Fecha: Sábado 10 de abril | Hora: 21.30 hs. | Ciudad: Comodoro Rivadavia (Chubut) | Lugar: El Trahuil | Banda invitada: PANDEMIC
Resulta raro por los momentos extraños que vivimos poder llegar hoy en día a tener la chance de presenciar un show en vivo, lo que es lógicamente comprensible, aunque haciendo las cosas con criterio, hay actividades que no deberían de haberse frenado nunca, entre ellas las del rubro cultural. INORGANIC debería de haber llegado a Comodoro Rivadavia hace un año atrás y finalmente el pasado 10 de abril lo pudo hacer solamente a una sola localidad de la Patagonia Argentina. Inicialmente estaba previsto que la banda haga un mini tour, visitando primero Trelew, para luego cerrar la historia en Comodoro. La banda arribó vía aérea a la ciudad del valle, pero por cuestiones gubernamentales justamente asociadas a la pandemia, no les permitieron tocar como estaba previsto. Con lo cual la banda hizo noche por aquellos lados y emprendió viaje vía terrestre a la ciudad del viento para poder efectivizar su show.
Sinceramente hasta el día anterior de que salgan de Buenos Aires yo pensé que la historia no se iba a dar, pero finalmente la banda pudo llegar y hacer su show. Para la ocasión se dispusieron las instalaciones del El Trahuil, local que tuvo que adecuarse a los protocolos vigentes y hacernos vivir un show de metal extremo de otra manera. Todos sentados, con mesas de por medio, vivimos un show a pleno headbanging desde el banquillo. Con no más de 100 personas adentro del recinto, la historia arrancaría de la mano de PANDEMIC, banda oriunda de la ciudad de Puerto Madryn, la cual si bien arrancó un tanto más tarde de lo estipulado por cuestiones personales (poco después de las 22 hs.), dieron un show hiper contundente. Debo ser sincero y contarles de que lo que hacen no es de mis géneros preferidos, para nada, aunque como cronista trato siempre de ver las bandas con las que no tengo tanta afinidad desde un punto de vista más tirando al aprendizaje que a otra cosa. Y a decir verdad, me sorprendieron gratamente.
Y si hablamos de eso, su cantante fue lo que más me llamó poderosamente la atención. De lo que estoy plenamente convencido es que si hay algo que definitivamente no le debe faltar a una banda de su estilo es una voz guturalmente podrida hiper compuesta, y Desiree Napal tiene eso y mucho más. La chabona se canta todo y respeta al hartazgo los sonidos que la banda pretende. No es sencillo lograr la vocalización a la que llega y su canto en medio de la pudrición, atrapa. Juega más con graves que con agudos, pero si a experiencias personales me refiero, después de haber visto en vivo cientos de bandas con cantantes femeninas, habría que hacer un cuadrito aparte para su trabajo. Hay un gran laburo también de sus compañeros y destaco en este sentido del que lleva puestas las botas en las cuatro cuerdas. En algo así como media hora tocaron temas propios, recorriendo parte de su más reciente EP “Grinding Humans” (2018) y no emitieron muchas más palabras que lo que vomitaban musicalmente sobre el escenario. Algún instrumental a intermedio del setlist, los despediría de las tablas después de 45′. Headbanging de lapsos estrechos pero contundentes, gritos del más allá, escasez de solos de guitarra con dotes de tecnicismo… le llaman brutal death metal, si ponele, pero brutal definitivamente lo vivido fue.
Posteriormente llegaría el turno de la banda principal, y a diferencia de otras veces, la historia se tuvo que acomodar con los horarios de circulación nocturna, con lo cual todo debía terminar antes de la 1 AM para que la gente llegue a su domicilio en tiempo y forma por los protocolos actuantes. Y a decir verdad estuvo genial. Particularmente ya no me banco para nada esos shows que arrancan a las 3 de la mañana y que terminen a cualquier hora (si ya estoy viejo…¡¿y que?!), hacen de que pierda mi capacidad de disfrute, con lo cual si algo coincidimos entre varios de los presentes con los que intercambié palabras fue eso, la pandemia al menos ayudó con el horario a llevarla la historia a un terreno más normal.
Y que decir de INORGANIC, la banda se lució. Cumplieron con lo manifestado en la entrevista que les hicimos, sonaron de primera y dejaron todo de si. El show consistió lógicamente en mostrar por completo “O.N.E. (Orion Nebula Exposure)” y a ese “pack” sumarle como novedoso un tema nuevo llamado justamente “Empty Pack”. Sería recién después de las 23.20 hs. que levantarían los brazos para dar con pedazo de show. Si bien conozco bien a la banda, nunca había tenido la chance de verlos en vivo; tanto para ellos como para la gente de acá pasó mucha agua por debajo del puente para que podamos volver a ver una banda en vivo. Probablemente ese tipo de ansiedades hace de que en definitiva todo se deguste mejor, no lo sé, pero de lo que si estoy seguro es de que si hacés 2000 km. para visitar un sitio, pareciera no haber cansancios de viaje que afecten la propuesta.
Como les contaba, tocaron el disco completo y casi de corrido, digo casi ya que hasta el tema 6 del CD, fue un calco de “The Secret Chiefs” a “Rebirth”. Seguramente los músicos con todo el bagaje de autoexigencia que se que autogeneran, dirán: “no sonamos igual que el disco che”, pero para los que lo hemos escuchado una y mil veces sentimos que estábamos en el sillón del living de casa sobre-elevando la potencia de lo que teníamos grabado en nuestras mentes. A mitad del set después de realizar temas propios llegó la hora del gran cover que metieron de SEPULTURA, “Mass Hypnosis”, que poco dista del contexto del álbum en si y oficia como una especie de continuidad al contexto en materia de letras que tiene la placa. Claro que para ese entonces con más de media hora metida adentro las cosas fueron mucho mejor, creo que para ellos y para nosotros. Por un lado la entrada en calor sirvió no sólo para que se sientan más cómodos con sus cuerdas vocales e instrumentos, sino también para que desde la consola se entregue de mejor manera los graves, medios y agudos y otro tipo de vericuetos que requería la propuesta.
Situación normal para cualquier show es, claro está, pero en mi vaga experiencia en la materia, hay shows que arrancan mal en materia de sonido y terminan peor, para nuestra suerte, este no fue el caso, así que repartan porotos. Hubo un gran y metódico trabajo de Alejandro Russo, un chabón hiper detallista que por lo que me tocó ver, no se permite error algunos en sus ejecuciones ya sea en los riffs o bien en cada solo intrincado que emite. Por otro lado Ramón es un crack, de perfil bajo pero lleva lo hilos desde los graves y conjuga de buena manera su trabajo con el del talentoso baterista Fernando Matías, que con un diámetro de bombo más grande que lo común que uno normalmente ve, no le pierde pisada alguna a nadie. Bajo este contexto, está más que claro también que una banda de este estilo, necesita de un muy buen backup de violas desde el fondo con el seguimiento firme de bases sólidas y en esa película se enmascara Pablo, un chabón que no pierde su lugar y que siempre está atento a todos los cambios bruscos que la banda da en su propuesta en la que podemos saborear muchos géneros fusionados pero con orientación personificada.
Y la frutilla del postre como quién dice uno, la pone el melómano y tocayo de quien redacta, Hernán Alzamora quién a propios y extraños ha sorprendido a más de uno con los cambios dispuestos en su vida vocal. Sube, baja, guturaliza, desguturaliza y aplica en su sello propio un esquema bastante distinto al que todos lo conocemos desde hace años con su genética banda llamada ZOOFILIA. Es probable que mucho de lo que muestra esté asociado a todo el metal que mamó consigo desde chico, vaya uno a saber. Pero ojo, Ale desde el fondo cubre también esos huecos necesarios en cada coro en muy buen manera, pero el carisma en la banda lo pone Hernán como buen frontman que es, siendo llamativo el salto drástico que da con su conducta para quienes lo conocemos un poco más abajo de las tablas, más aún magnifica su entrega.
En el bloque de cierre llegarían “Great Attractor”, Imploding Cosmos”, “Xenogenesis” y la nueva “Empty Pack” a la que después de terminar de tocar a modo de mea culpa refirieron su poco ensayo y entendí que fue así. La estructura de la canción mantiene el eje de lo que la banda mostró en su primer disco de estudio, pero me costó un tanto digerirla, quizás por las cuestiones manifestadas, algo le faltó y es probable que a futuro tenga sus cambios quizás, no lo sé, pero que definitivamente encaja con lo propuesta, no tengo duda alguna. Casi con el segundero en la mano la banda se fue y ante el pedido de la gente que metan un temita más, se despidieron biseando una de las mejores de la placa para mi, “Black Sun” quién junto con “H.A.A.R.P.” son de mis preferidas. Fue así que poco después de la medianoche bajaron y con ellos se fueron quizás por un tiempo largo, la llegada de otras bandas del país a la región y si así no fuese, ojalá me equivoque.
Me queda el alivio en cierta medida de que todo esto que relato, era algo que tenía que suceder. Pegó en el palo la llegada, pero si hay algo que no tenía que fallar y no falló fue lo que la banda dejó, que al fin y al cabo era lo que todos necesitábamos en la venas. Una banda hecha y derecha con mucho para entregar, 100% industria nacional, pero con una fuerte escuela extranjera alentada por los dotes particulares de cada músico, algunos de ellos devenidos en talentosos buscadores de sonidos detrás de las perillas. Vamos por más brutalidad cargada de talento, vamos por una segunda placa que realce el trabajo ya realizado, vamos por más bandas que rompan la estructura del metal más tradicional Argentino, había que atreverse y ellos lo hicieron, no solo con un primer disco, sino también con una primer llegada que deja las puertas abiertas de un nuevo cosmos, algo así como lo que ellos han planteado.