, el sonido no permitó disfrutarlo como se debe dado que era prácticamente imposible diferenciar una viola de otra; razón por la cual una intro tan magnífica como la de este tema, se perdió en una especie de ruido blanco generalizado. No obstante Stanne y compañía se encargaron de ponerle toda la actitud necesaria para que los presentes se enfocaran más en eso que en el sonido. Lamentablemente, y como suele suceder, una vez que una falencia se detecta, es difícil luego dejar de prestarle atención; y eso es lo que sucedió aquí hasta el final del show. No obstante “The wonders at your Feet”, “Monochromatic  Stains” e “Iridium”, con su clima casi post-Black, continuaron la lista con un sonido bastante más ajustado, quizás por la marcada presencia de sus teclados y las atmósferas más climáticas y  menos técnicas que los caracterizan.

“Terminus (Where death is most alive)” fue la encargada de devolver el fulgor y el agite al campo (un tema con mucho gancho que a esta altura ya se ha convertido en un clásico entre sus fans y que no falla ni aún con un sonido deficiente) para que luego “State of Trust” y Endtime Hearts” (para mí los mejores dos temas de su último trabajo) casi agotaran la energía de todos los oyentes y dejaran más que claro el dominio vocal de Stanne y la variedad de matices que le aportan a las composiciones.   Ya quedaba poco para el final y había que hacerlo con estilo. Así fue que el dúo “Therein” y “Final Resistance” (…hablando de clásicos) reavivaron una vez más la llama que ansiaba reposar sobre el silencio de los bises. Apenas un par de minutos pasaron antes de que “Lethe” inundara el Teatro con toda la oscuridad de su intro y la pesadez de sus riffs para luego dar paso a la coronación de la noche junto al gancho y ritmo de “Mysery’s Crown”. Un teatro lejos de estar repleto pero lo suficientemente lleno, salto y gritó haciendo vibrar el recinto al son de su melodías despidiendo a los suecos como se merecen. Pues a fin de cuentas, más allá del sonido y la falta de un bajista DARK TRANQUILLITY dejó todo en el escenario  y se entregó a un público que los sigue incondicionalmente. Y como ya son casi locales, sin duda tendrán la oportunidad de reencontrarse con nosotros nuevamente en poco tiempo y allí estaremos para disfrutar de una de las bandas con mejor sonido y calidad de nuestro tiempo.

TEXTO y FOTOS: Estanislao Aimar


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