Año: 2025 | País: Brasil | Género: Thrash metal | Sello: Kill Again Records | Lemmymómetro: ♠♠♠♠♠♠♠ (7/10)
VIOLATOR, la banda brasileña de thrash metal formada en 2002, es una de las joyas del circuito latinoamericano, aunque ha experimentado numerosos altibajos en su trayectoria. A pesar de ello, se ha destacado como una de las pocas bandas brasileñas que ha girado múltiples veces por Latinoamérica y que, de forma medianamente global, logró que su música resonara más allá del continente. No se trata únicamente del alcance natural de las plataformas musicales, sino de que su trabajo consiguió presencia en medios y en el público fuera de su región.
Hace menos de un mes, regresaron con nueva música para presentar su tercer disco, Unholy Retribution, lanzado a través de Kill Again Records, con la firme intención de retomar el impulso tras doce años de ausencia desde Scenarios of Brutality, disco que recibió comentarios positivos por razones que se explorarán a continuación. Además, este regreso busca evitar que la banda caiga en el olvido, no necesariamente como un pilar del thrash brasileño, pero sí como una agrupación que supo llamar la atención.
La banda ya es conocida por no temer mantener la esencia de muchas formaciones de los 80 en sus discos, algo muy claro en la actualidad, donde el concepto del tupa-tupa se vuelve constante en todas sus canciones. Por supuesto, Unholy Retribution no es la excepción. Este disco está dirigido a un tipo de fan muy específico de ese estilo, ya que durante 40 minutos ofrece lo máximo posible dentro de un marco sonoro conocido. Desde Hang the Merchants of Illusion hasta Vengeance Storm, cuya intro recuerda a Raining Blood de SLAYER, la música de la banda no presenta cambios ni elementos ajenos al género. Esto no impide destacar detalles como la calidad de la grabación —más allá de su búsqueda sonora deliberadamente antigua—, la habilidad de los músicos o el aspecto de la portada. La banda respeta al pie de la letra a sus influencias, algo que se percibe en cada segundo. Al analizar este disco, la única forma de evaluarlo es dentro de esta vena musical; de lo contrario, carece de propósito y corre el riesgo de pasar como otro disco más del montón. Pedro Augusto y Juan Lerda son dos bestiales máquinas rifferas, verdaderos animales a la hora de solear, aunque en este disco los solos quedaron como materia pendiente.
En resumen, el tono artístico del disco se encapsula en parámetros muy definidos. Habiendo escuchado entre 50 y 60 discos de nuevas bandas de thrash, quizás no se lograría distinguir las canciones ni identificar a la banda sin la tapa del álbum o la información adicional, y ese es un punto que el género debería trabajar en algún momento. De todos modos, el disco está claramente pensado para los fanáticos más fieles del estilo. No ofrece detalles innovadores, pero con este tercer larga duración, VIOLATOR ha consolidado una vez más su nombre, con otro tributo muy por encima del promedio.
El disco retoma el propósito furioso y desafiante de Scenarios of Brutality, aunque esta vez bajo una bandera más oscura que encaja perfectamente con tiempos cada vez más sombríos, reforzada por un mensaje claro contra la corrupción en sus letras. Como experiencia auditiva, no es tan brutal, podrido o asesino como otras bandas del palo, pero si se presta atención, se revelan declaraciones bien tramadas y siniestras en cada corte. Este es un triturador de thrash, obra de manos verdaderamente maníacas, y un regreso amenazante de un nombre que ayudó a legitimar en su momento el neothrash emergente.