En su hora menos oscura
Ya perdí la cuenta de las veces que MEGADETH se hizo presente en nuestro país. Vos seguramente las recuerdes a todas, o no, no lo sé, lo que si sé es que ésta vez ambos vamos a recordar que por primera vez en su historia la banda pisó suelo Patagónico. Si bien a todas las fechas no pudimos asistir claro está, sí lo hicimos en su segunda y última presentación en la ciudad de Buenos Aires previo a dar continuidad a su gira por el resto de Sudamérica, titulada como “Dystopia World Tour”. En este sentido, nos recibiría un Luna Park casi a pleno, recordando que el día anterior al mencionado habían agotado todas las localidades. Así todo, salvando las plateas laterales del recinto, el lugar se colmó. Serían de la partida en ambas noches los amigos de HELKER, de quienes ésta vez no vamos a poder emitir opinión ya que entramos minutos antes de que iniciara su acto la banda radicada en California, USA.
Y si hablamos de origen, solo deben quedar vestigios de esa ciudad en el alma de su líder ya que MEGADETH se ha transformado hoy en día en una banda medio cosmopolita, representada por sus fundadores norteamericanos Dave Mustaine y David Ellefson, y por otro lado por el belga Dirk Verbeuren (quién hace de las suyas “por ahora” en SOILWORK) y nuestro compatriota latinoamericano Kiko Loureiro (ANGRA). Seguramente hace varios años atrás era impensado que al “Colorado” se le hubiese imaginado armar una selección de éste tipo, pero bueno, todo parecería indicar que desde el contexto musical estemos disfrutando del mejor combinado en vivo después de “Cryptic Writings” quizás. Entiendo que no ha sido una tarea fácil, de hecho creo que la banda ha tenido sus momentos buenos, aunque nunca ha vuelto a tener la relevancia que gestó aquella clásica formación Mustaine-Ellefson-Friedman-Menza. Así todo, después de idas y venidas dentro de sus miembros, el único que no bajó nunca el pie del acelerador fue el mismísimo Dave, quién cuando parecía tener guitarrista se le fue y cuando parecía tener baterista también. Armar y rearmar, esa siempre pareció ser su gestión.
El año 2016 los muestra girando a pleno por el mundo y presentando este nuevo y décimo quinto disco de estudio que, si bien no es una locura, mejoró mucho respecto a los anteriores a decir verdad. Y digo esto ya que soy definitivamente de los que cree que la banda no edita un disco groso de estudio desde “Cryptic Writings”/“Risk”, con los cuales si bien no fue una grabación enloquecedora, me gustó. Y siendo congruentes con “Dystopia”, no tuvieron mucha timidez e hicieron varios del mismo, probablemente los mejores de la placa y claro está, los mecharon con los clásicos de antaño que le dieron el reconocimiento del que hoy gozan. Ahora bien, ya posicionándonos en el show, la banda tuvo un buen desempeño en vivo, donde no solo basta un buen sonido e iluminación para que todo funcione, sino que es donde las papas queman más allá de que tengas miles de shows arriba de un escenario; por los cuatro fue una noche redonda.
Sería la intro de “Prince Of Darkness” (del ya cuestionado “Risk”) la que nos daría la bienvenida para que la banda arremeta con toda furia con un clásico infaltable como “Hangar 18”, con lo cual si pretendían meterse a la gente en el bolsillo de una, lo lograron. Obviamente para que todo el paquete se luzca, la banda reflejó una linda escenografía retratando su nueva placa (sólo las bandas grandes tienen la chance de poder mostrarla en Sudamérica), un buen sonido y una buena iluminación. Así todo por momentos una de las torres laterales de parlantes sufrieron algún déficit en su funcionamiento que desdibujó el show a modo transitorio, hasta que finalmente el error fue corregido desde la mesa de control. Vale aclarar también que en algún momento la viola de Kiko se perdió, pero por suerte esto no fue una constante, al menos con los oídos posicionados desde el campo. Pero bueno, estos son los detalles de la música en vivo, los cuales quizás ellos como banda no se los auto-perdonen, más allá de que no opaquen el disfrute.
Y si de goce hablamos creo que todos salimos contentos, sí, con onda, de esa con la que no lo veía a Dave arriba de un escenario desde hace mucho tiempo atrás en sus shows. El amado “Colorado” hizo chistes, se emocionó, se rió una y mil veces y hasta se tomó el tiempo de responderles a los fans más cercanos quienes no paraban lógicamente de decirle cosas. Y desde el aspecto musical debemos decir que estuvo muy bien, y su (condimentada) voz mucho mejor que otras veces (¿Se acuerdan del show con BLACK SABBATH?…pfff, mamá!), así todo, son cosas naturales, como lo es para él llegar nuevamente a nuestro país con su equipo de trabajo y sentirse como en casa. Y terminé entendiendo que es la gente la que los hace sentirse como en casa. En definitiva debe ser a la única banda que de corazón les creo cuando dicen que somos el mejor público del mundo. Bueno, no por cualquier cosa decidieron grabar en su momento un disco en vivo acá.
Así es que más allá de todos estos preámbulos, el show superó todas las instancias musicales álgidamente y salvando algún que otro pequeño parate para refrescarse, fue un evento casi de corrido (1h 50’). Vale destacar que diferencia del primer show, solamente agregaron “Rattlehead”, canción perteneciente al primer disco de la banda y que hace en cierta medida referencia a la mascota de la banda, la cual hizo su aparición para el cierre durante la ejecución del clásico “Peace Sells”. Sí me llamó poderosamente cuanta atención le dedicaron al nuevo disco, del cual ejecutaron al menos seis canciones entre las que se destacaron “The Threat Is Real”, “Poisonous Shadows”, “Conquer or Die!”, “Fatal Illusion” y la homónima “Dystopia”. Tampoco es que me haya asombrado ya que el tour fue gestado para eso, mostrar el nuevo material en vivo, pero si de clásicos hablamos sonaron varios, pero no todos los que hubiésemos querido. Obviamente que soy consciente al pensarlo ya que con tantos discos y éxitos editados, medio como que se complica poder meterlos en un mismo show. No me queda otra que resignarme y esperar con ansias ese tour que en algún momento harán de despedida como banda mostrando con exclusividad esos grandes hits.
Y si de individualidades hablamos también fue el show donde Mustaine les dio mucho protagonismo a sus compañeros; sin ir más lejos Kiko ejecutó en más de una oportunidad no solamente los solos de guitarra concebidos por el mismo en el nuevo disco, sino también aquellos emblemáticos que solo suenan bien cuando los tocan Dave o Marty Friedman. El brasilero no hizo más que transportarme con destreza al trabajo realizado por los mencionados y salvo algunos solos sueltos realizados por el “Colorado”, Loureiro se puso al pecho en calidad y cantidad cada uno de los que le tocó. Por citar alguno, llegaron desde sus cuerdas partes de “Tornado Of Souls”, “Trust”, “Symphony…”, “Wake Up Dead” y hasta se dio el lujo de quedarse cara a cara con su acústica realizando una cálida y recreativa versión de “A Tout Le Monde”. Muy bien por el coterráneo. Tampoco es que el “Colorado” la vio pasar, no para nada, de hecho hizo de las suyas en canciones como “Holy Wars…” o bien la trabada y pegadiza “Sweating Bullets”, por nombrar algunas.
También tuvo la chance de mostrarse el siempre bien predispuesto de David Ellefson para hacer de las suyas en la contundente “Dawn Patrol”, mientras de fondo llegaba desde una pista la voz de don Dave, intercalándola a posteriori con otra pariente del disco como “Poison Was The Cure”. El bajista le metió toda la onda desplegándose de lado a la lado en el escenario y retrató cada nota en compañía con nuestro famoso y querido “Hey!, Hey!, Hey!…” mientras se disponía a arengar al público. Así que todos tuvieron su cuota de protagonismo, de hecho sin ir más lejos, Dirk, respondió de muy buena manera, a quién si bien en más de una oportunidad el “Colorado” le hizo alguna seña para que apure la nave para no perder los tiempos, estuvo muy acertado. A diferencia de Shawn Drover (fue el último que vi en vivo) debo decir que se destacan entre sus cualidades un mayor tecnicismo y por otro lado mucha más energía y onda, por sobre todo en cada golpe que le imprime al parche. Bueno, tampoco tanto esfuerzo quizás haya que hacer para eso, pero respondió muy bien tanto con las canciones viejas como nuevas. Pareciera que estamos ante un estudioso del tema más allá de que el disco lo haya grabado Chris Adler.
Y como les comenté, hubo momentos para la emoción entre Dave y el público en un tramo del show, quién en algún pasaje adrede quedó a solas con la gente, quienes no hicieron más que corear su nombre y ponerlo donde merece como músico. Y entre palabras van, palabras vienen también fue momento para que desde la boca del mismísimo guitarrista y vocalista nos diga sin mucho titubeo que la banda entraría en un receso finalizado el tour. Sus palabras fueron más o menos así: “Quiero que sepan que por un tiempo largo MEGADETH no volverá a la Argentina, hay otras cosas de las que también debemos ocuparnos”. Con lo cual amigos, si no se acercaron a verlos, sepan que la banda después de cerrar sus compromisos descansará. ¿Y saben que? Me pega un poco mal, pero creo que muchos de nosotros si bien sabemos que no es el fin de la banda, suponíamos que este momento de STOP iba a llegar tarde o temprano.
Termino concluyendo que nos llevamos un muy buen recital en el bolsillo y también entendiendo que ha sido una reivindicación de las pasadas y recientes presentaciones de MEGADETH en la Argentina. Me da la impresión que hay banda para rato por lo mostrado; así todo, si con esta formación deciden seguir despuntando el vicio haciendo lo que más les gusta, creo que el mismo rodaje y ediciones futuras de discos los posicionarán mucho más arriba de lo demostrado. Sabemos de las cualidades musicales del “Colorado” y todo por lo que su mente pasa se transforma en oro, independientemente si con el correr de los últimos años no ha seducido paladares. Al fin y al cabo tampoco interesa tanto, de hecho creo que lo logrado en toda su trayectoria, se convierte en algo completamente superador del reflejo puntual de un show. Eso, a los antecedentes me remito.
Texto: Hernán Mazón
Fotografía: Estanislao Aimar
Agradecemos a Diego Perri por la acreditación al evento. | © METAL-DAZE.com | Todos los Derechos Reservados | Facebook | Twitter |
Galería:
También podría interesarte
-
Entrevistamos a Rodrigo Oliveira y Timo Kaarkoski de ARMORED DAWN: “La gente tiene que aprender a alegrarse por el éxito de los demás”
-
Entrevistamos a Pasi Kauppinen de SONATA ARCTICA: “Pumkins United hizo que el power metal volviera a ser grande”
-
Entrevistamos a Martín López de SOEN: “Ya no estamos en los ’80, el diablo no asusta y los dragones no son de verdad”