BORIS en vivo en Argentina: “Noche de fuzz y comunión”

Cada vez son más los casos de bandas o artistas que, tras una extensa carrera y un legado sólido y asegurado, sumado a la ansiedad y dudas de los fanáticos, deciden finalmente aterrizar en suelo latinoamericano, zona que en las giras suele quedar relegada al último lugar. A algunos casos recientes (TOOL, CONVERGE, ULCERATE) se les suma otra celebración: la llegada de los japoneses BORIS, quienes debutaron en Argentina en un contexto por demás atractivo: la celebración del vigésimo aniversario de Pink, su obra cumbre editada en 2005 y tal vez la responsable de ponerlos en el mapa de la música pesada.

La propuesta de BORIS siempre fue difícil de encasillar: si bien el adjetivo que predomina y más los define es “Heavy”, en su caso el término puede aplicarse tanto al stoner como al drone, la psicodelia, el post rock, el shoegaze o incluso el ambient. Con una carta de presentación tan atípica y arriesgada, puede ser tentador pensar que en su debut local la propuesta tendría lugar para unos pocos, pero el abultado público que llenó El Teatrito demostró que el trío japonés pisa fuerte en nuestro país y que la espera de la visita congregaría a un buen número de fieles.

La cita se dio en el marco del Festival Buenos Aires Noise y contó con dos invitados locales: los encargados de inaugurar el escenario fueron los muchachos de DRONEGO, dúo de bajos que en poco más de media hora hicieron gala de un potente drone que captó la atención de los primeros curiosos que iban llenando el recinto. Una propuesta arriesgada, sin dudas, pero de la que el dúo salió victorioso. Luego llegó el turno de ARARAT, proyecto recientemente reactivado del ex NATAS Sergio Chotsourian y que en formato batería y bajo terminaron de calentar el escenario con una performance que osciló entre el rock garagero y el stoner más primitivo que Sergio supo cultivar en su histórico grupo. Palabras de agradecimiento a BORIS y ahora sí, finalmente, y luego de una demora de media hora, los encarados de cerrar la noche y responsables de a concurrencia dijeron presente.

Con un sonido potente y nítido, pero que con el correr de los temas se iría corrigiendo, el trío japonés arremetió de golpe y sin mediaciones con lo prometido: la celebración de Pink y un recorrido centrado en su lista de temas; así Blackout y su riff intrincado inauguraron la noche, seguidos por la canción homónima e Ibitsu. El público presente respondía estallando en un pogo algo reducido y coreaba tanto las canciones como los interludios entre tema y tema, dónde el baterista Atsuo aprovechaba para azotar el enorme gong que custodiaba su batería. Luego del canto de feliz cumpleaños (había sido el día anterior) a la bajista Wata, el trío ofreció una sorpresa por fuera del set principal e interpretó el cover Rainbow que sirvió para bajar las revoluciones del público gracias a su medio tiempo reposado y permitió ver la dualidad de la respuesta de los presentes. Esto denotó que la propuesta de BORIS en vivo ofrece una doble reacción: mosh y descontrol por momentos y contemplación cinematográfica por otros. Luego, la banda continuó con The Eviltone Which Sobs y Akuna No Uta que le devolvieron la electricidad al público que recibía con el mismo entusiasmo a las canciones del álbum celebrado como las mencionadas pertenecientes a Dronevil y Akuma no uta.

Una falsa despedida con Farewell y para los bises la banda volvió al escenario y arremetió con Flood, canción perteneciente al ya lejano álbum homónimo publicado en 2003 y que manejó una cantidad de climas y secciones en las que tanto Wata, Atsuo y el guitarrista Takeshi pudieron desplegar su virtuosismo. Minutos después, el obligatorio saludo final, agradecimientos por la cálida recibida y la promesa de un retorno cerraron una noche a la que le cabe, sin problemas, el rótulo de “histórica”: por tratarse de un debut dilatado durante casi 30 años, por ser la excusa para celebrar un disco insignia del género pesado y, lo más importante, por afirmar que la propuesta tan personal e inclasificable de BORIS tiene lugar en el público local.

Texto: Franco Felice

Foto: Cortesía de Gastón Chiacchiari

Agradecemos a Rock City Agencia por la acreditación al evento. 

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