Fecha: Martes 19 de noviembre de 2024 | Hora: 19 hs. | Lugar: El Teatrito | Ciudad y Provincia: C.A.B.A. |Bandas soportes: LORDOWAR, ABEYDON y LID
Más de treinta años hubo que esperar para ver a SARATOGA en suelo argento. Las leyendas del heavy metal español, quienes anteriormente habían coqueteado con una visita que se truncó, finalmente llegaron y el sueño de muchos se plasmó en el Teatrito el 19 de noviembre, donde una horda los esperaba, sedientos de su música. Su arribo se dio en el marco de su gira latinoamericana bajo el lema “La Leyenda Continúa”, que comenzó en tierra charrúa y tiene previsto finalizar en México a principios de diciembre.
Con participación local desde el arranque, pasaron por el escenario LORDOWAR, ABEYDON y LID en ese orden. Con ABEYDON tuvimos nuestro primer baldazo de heavy y cayó con alegría en la gente. Hubo una gran participación en todos sus músicos y los puntos más altos fueron para el batero que dejo todo y su vocalista, a quien a muchos dejó con la boca abierta por los registros que marcó. Sin dudas que, de continuar por esta senda, los espera un buen futuro. En el turno de LID, a quienes ya habíamos oído en otras oportunidades, tuvieron un desenlace parejo y regular, ajustados en sonido, aunque creo a futuro podrían apostar a un poquito más de complejidad, ya que al parecer tienen las herramientas para hacerlo.
Tal como se anunció en la previa, 21:20 hs fue la apertura del telón para el plato fuerte. Con la intro El clan de la lucha de fondo, los músicos, tras una ovación ensordecedora, se fueron acomodando en su sitio para, una vez finalizada, darle inicio al gran show de la noche con San Telmo 1940 y desatar la locura de los presentes. Sin anestesia cayó A morir que siguió subiendo las pulsaciones y hacer un parate para intercambiar unas pocas palabras con la gente. Si bien la alegría y la energía eran notorias en los músicos, la interacción con la gente fue la justa, sobre todo por parte de su vocalista (Tete Novoa) quien no utilizó más saliva de la que creyó necesaria.
Continuaron en fila Ángel de barro, donde se pudo apreciar el poder en los registros de Novoa y Maldito corazón, quizás uno de los más esperados por los presentes, donde la fidelidad en el piso fue total; no hubo uno que no salte y hasta generó el pogo más grande de la jornada. Tras esto llego el infalible “Ole ole ole, ole ole ole ola…” que siempre saca sonrisas en los artistas, para luego seguir con Contigo, sin ti, Lejos de ti y caer en el muy entretenido solo de batería que nos ofreció Arnau Martí.
El setlist siguió con Las puertas del cielo, donde nuevamente se pudo apreciar los altísimos rangos que maneja el cantante, quien se llevó todos los aplausos, dejando así a los demás músicos en las sombras durante un ratito. Previo a otro clásico, Heavy Metal, Tete agradeció a todos por su presencia teniendo en cuenta que jugaba Argentina vs Perú y que, si algo nos caracteriza, es la pasión por el fútbol. Además, entre risas, contaba que le llamaba la atención como acá somos literalmente cantantes de “las partes no cantadas”, cosa que evidentemente no sucede en el resto del mundo, y aprovechó esto para jugar a Freddie Mercury y así hacernos repetir sus frases. Sin dudas su mayor momento de interacción.
Pasó Resurrección para luego caer en otro solo, pero esta vez de uno de sus fundadores, Niko del Hierro, en bajo y que como era de esperar, logró una lluvia de aplausos. Como un tren y sin pausa siguieron Si amaneciera, No sufriré jamás por ti, Ave fénix y Como el viento, para así llegar a la falsa salida y retornar con un solo de guitarra de Charly Parra que, si bien no conforma parte de la formación estable, demostró ser un animal en el dominio de su instrumento.
Así llegamos a la recta final con Mi venganza, Vientos de guerra y el tan aclamado Perro traidor que nunca falla y de esta manera exprimir hasta la última gota de energía que había en los presentes. Fue, sin dudas, un show muy emotivo, sobre todo por los años de espera y los clásicos interpretados, pero ahora esperemos reduzcan sus años entre visita y visita, ya que el público quedó extasiado y con la “necesidad” de verlos más seguido.