Fecha: Jueves 14 de agosto, 2025 | Hora: 19 hs. | Ciudad: C.A.B.A. | Lugar: El Teatrito | Bandas invitadas: HACIA EL OCASO – RENACER DEL TIEMPO
Trece años hubo que esperar para que una de las bandas referentes del metalcore regrese a nuestra tierra. THE DEVIL WEARS PRADA volvió en el marco de su gira latinoamericana que comenzó en suelo azteca el 6 de este mes y finaliza el 17 del corriente en Brasil. Los oriundos de Ohio, que hacían su tercera presentación en Argentina, prometían un show repleto de clásicos, repasando sus 20 años de trayectoria con ocho discos de estudio y el lugar elegido en esta oportunidad fue El Teatrito en CABA.
A las 19:45 hs dio comienzo la velada y quienes oficiaron de teloneros fueron los locales de HACIA EL OCASO y RENACER DEL TIEMPO, estos últimos provenientes de Santa Fé. Los primeros dieron un show más complejo, musicalmente hablando, con gran tecnicismo, pero con un sonido un poco más desprolijo, mientras que los rosarinos, por su parte, hicieron una presentación más al hueso, pero con mucha escenografía y en un contexto más profesional. Ambos recibieron muchos aplausos y se ganaron con creces el respeto de los presentes, quienes estaban ansiosos por el plato fuerte de la noche.
Finalizadas ambas bandas soportes, fue el DJ quien decidió darle un contexto más alegre a la noche y, entre algunos temas de música electrónica y algo de reggaetón, transformo la previa a TDWP en una suerte de fiesta con gente emulando algún baile, como así coreando “Dame más gasolina”. Si bien fue algo disonante con la propuesta, fue un momento distendido y muy bien recibido por la gente.
Pasadas las 21:30 hs, las luces se esfumaron para que de a poco comiencen a aparecer los protagonistas y tomar posesión cada uno en su instrumento. Algo que no mencioné, y me parece que no es un dato menor, es que minutos antes de que empiecen, los músicos ingresaron al recinto (bastante colmado de gente) por la puerta principal y tuvieron que pasar desde la entrada hasta el escenario, abriéndose paso entre el público, que fue cien por ciento respetuoso con ellos, saludándolos casi tímidamente y sin avasallarlos.
El puntapie inicial vino con una seguidilla de tres temas “non-stop”que nos pasearon por casi toda su historia. Watchtower de Color Decay (2022) a la cabeza, seguido por Danger: Wildman de With Roots Above and Branches Below (2009) y finalizando con Born to Lose de Dead Throne (2011). Arriba del escenario se vio mucha actitud, con Mike Hranica paseando por todos lados y emitiendo esos guturales sacados desde lo más profundo de sus entrañas, mientras Jeremy DePoyster matizaba con su suavidad en la voz, dándole el aporte futbolero que necesitamos los Argentinos, con la remera de Messi de la selección. Mientras tanto, en el piso todo era salto y muchos pogos; violentos y poderosos pogos.
Para el cuarto tema, Salt, del su último disco Color Decay, fue Mike quien se hizo cargo de la segunda viola, ya que la principal la lleva Kyle Sipress, mientras que el público saltaba de manera sincronizada por esa intro poderosa que tiene. Nuevamente, y como a lo largo de todo el recital, quien logró sobresalir fue Giuseppe Capolupo, con un tecnicismo y un virtuosismo increíbles en la batería. No solo era lo que tocaba, sino el groove que le imprimía a los parches. Nada más que aplausos para ese señor.
Pasaron Broken y Ritual, este último uno de sus sencillos del año pasado, para así decantar en Reasons, cover del músico y DJ canadiense EXCISION para bajar las revoluciones, generando uno de los momentos más emotivos de la noche.
Esas pulsaciones retomaron su nivel normal con Noise, también de último trabajo, que dejó a todos coreando al unísono – “I can’t sleep ‘cause the sky is falling, Rest in peace, the noise is calling” y seguir así como un tren sin frenos con Reptar, King of the Ozone donde brilló nuevamente la figura de Capolupo con un doble pedal que hacía temblar, literalmente, el piso de El Teatrito. Sin respiro, tanto para los músicos como para los presentes, fue el turno de Escape donde, si quedaban dudas de la perfomance del batero, todo fue disipado. El mejor de la noche sin dudas.
Como durante todo el show, la constante fue plasmar los temas uno tras otro prácticamente, hablando poco o casi nada entre canciones. Pero si bien la interacción en cuanto a palabras fue escasa, dejaron todo en el escenario. Saltaban de un lado a otro, se reían, bailaban, por lo que, a su manera, ese fue el intercambio con el público. Dicho esto, quizás el mayor momento de charla entre ambos, llegó en la previa de For You, último corte del 2025. DePoyster aprovechó esos segundos para jugar con la gente, y contó que al día siguiente viajaban a Brasil, por lo que querían saber si éramos más o menos ruidosos que nuestro país vecino. Obviamente, esto trajo un sinfín de gritos y, fieles a nuestro estilo, se dejó todo en la cancha. No hubo uno que no acate el mensaje del cantante, y coreando el estribillo de la canción a capella, comenzó otro momento con las emociones a flor de piel.
Dez Moines continuó el repertorio, con un Hranica simulando tocar el teclado y Jeremy presentando a la banda. Tras esto llegó Chemical donde los músicos pidieron apagar las luces del lugar y que todos enciendan los flashes del celular. Muy lindo momento y original, que dio lugar a una nueva lluvia de aplausos, para luego cerrar la primera parte del recital con Sacrifice seguida de una gran ovación.
Tras un “Ole, Ole, ole, Prada, Prada”, los músicos retornaron al escenario e hicieron Dogs Can Grow Beards All Over y el cierre de la mano del clásico Hey John, What’s Your Name Again?, tema que exprimió hasta la última gota de sudor tanto arriba como debajo de la tarima. Antes de dar por finalizado el show, Mike se acercó al público por un caminito lateral y terminó en medio de todos, esbozando unos guturales dignos del recuerdo y así despedirse hasta la próxima.
Fue un lindo repaso por toda su historia y donde los clásicos se apoderaron de la noche. Mucho tiempo hubo que esperar, pero valió la pena. Los de Dayton lo sintieron igual y prometieron no dejar pasar tanto tiempo para su regreso.