N.W.O.B.H.M a las chapas en un show de culto.

La historia recuerda a Raven por ser parte de la New Wave Of British Heavy Metal y por ser de las primeras bandas en hacer algo así como Speed Metal (casi un proto thrash). Mas tarde, ellos mismo decidieron promocionarse con la, por lo menos rara, etiqueta “Atlhetic Rock” sostenida en un despliegue de energía inucitada en el escenario, sumada a la utilización de máscaras, protectores y cascos de varios deportes llevando la metáfora hasta el límite.

Hoy la historia y el furor ha pasado y las alrededor de doscientas personas que estuvieron en The Roxy para ver el, desde hace tiempo trío, vinieron a ver un pedazo de historia de culto para un grupo de verdaderos fanáticos.

Sin lugar a dudas ,el tiempo ha pasado y los eternos John Gallagher y Mark Gallagher ya no tienen la figura atlética que aún conservan en los videos que uno puede buscar en You Tube. Sin embargo, casi como entendiendo esto, intentaron recrear de manera algo bizarra esa época.

En este contexto Mak Gallagher aportó su viola, siempre filosa, que fue más interesante cuando se dedicó a rockear en los clásicos “All for one” , “Rock until you drop” , “On and on” entre otros y precisa en temas como el velocísimo “Faster the speed of light”. Esto contrastó con los muchos momentos en los que la necesidad de correr de un lado para el otro en un escenario de por si pequeño y la insistencia por hacer morisquetas, hicieron que muchos temas se perdieran en la intrascendencia del “eterno ir y venir” lo cual terminó creando un shows con altibajos. Mientras tanto, Joe Hasselvander intentó acompañar desde los parches tanto frenesí “físico”, aunque el resultado final fue cierta lentitud en los movimientos, propia del paso del tiempo, que contrastó radicalmente con la actitud de los hermanos Gallagher.

Por su parte John Gallagher aportó menos movimiento que su hermano y más que el batero, pero se vio favorecido por la decisión de usar un micrófono de boca, muy cómodo para él pero bastante extraño para los que estamos acostrumbrados a ver un pie intercediendo entre el cantante de turno y el público. En este sentido, fue extraño ver como los exagerados agudos parecían venir “de ningún lado” en determinados momentos. Sin embargo, su sonido de bajo se vio favorecido con la libertad vocal por lo que incluso el complicado medley que empezó y terminó con “Break the Chain” e incluyó “Symptom Of The Universe /I Don’t need a Doctor/ Summertime Blues y Genocide” fue algo raro cuando aparecían los agudos y correcto cuando los dejaban de lado para ejecutar las “bases”.

Para el final, como los nunca mejor definidos “fieles” no se retiraban, “Crash Bang Wallop” fue el cierre final y el agradecimiento para tanta fidelidad a través de los años. Pasó Raven en un show sólo para fanáticos. Rockearon todos y se fueron felices. Objetivo cumplido, aunque los ochentas hayan pasado hace rato.

TEXTO: Carlos Noro


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