Año: 2013 | País: Argentina | Sello: Independiente
Lista de temas:
- The peace within loneliness
- The radical cleansing
- An infinite curse
- Delivering beasts
- This redundant humanity
- To demonize the unknown
- Smothered by this race
- Nature’s hatred
Svet Kant es la traducción eslovena de “Fracaso Santo”. El mensaje detrás de estas dos palabras indica que sin errores no hay aprendizaje, y sin aprendizaje no hay crecimiento interior. Originalmente, la banda se iba a llamar “Antropophobia”, pero debido al hecho de que este nombre ya había sido utilizado, se decidió usar el nombre en cuestión. Es así que la banda arranca en el año 2010, bajo un proyecto paralelo dirigido inicialmente por Santiago Kodela (voces y guitarra), y el baterista de Malicia, mientras el guitarrista formaba parte de las filas de la banda. Fue así, que una vez que fue despedido de la banda thrash nacional, algo le faltaba a este compositor. Así fue que decidió explorar nuevos límites de la clase de música con la cual se rozaba, para finalmente expandirse y llegar a los límites musicales desconocidos personales, mucho más experimentales, extremos y con una cierta cuota melódica.
Ya radicado en Irlanda (Dublín) por razones personales, Santiago decide continuar con el proyecto y darle otro empuje más fervoroso del que le venía dando. Y fue así que Svet Kant crecería, siendo el mismo líder, quien tomaría la responsabilidad de grabar todas las pistas excepto la batería. Tarea no fácil iba a ser poder armar una banda estable, aunque después de varios años rodando hoy en día la banda cuenta con músicos estables y otros que hicieron de sesionistas en su momento, como fue el caso de Santiago Sauza (batería), quien grabó el disco al igual que Federico Varaona (bajo). Es así que tras varios años de remarla, llega “Loneliness” la primera placa de la banda, producida por el mismísimo Santiago y Ramiro Pacheco en los estudios Muzic Records entre diciembre de 2011 y febrero de 2013.
Musicalmente, estamos ante un proyecto de Death Metal Experimental, y a pesar de que influencias varias podemos encontrarles (Gojira, Meshuggah, Between The Buried And Me, Animals As Leaders, por nombrar algunas) no se jacta de ser algo convencional o técnico. De movida el disco a través de la intro “The peace within loneliness” de un claro seño acústico, manifiesta raíces españolas que hasta en un punto quieren mimetizarse con alguna melodía de guitarras flamencas. Es un buen comienzo de un disco que hace de que atravieses distintos estadios a través del remanente de géneros sobre los cuales están influenciados a la hora de componer. Se conjuga y se juega mucho sobre distintas variables. Quizás sea a través de “The radical cleansing” donde la banda muestra su faceta propia que permite degustarlos de esta manera. Hay buenos riffs y contundencia y un sonido que nunca deja de ser sucio, áspero pero a la vez prolijo y bien melódico. Cortes thrashers atosigados de voces desgarradoras y ciertas melodías doom componen este enjambre musical. Todo esto, está sustentado nuevamente en canciones como “An infinite curse” o “Delivering beasts”, las cuales nunca se van del margen sobre el cual la banda se erige. Ahora, si hay algo que va a ser el sello de la banda, son las canciones de larga duración –ninguna baja de ocho minutos- lo que a mi entender hace de que por momentos se pierda un poco el hilo musical.
Los climas que la banda propone son tipo sube/baja, tienen la capacidad de alzarte al pedestal con su velocidad y su furia, así como también de transformarse en música de meditación. Y sea quizás esa particularidad la que destaco de ellos. Hay un gran trabajo, parejo, por parte de su baterista así como el de las voces encontradas en el disco, las cuales con los efectos colocados le dan un plus extra a la propuesta. También a través de canciones “This redundant humanity” o “To demonize the unknown” la banda deja bien en clara su impronta más progresiva, siempre bajo la sombra del Death Metal, pero sin alejarse de la vía experimental. Hay un gran trabajo en materia de solos de guitarras, los cuales aparecen en los momentos menos esperados, sin ningún tipo de pragmatismo, pero técnicamente dotados de gran elaboración, independientemente de su duración.
Por otro lado, los músicos invitados, proporcionan la columna vertebral sobre la cual Kodela se sustenta para poder desarrollar el proyecto sin lugar a dudas. Hay un trabajo minucioso y pensado de que es lo que se pretende musicalmente desde los cuatro instrumentos. Las inspiraciones no surgen por sí solas, a pesar de que muchas de ellas sean innatas. Se puede percibir al oírlo, que es el mismo disco en sí el que traslada musicalmente a lugares recónditos que los mismos músicos no pensaban encontrar y definitivamente los desafían. Para el cierre se baja un cambio a través de “Smothered by this race”, transitoriamente, para volver a retomar el eje principal del disco, el experimental, intercalando sabores como en “Nature’s hatred”. Las voces doblegadas y que siempre dejan cierto a sabor a death metal, están siempre a la altura de las circunstancias, sustentadas de riffs muy agresivos, pero que nunca pierden su cuota de melodía.
Cabe destacar que el líder de la banda se ha encargado igualmente del diseño de arte de disco (punto para destacar) así como de las letras, las cuales, íntegramente en inglés, dejan entrever una faceta introspectiva del músico. El sustento en estas, no es poca cosa, se les da mucha importancia, es más, la faceta escrita parecería ser uno de sus pilares. Los títulos elegidos, así como sus contenidos están colmados de posiciones personales y profundas para con el ser y las cosas que lo rodean. Parecería mentira, pero llama poderosamente la atención como desde convicciones propias bien arraigadas, surge que un músico Argentino, bajo parámetros culturales y sociales completamente distintos bajo los cuales creció, tenga la suficiente capacidad de liderar un proyecto en una tierra que no lo vio nacer, pero que lo cobija y le permite seguir experimentando.
Agradecemos a la banda por el material.
Autor: Hernán Mazón