Lo que alguien alguna vez nunca hubiera imaginado, sucedió. Desde las más recónditas tierras Alemanas, ACCEPT llegó por primera vez a la Patagonia Argentina con dos fechas inolvidables y se plasmó musicalmente en historia. Historia que para suerte de algunos de nosotros probablemente no se repita, no porque la banda no vaya a querer hacerlo más, sino porque el apoyo que imaginé por parte de la gente nunca estuvo a la altura de la circunstancias, no por el aguante pero si por la no asistencia, cuestión que en definitiva termina perjudicando no solo a los que deseamos que las bandas internacionales bajen a la región sino que por sobre todo a los organizadores, quienes son los que erogan parte de sí para que tamaña banda cómo ésta haya llegado. Más allá de eso, los Teutones pasaron por la ciudad del viento y dieron cátedra ejecutando un setlist más que ensayado y practicado. De hecho sin ir más lejos, salvo algún que otro tema, fue una lista calcada a la de varias fechas atrás, cuestión que de ellos no sorprende.
Para la ocasión los recibiría el Predio Ferial de la ciudad de Comodoro Rivadavia, el cual les quedó enorme, justamente por lo mencionado al principio. Dividido por un gran telón, vivimos en show íntimo les diría y los cientos que estuvimos presentes nos deleitamos en tenerlos a pasitos nuestro. Bajo una escenografía sencilla, pero bien pensada y contundente, un gran juego de luces y un escenario de sobra para poder desplazarse, la banda Alemana hizo gala de cada una de sus canciones y ante una fresca noche Comodorense llevaron el termostato de la historia al nivel que todos deseábamos sin lugar a duda.
Los encargados de abrir el telón serían los amigos de CEGADOR, una banda histórica de la ciudad petrolera que después de una veintena de años volvió al ruedo con varios de sus integrantes originales y algunos como es el caso de su baterista, que llegaron con sangre nueva a renovar la cosa. En alrededor de media hora y un tanto apremiados por los tiempos, los practicantes de heavy metal Argentino hecho y derecho revivieron canciones de la vieja época pero no se atrevieron a mostrar ninguna de las nuevas que ya han plasmado en lo que será su futuro primer disco de estudio. En este contexto seguramente, más de uno estuvo esperando un momento de estas características ya que sin ir más lejos, la agrupación Patagónica siempre fue un grupo recordado en la zona, a pesar de no haber dejado grabado algún material en buena calidad. Sí varios demos “garageros” de ellos quedaron dando vueltas en nuestros pasa cassettes, los que no hicieron más que de una u otra manera siempre los tengamos presentes.
La historia de CEGADOR por si sola recuerda aquellas viejas épocas como actos soportes con la llegada de las primeras bandas a la Patagonia, como lo fue con HERMÉTICA (por mencionar alguna) y ahí estuvieron ellos haciendo el aguante, lapsos de por medio hasta que la historia se cerró. Hoy por hoy podemos decir que lo relatado fue transitorio, ya que la vida de revancha y en congruencia a eso alguien decidió darle nuevamente vida a sus sonidos, desempolvando temas viejos y creando algunos nuevos. Las canciones que escuchamos fueron casi de corrido, lo que nos hace imaginar que ante la presencia de una banda internacional quedan al margen los horarios que cotidianamente maneja la ciudad en conciertos locales en la materia y lo que se pretendió inicialmente como horario de salida de la banda principal, sólo se prolongó quince minutos.
De movida con canciones como “Dama de noche”, a la que le costó agarrar viaje con un sonido acorde a las circunstancias, recorrieron gemas como “El día final”, “Toque de malicia”, mi favorita “Campesino” y cerraron la historia con “Bajo la línea” y “Vientos de muerte”. Interesante trabajo, donde se pudieron fundamentalmente rescatar un serie de cuestiones en hombres de vasta experiencia, pero que sin ir más lejos el en vivo otra vuelta de rosca les dará. El siempre virtuoso Bargas en las seis cuerdas, la siempre impactante voz de Tonny, cual con el paso de los años siempre sonó vigente, la energía, estilo y onda del Chelo, así como el muy buen aporte desde las otras seis cuerdas por parte de Pedro y siempre todos sustentados por el joven Julián, a quién parece no le tembló nunca el pulso desde que arribó a la banda. Muchas veces uno cuando asiste a un show, siente de que no se hace justicia con las bandas soportes elegidas, así que si me permiten decirlo, salí con un sabor distinto en ese sentido, entendiendo que estos muchachos con su llamativa vuelta, tenían que estar ahí, a pesar de que en Comodoro sobran los músicos talentosos en la materia.
Con esta antesala, saldrían los amigos de ACCEPT a detonar un recinto que se fue cargando de gente gradualmente. Y bajo la sombra de un show de alrededor de una hora y media nos dejaron con la panza llena. A veces no es sencillo expresar lo que a uno le dejan las bandas, más aún cuando estás son emblemáticas y acarrean tanto en su historia. La cosa es que el día anterior habían tocado en la ciudad de Buenos Aires y ya los primeros comentarios hablaban de que todo había estado genial. Y dado que ya había tenido oportunidad de verlos, no me cansé de decirle a quién se me cruzaba de que la banda nunca defrauda y te tiran toda su experiencia por la cabeza desde arriba del escenario. No les mentí, así fue. Los muchachos liderados por Wolf y Peter rompieron todo tipo de esquemas.
Con un gran sonido, lindas luces y un escenario a la altura de lo que en show requería, presenciamos un espectáculo que a pesar de estar en la Patagonia, (donde no todo está al alcance de la mano) los productores del show hicieron un gran esfuerzo y se vio plasmado arriba del escenario, situación que hay que revalidar. De hecho, sin ir más lejos, me ha tocado estar en shows en la ciudad de la furia y si bien es un lugar donde todo está al alcance de la mano, muchos shows han dejado mucho que desear. En esta oportunidad, con una entrada más que a un módico precio, los Alemanes la rompieron pero no quiero dejar de recalcar que no hace falta estar donde todas las bandas llenan para que la historia funcione como debe funcionar.
A nivel musical presenciamos una banda con trayectoria, prolija y extremadamente clásica, que sigue manteniendo vigente esos coros característicos, riffs endémicos de los ’80 y una voz que a pesar de tener una melodía distinta, mantiene un eje con el sistema originario y que a mí entender la ha puesto en otro nivel en lo que han sido los últimos cuatro discos de estudio. Justamente arrancarían con “Die by the sword” de “Rise…”, su más reciente y de ahí en adelante programarían un setlist con muchas mixturas pero sin perder el hilo clásico, recordándonos canciones emblemáticas entre las más recientes pero sin perder su cuota contemporánea.
ACCEPT es el MAIDEN Alemán y como tales mantienen en su estructura un profesionalismo pocas veces visto y sino explícame cómo hacen para después de 42 años metaleando cómo llegaron adónde llegaron. No es poca cosa, para nada, y cada riff, como cada embate del bajo o la viola denotan trayectoria, enmarcados definitivamente en el propio peso de su historia, cual los sustenta. Canciones como la mezcla emergente de algunas recientes y otras no tanto como “Stalingrad”, “Restless…”, “Breaker”, “Pandemic”, “Koolaid”, “No regrets”, “Analog man”, “Final journey” o bien la hermosa y melódica “Shadow soldier”, fueron la pócima justa para tenernos más que entretenidos y como tal cantaron por sí solas antes el poco atrevimiento del público en moverse un poco más de donde cada individuo estaba parado.
Bueno, convengamos que tampoco mucho se puede pedir ya que la mayoría de los que estábamos ahí superábamos los cuarenta pirulos con tranquilidad, pero a pesar de eso, a más de un “viejo” se lo vio mover la peluca con canciones como “Neon nights”, “Princess…” (una larga interpretación con mucha participación de la gente), “Monsterman”, “Up to the limit” y la gloriosa “Metal heart”. Entre medio de todo esto, nada importó, de hecho a C. Williams se le rompió el parche del redoblante en una de las canciones intermedias y siguió haciendo sonar de redo a un tom superior con el fin de amortiguar los acentos que originalmente deberíamos de haber escuchado. Con holgura la zafaron y estuvo bien que así sea, cancha les sobra.
También tuvieron que sortear algún tipo de problema con el micrófono de la voz líder y Mark tuvo que utilizar transitoriamente los micrófonos de los coros entre medio de risa y siempre muy buena onda. Se los vio felices, contentos, casi no creyendo llegar donde llegaron y así fue. Por esa suerte de la vida, previo al show, estuve con ellos y me manifestaban con total humildad lo loco que era para ellos llegar a lugares así simplemente por el hecho de hacer música. Buena onda, la mejor, definitivamente. Para el cierre en los bises mantuvieron la congruencia del setlist y jugaron con canciones emblemáticas como “Fast as a shark”, la pesada y contundente “Teutonic terror”, “Stampede”, “Bucket full of hate” y cerraron como lo hacen siempre con el clásico de los clásicos: “Balls to the wall”. Gran visita de ACCEPT a la Patagonia, gran trabajo de los Alemanes. Hay carisma, trayectoria y mucha pero mucha experiencia. Creo que a más de cualquier músico se le hizo agua a la boca con el solo hecho de saber que esta gente esta más viva que nunca y que bajo todo lo que ejecute Hoffmann arriba del escenario, siempre se respira calidad, prolijidad y belleza escénica.
Me deja un sabor amargo todos aquellos que decidieron quedarse en su casa y perderse este tipo de bandas o shows. No me extraña la verdad, el público Comodorense siempre fue extraño, como raro… sino recordá las veces que llegaron SEPULTURA o bien como los más recientes de AT THE GATES, donde muy pocos se acercaron a bancar la parada. Pareciera ser más sencillo o que a algunos les guste erogar 25 lucas como mínimo en ir a ver a la misma o cualquier banda a la ciudad de Buenos Aires, pero después cuando no venga ni el loro, no lloremos por los rincones ya que la entrada estaba sólo cien mangos más cara que en BA, se podía pagar en módicas cuotas ya que se avisó con tiempo y te podría dar mil ejemplos más del porque deberías de haber ido. Pero bueno, hay que respetar decisiones o situaciones personales quizás, pero debo decirte amiguito que muy difícilmente veas a la brevedad una propuesta escénica y musical como esta que garpe de verdad. ACCEPT hay para rato, show internacionales que lleguen para acá no sé cuántos más (si, viene BLAZE BAYLEY en enero así que andá). Que se yo… el tren pasó una vez y Alemania soltó un vagón, qué pena que no lo viste rodar.
Texto: Hernán Mazón
Agradecemos a Arriba El Telón Argentina por la acreditación al evento.
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