Con cuatro álbumes en su haber Absence (2009), Human – The Facts (2013), Lost Connection (2020) y Stolen Pictures (lanzado este año), FUGHU ha logrado consolidar su nombre en la ecléctica escena del rock progresivo. Su propuesta desafiante trasciende la mera pericia técnica y esquiva los estándares repetitivos de un género que a menudo cae en la reiteración de fórmulas ya probadas por los gigantes del metal progresivo. Este enfoque se apoya en una formación estable compuesta por Alejandro López (batería), Marcelo Malmierca (teclados), Juan Manuel López (bajo), Renzo Favaro (voz) y Ariel Bellizio (guitarra), quienes han realizado varias giras por Europa y participado en importantes festivales del género.
Gracias a esta solidez, el quinteto demuestra que su música busca romper fronteras y dejar de lado los prejuicios. De todo esto hablamos con Ariel, miembro fundador de la banda, quien nos revela el universo progresivo único que el grupo construye álbum tras álbum.
Considero que FUGHU propone una música desafiante para quien la escuche ¿Quién es para vos un posible oyente del grupo?
Estamos orientados, principalmente, para los melómanos, para los que son fanáticos de escuchar música, para quienes puedan escuchar algo que no sea muy reiterativo y para quienes no se casen con un solo estilo. A esas personas quizás les venga bien FUGHU y te diría que inclusive es para la gente que no escucha rock progresivo. Es muy loco, porque si bien es una banda de rock progresivo, la mayoría de la gente que no escucha este estilo nos escuchan porque lo hacemos de otra manera. Entonces, podemos llegar a captar un público que no es específicamente de este mundo. Si querés escuchar una banda que te conmueva, que te movilice por dentro, que te desate bronca o furia, es la banda indicada.
Dijiste “otra manera de hacer progresivo”, ¿Cuál sería esa manera?
Lo difícil de FUGHU no es lo técnico, que es lo que suele pasar habitualmente en este género, que se va todo por la rama técnica; tenés gente que está tocando mucho y, para mi, al pedo. Se trata más de dar una lección de lo que aprendieron en clases de guitarra que realmente hacer música. Nosotros no estamos subidos a esa. Las canciones son complejas pero por otra cuestión, no son difíciles de tocar y las puede tocar cualquiera, pero son más rebuscadas por otro tipo de cosas, como en los matices o los momentos que se generan. Por ahí viene lo complejo de la banda.
Si tuvieras que hermanar la propuesta con alguna banda en particular, o alguna vertiente particular del progresivo, ¿Quién sería?
Mira, si tuviera que poner un artista… y creo que soy el único de la banda que lo escucha, es más parecido a DEVIN TOWNSEND que a otro tipo de bandas. ¿Por qué lo nombro? Porque hace lo que carajos se le antoja. Entonces, yo soy gran fan de TOWNSEND. Me gusta que podés escuchar un tema rockabilly pero sin dejar su estilo y su esencia o un tema death metal o un tema bluesero o un tema pop… eso es lo que me encanta de él y lo que yo veo por ahí que se parece más a FUGHU. Te puedo nombrar a bandas como QUEEN, LED ZEPPELIN, que hacen de todo. BLACK SABBATH en un momento se encarriló en un género con Dio, pero con Ozzy podían salir para cualquier barbaridad… y eso es lo que a nosotros nos gusta, eso de “me pintó hacer esto y lo hago”.
Ustedes en 2007/08 fueron soporte de DREAM THEATER, una banda que dista un poco del estilo que hacen ustedes pero está dentro del marco progresivo y fueron elegidos por Mike Portnoy, que justamente ahora volvió a la banda. ¿Por qué crees que los eligió en ese momento? En una etapa bastante distinta a la que tiene FUGHU hoy en día.
La verdad no sé… sé que Mike escuchó 520 bandas y dentro de ellas, nos eligió a nosotros y a los chicos de SACRUM y la verdad es que en Argentina hay bandas excelentes de prog, no puedo decir lo contrario, porque hay bandas muy buenas. En ese momento, quizás lo que puedo decirte que los que eran más raros eran los chicos de SACRUM y nosotros, éramos los que, por ahí, teníamos algo distinto de lo que era el género progresivo. En ese momento a SACRUM no lo asociaban a DREAM THEATER, y a FUGHU tampoco, las demás bandas estaban como muy casadas con DREAM y tenían un sonido bastante similar. Creo que eso hizo la diferencia.
Hace unos once años hicimos una entrevista y referido a esto que acabas de decir, recuerdo que estaban casi todos los de la banda presentes y me dijeron justamente referido a DREAM THEATER: “nosotros por este lado no queremos ir”; ¿Tan claro estaba de un principio que no iban a ir cerca de los exponentes más clásicos?
Noooo es que no lo podemos tocar tampoco (risas). La realidad es que creo que discos como Images and Words (1992), Awake (1994), Falling into Infinity (1997) o Six Degrees of Inner Turbulence (2002), deben estar, dentro de mi corazón, en el top 10 de los mejores discos que he escuchado en mi vida. Awake, para mí es una obra maestra y ni hablar de Images and Words, pero DREAM THEATER es solo una influencia, como lo son DEEP PURPLE, LED ZEPPELIN, PINK FLOYD, GENESIS o RUSH. Creo que lo tenemos nosotros es que mamamos las mismas bandas que DREAM THEATER, escuchamos las mismas bandas que escuchan ellos, aunque tenemos otras influencias también como DAVID BOWIE o STEELY DAN. Creo que ahí radica la diferencia. Creo que de las mismas bandas captamos distintas influencias, pero siempre tuvimos en claro que queríamos hacer algo particular. Hay una frase, que es bastante horrible, que dice “todos apestamos, pero al menos apesta con tu olor” (risas). Así que nada, por lo menos si vas a hacer algo, hacé algo que sea tuyo. La forma de componer en FUGHU es bastante difícil. En cuanto mostrás un tema y ven que es parecido a algo, “no pero esto parece tal cosa” y quedás rebotado (risas), entonces se vuelve más difícil la composición, armar las canciones. Por suerte ya estamos más libres por lo que al componer entre cinco de alguna manera u otra terminamos dándole forma a las ideas para transformarlas en canciones.
Dijiste “estamos más libres”¿Por qué están más libres ahora a diferencia de antes?
Más que nada porque ya sabemos el sonido de la banda, ya nos conocemos mucho y estamos mucho más tranquilos a nivel composición. También, quizás en este disco nuevo, hay cosas que antes no pasaban, como que yo componga melodías enteras en las voces… no pasaba, yo nunca me metía en eso. Ale (baterista) también se puso con muchas melodías de voces, cosas que antes no hacíamos. En las letras jamás voy a participar porque no sé inglés (risas) pero Ale también participó mucho en las letras, que era algo que no venía pasando. Esos cambios estuvieron buenos.
Mencionás a Ale López, baterista y fundador de la banda junto con vos y dice la historia que la conexión entre ustedes se dió a los 15 años tocando canciones de MEGADETH en el colegio. Manteniendo esa mística, ¿Dirías que es una sociedad? Considerando que la banda se mantiene intacta casi desde el inicio, salvo cambios de vocalistas. ¿Qué sentís que perdiste y qué sentís que ganaste artísticamente, desde Abscence hasta hoy?
Lo primero que gané es experiencia. Tanto a nivel compositivo, como melódico o musical, he ganado muchísimo, incluso a nivel un poco de visión de la vida y en general. Aprendí a no desilusionarse de muchas cosas. Fue un crecimiento espiritual muy grande, capaz no me salían las cosas y me ponía re mal. Aprendí a relajarme un poco y seguir para adelante porque, obviamente, “el que hace fracasa” y tiene que seguir adelante. Me llevó muchos años darme cuenta de eso, que en Absence no lo tenía ni presente.
FUGHU es una banda argentina, nacida en Argentina, pero que ha girado por Europa en varias oportunidades. Estoy casi seguro que no viven de la música y se dedican a otras cosas, sin embargo, ya tienen cinco discos de estudio. ¿Cómo hacen para lidiar con el tema del éxito o de pegarla?
Mirá decir que hago progresivo y pegarla es muy difícil, pero sí te puedo decir que tratamos de que todo se financie solo. Si te ponés firme, te hacés valer y le ponés ganas, todo se termina cumpliendo. También es algo que muchas veces al músico le cuesta. Al músico le cuesta hacerse valer, porque siempre te tira ir a tocar, ¿Entendés? Entonces, por ahí te dicen “che, querés tocar en la Luna?” y la respuesta es “Sí para que cargo la camioneta y voy”. Pero llega un momento que ya estás grande y pensás “me encanta tocar pero, tiene que valer eso”. Tiene que servirme para algo más, entonces empezás a cranear de otra forma, te hacés valer de otra manera y te das cuenta de que hay gente que, como me dijo Marce una vez: “Fui a la barra a pedir una cerveza y no me quisieron dar, entonces miré a mi alrededor y me di cuenta que el de la puerta cobraba, la que estaba en la barra cobraba, el iluminador y el sonidista cobraban, el stage y el productor cobraban… todos cobraban menos yo; y todos estaban ahí gracias a mi”, y tiene razón. Eso también te hace pensar y está bueno para todos, que lo piensen de esa manera. Porque vos haces un show, llevaste 100, 50 o 20 personas que pagaron un ticket y están yendo por vos entonces, te tenés que hacer valer. Vos tenés que pensar “estas 20 o 10 personas las llevé yo, pagaron un ticket y es por mi” entonces, ¿Por qué todos se pueden llevar plata menos yo? Así no es el negocio; hay que hacerse respetar.
Cuando empezás a girar y a tocar en lugares fuera del país, te das cuenta que están realmente equivocados acá. Afuera te tratan como si fueras un profesional… sos un profesional. Te respetan y saben que vos estás yendo a laburar. Mirá, las dos veces que tocamos en Viena (Austria), el dueño nos pedía disculpas porque no había mucha gente y corría para pagarme lo que correspondía, cuando normalmente acá se hacen los boludos. Entonces, la mentalidad tiene que cambiar de parte de los músicos primero para que después cambie lo demás.
¿Por qué pensás que la mentalidad de los músicos en Argentina no cambia o no puede cambiar?
No cambia porque no se valoran. Tenemos eso de “ah somos una banda de Argentina, somos una garcha y todo lo de afuera es bueno”, y están completamente confundidos, no es así. Yo toqué en México, en toda Europa, y te puedo asegurar que hay bandas argentinas que le ganan por goleada a cualquier banda de afuera, que cobran caché de miles de dólares. Entonces, si nosotros no empezamos a valorarnos, y frenar, no va a dejar de pasar. Hay bandas que la rompen. Te puedo nombrar un montón de bandas que la rompen, que suenan de puta madre y el día que pisen afuera la van a romper, y por ahí acá hay dos tipos diciendo que no valen nada. Entonces nosotros tenemos que cambiar eso.
¿Sentís que hay una especie de boicot de parte de los productores/organizadores en el metal argentino?
Pasa que el boicot empieza siendo nuestro, de los músicos. Hay cosas que yo veo que pasan en los músicos que no pasan afuera y es que acá, parece una guerra de egos; no está bueno eso. Mirá, yo tuve un profesor muy capo que tocaba jazz y me dijo “vos te vas a dar cuenta, cuando FUGHU crezca, que va a haber un tipo parado delante tuyo, pero no para verlos sino para criticarlos”, y yo me quedé pensando en lo feo que sonaba eso. Lamentablemente es así, cuando asomas la cabeza, las otras bandas te tiran tierra. Afuera, lo que pasa es eso, hay una hermandad de forma que podés escuchar varias bandas y no por escuchar la mía vas a dejar de escuchar la otra. Eso hay que cambiarlo.
Retomando la historia de la música, siento que hay dos etapas en la vida de FUGHU: la etapa Bürgi y la etapa Favaro (NdeR: ambos cantantes de FUGHU). Sin embargo hay una esencia, una correlación que se nota escuchando temas de Bürgi cantados por Renzo (Favaro, vocalista actual). Además, escuchando Lost Connection comparado con Stolen Pictures, siento que, pareciera un disco más feliz dentro de esa esencia oscura que tienen ustedes. ¿Cómo fue el proceso de trabajo en ese disco?
Así es. Creo que hubo un quiebre con respecto a lo feliz, que no venía pasando. Creo que la última canción medianamente arriba es Ashes, del primer disco (risas). Hay temas violentos y rápidos, pero temas arriba, no había. Y cuando apareció Alive, que es el corte difusión de este disco, es una canción que alguien la trajo con el estribillo; yo hice la melodía de la voz, y Renzo hizo el estribillo. Elegimos tener un tema arriba que se pudo armar y se compuso; hay muchas más canciones que son bien arriba y que no entraron al disco por tema tiempo. Te cuento algo íntimo, la idea era hacer tres discos, uno heavy, uno medio pop/electrónico y uno psicodélico. Si lográbamos hacer eso, íbamos a tardar 20 años en hacerlo; era una muy buena idea pero no era factible. Para nosotros que tenemos laburos, vida, familia, es muy difícil. Entonces tomamos los temas que estaban más cocidos, los grabamos y sacamos un disco. Después veremos qué hacemos con lo demás. Hay una gran cantidad de temas que tuvimos que sacar, que terminar de resolver. Hay mucho material, y encima se sigue componiendo, porque no paramos nunca. Coincido que Stolen es un disco mucho más positivo. Te das cuenta por la tapa.
Mencionaste el tema Alive justamente y a mi me cautivan los discos que son un viaje. Me parece que tienen esa esencia de contar algo; todos cuentan algo pero hay que ver cómo lo cuentan. Siento que esa esencia oscura que tienen ustedes en su identidad, está latente pero con ese toque de felicidad y Alive, después de Killing Me for Fun, te da un subidón… hay cosas muy muy interesantes, como Chemical Rainbows, que me parece excelente. ¿Es un disco conceptual?
No es un disco conceptual, pero sí te puedo dar una mano con la cabeza de cada uno de los que llevó cada tema. Killing Me for Fun es un tema de Ale y que hizo toda la melodía, salvo la letra que, si mal no recuerdo, la hizo Juanma López. Normalmente, siempre los temas terminan en las manos de Juanma que es el que edita y ordena las partes, y dice “el tema va a quedar así”, nosotros le decimos Juanma Edit, es un genio (risas). Después Alive también es de Ale pero pudimos hacer cosas nosotros mientras que Chemical Rainbows es de Marce. Él pidió arreglos vocales, no musicales, que haya muchas frases tiradas. Si te pones a prestar atención, son cualquier barbaridad las frases que se gritan. Hay de todo.
Ustedes tienen un tecladista bastante loco y creativo. Me parece que Marcelo es, de la escena nacional, uno de los más interesantes. Considerando sus canciones y su manera de moverse en vivo. Es un tipo muy particula…
Si, es un loco. Justamente cuando nosotros estábamos probando tecladista y él nos mandó su disco solista y el de su banda anterior, nos miramos con Ale y dijimos “es lo que nos falta”. Hoy es un pilar fundamental y está buenísimo, somos cinco FUGHU; la banda no es más de uno que de otro; es de los cinco. Los cinco componen y los cinco ponen su fuerza y el lomo para laburar.
¿Por qué hay seis en la tapa del disco?
(se ríe) La tapa es un delirio de Ale. Ni sé lo que quiso hacer pero, cuando la vi después de las doscientas mil ideas que tiró, dije: “esa está buena”. Lo que hicimos fue mandar a hacer muchas tapas, las fuimos imprimiendo, las veíamos con algún amigo, y le decíamos “¿Che qué tapa te llama la atención?” y por algo siempre quedaba esta. Por ahí le cambiamos algún detalle o alguna tonalidad, pero se llegó a eso que nos encanta. Pero fue búsqueda y búsqueda y locuras de Ale.
Tiene esa psicodelia que también es parte de la esencia de FUGHU la tapa. Se viene una fecha muy interesante el día 26, en La Paternal, ¿contame por qué eligieron Metauro?.
Mirá, Marce fue a ver unas cuantas bandas ahí y le gustó el sonido y el lugar. Nos pareció que estaba bueno y decidimos hacerlo ahí, porque tiene como un toque íntimo, es un lugar chico y queríamos hacer un show a lo FUGHU, solos y sin banda invitada ni nada eso, porque queremos dar un show como los que hacíamos en Buenos Aires Club. Así que la idea era que sea un lugar íntimo y tener a la gente cerca
¿Con qué se va a encontrar la gente el 26 de octubre? ¿Qué show están preparando?
Se van a encontrar con un show bastante raro, pero la van a pasar muy bien. Va a haber un show con mayoría de canciones de Lost Connection y obviamente de Stolen Pictures. Así que va a estar buenísimo.
¿Va a ser un show con escenografía? ¿Tienen preparada alguna temática?
Va a arrancar de una manera y va a ir mutando, van a aparecer algunos personajes. Siempre pasa algo raro en los shows de FUGHU. Por ahí el doctor Favaro haga alguna locura. No puedo contar mucho pero vengan que va a estar bueno.
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