Año: 2018 | País: Argentina | Género: Heavy/Symphonic Power Metal | Formato: Digital | Sello: Independiente
La música pesada en Argentina tuvo sus años dorados, y los ’90 fueron claves para que el género tomara otro lugar dentro del rock. Los referentes son claros, de eso no hay duda, pero con el correr del tiempo, siento en gran parte, por prejuicio o por cerramiento, que el público aún añora aquellos años de gloria e ignora el aparecer de nuevas bandas. En muchos casos, estas, realizan grandes trabajos, que en cierto modo cuentan con un valor doble, por el esfuerzo que requiere dedicarse a esta ésta expresión musical en nuestras tierras.
Hace muy poco tiempo llegaba a nuestras manos “Oblivion“ último trabajo de estudio de PRELUDIO ANCESTRAL. El nombre PRELUDIO ANCESTRAL surge de dos palabras opuestas, según comenta su miembro fundador Leo Gatti: “Preludio” (lo que está por venir) y “Ancestral” (lo que pasó). Quien también agrega, que es un equilibrio para encontrarnos en este presente que hoy vivimos.
PRELUDIO ANCESTRAL nace en el año 2005, de la mano de Leo Gatti, como les comentaba anteriormente, quien oficia de guitarrista, tecladista, compositor y también de productor. En sus comienzos la banda se movía dentro de los senderos del hard rock, pero con el correr del tiempo se fue acercando cada vez mas al power metal para finalmente quedarse allí, coqueteando por que no con algunos pasajes electrónicos por llamarlo de alguna manera, y también algo de progresivo. “Oblivion” contiene diez temas, más dos bonus tracks para su edición Japonesa.
La historia comienza con “Presagio”, intro de un minuto, que nos pone en clima, algo apocalíptico por cierto, temática que a mi me parece más que interesante, por la diversidad con la que se lo puedo abordar. Se escuchan caballos galopando, gente que tose, ¿infección? quién sabe… y jadeos de criaturas extrañas, para finalizar con una risa malvada. En ese momento te metés sin darte cuenta en “King Of Silence”, primer canción del álbum que impacta con el veloz riff, ejecutado por Leo Gatti, un músico que te va a sorprender en todo el álbum, ya que no solo se dedica a hacer buenos solos y riffs, sino que por momentos sede el paso a los protagonistas según la canción disponga. Esto esta presente al transcurrir todo el álbum, y es algo que me sorprendió gratamente, porque habla muy bien de su trabajo integral como productor.
El disco te engancha de movida y por completo, quedas esperando lo que viene, y esto no te defrauda ni por asomo, ya que cada uno de los tracks cuenta con un toque particular. Como te contaba al principio, la banda camina por el sendero del power metal, pero no es para nada ortodoxa. En canciones como “Storm” ya se comienzan a sentir, esos toques que mencione como electrónicos, que en este caso son pistas de fondo generadas por los teclados que aplican muy pero muy bien. De más esta decir que esta canción en particular, es mi preferida, la melodía del voz durante el estribillo, dentro de las gamas grabes es excelente, sumado a esto las líneas de batería con esas decoraciones en el ride le dan un gusto muy particular.
Continuando con las situaciones electrónicas, hay una muy marcada en “Fear of Falling”, todo viene súper poderoso con un solo de teclado impresionante, que cae en un pasaje al mejor estilo DEPECHE MODE, de manera tan natural, que te juro movés la cabeza esos diez segundos automáticamente. Te decía, el álbum te engancha de entrada, es súper melódico, y con buenos estribillos, clásico del powersí, pero lleno de decoros interesantes, que se descubren escucha tras escucha. Se nota que hay un arduo trabajo de producción, muy puntilloso, y lo mejor de todo es que es muy efectivo.
La frutilla del postre, más que del postre, del plato principal diría, y que es realmente interesante, además de los detalles compositivos, es que no cuenta con un solo vocalista. Sí, así como te digo, este álbum esta plagado de voces, y voces de la cuna del power metal. Vocalistas como, Daniel García (Argentina), Alessio Parardi (Italia), Ivan Giannini (Italia), Juan Pablo Kilberg (guitarrista, Argentina), Fran Vázquez (España), Raffaele Raffo Albanese (Italia), Kimmo Perämäki (Finlandia), Enzo Donnarumma (Italia) y hasta el mismísimo Giacomo Voli vocalista de RHAPSODY OF FIRE, dejan su sello personal en cada track. Y esto no es todo, también en el bajo tenemos a Ari Katajamäk (Finlandia) y en los teclados a Gabliels Crisafulli (Italia).
Y para finalizar no me quiero olvidar de la labor de Diego Camaño en la batería, una maquina realmente, cambios de tempo en velocidad, precisión y pegada, se disfrutan las líneas percusivas todo el tiempo y tienen protagonismo siempre. El balance de “Oblivion” es más que positivo, es un álbum ganchero, con detalles finitos que completan la obra de forma excepcional, y con toques particulares, que te van a dejar regulando y replanteándote muchas cosas respecto a la escena nacional.
Texto: Diego Villares
Agradecemos a la banda por la facilitación del material.
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