ANATHEMA en vivo en Argentina: “Armonía musical contaminada de soberbia”


Armonía musical contaminada de soberbia

Una nueva visita de los hermanos Cavanagh, una nueva marca de ANATHEMA en Argentina, otro hecho negativo más con los medios de prensa. Un show largo, denso y melancólico; un grupo de personas que no cesa de corear y disfrutar cada canción. La realidad indica que para la altura de las circunstancias ya casi que perdimos la cuenta de la cantidad de veces que llegaron los ingleses a nuestro país, pero si los registros no fallan, estaríamos ante la quinta visita del quinteto. Cuestiones dejaron marcas, muchas probablemente. He aquí los hallazgos, de una noche distinta, de un noche extraña, pero no de una noche cualquiera.

Para la ocasión nos recibiría un Teatro Vorterix, no repleto, pero si con una planta baja concurrida. Nuestro arribo se produjo un poco después de que hayan dejado su huella sobre el escenario las bandas soportes locales. Todo parecía indicar que la noche estaba siendo gratificante por los comentarios de los presentes, y positivamente la gente se prestaba a prepararse para un banquete de no menos de dos horas de acuerdo a lo comunicado de antemano.

Sería entonces alrededor de las 21 y monedas cuando ANATHEMA decidiría llegar al escenario. Ingresarían músico por músico, con un cálido recibimiento de fondo. Bajo este contexto, la plataforma que presenta la banda de hace unos años a la actualidad, podía presagiar que íbamos a presenciar un show de bajos decibeles. Bastaba solo buscar los setlist de los países vecinos que visitaron antes de llegar al nuestro y todo rondaba ante esto. Ojo, estamos ante una banda prolija, detallista y armónica, pero que han dejado de lado sus raíces musicales y se han escapado a otro hemisferio.

Por otro lado, había cierta incertidumbre también, con respecto a las cuestiones actitudinales de alguno de sus miembros, y su posible reincidencia. Cuestión que corroboré de movida…cuando no habían tirado ni una nota, recién salidos a escena, fue el mismísimo Danny con cierta cuota de arrogancia y soberbia, que hizo callar a los presentes con un seco “shhhhh” sin un “hola” de por medio. No me preguntes porque, pero esta actitud por parte de su guitarrista líder y tecladista se repetiría bajo otras situaciones. Fue así que tuvo nuevamente, como años atrás, altercados con los fotógrafos de algún colega de prensa. Nuevamente como en otras ocasiones, accedieron para que los retraten en una sola canción, cuando el común denominador lo hace en al menos de tres temas. No todo terminó acá, y recién arrancado el show, fue el mismo guitarrista quién propinó un puntapié sobre el cuerpo del fotógrafo para que el mismo no retratara más escenas. Probablemente a sus fans más acérrimos poco les importe lo vivido, pero la verdad que lo destaco como un aspecto negativo visto desde un punto de vista totalmente objetivo, e intercalado por momentos musicales positivos.

Mas allá de todos estos condimentos, que creo oportuno destacar, la banda tuvo una gran performance. Como se comentó, el setlist fue precisamente calcado a lo que venían ofreciendo en los países vecinos, sin muchas sorpresas. Recorrieron temas de sus más recientes álbumes como We’re Here Because We’re Here“Weather Systems”, “Distant Satellites” y alguno más antiguo como “Alternative 4” o “A Natural Disaster”. Como te decía, olvídate de que la banda practique algo de su lado más doom, nada de eso pasará. Con lo cual, si te acercás a verlos en algún momento vas a terminar presenciando una banda rockera moderna, alternativa, con betas progresivas, pero del palo soft, casi meditacional. Hasta es más, tendríamos que pensar seriamente los medios de prensa metaleros acerca de cuanto una banda de este estilo puede dejarnos como tal, pero bueno, el pasado quizás los condene, como a muchos de los cuales los siguen.

Llamaba también poderosamente la atención el público presente. A diferencia de los recitales que estamos acostumbrados a presenciar, el público de la banda, es variado y diverso. Siempre con predominio de gente venida del metal, pero muchas caras desconocidas en nuestro ambiente, muchas remeras blancas, otro estilo, lo que marca un giro musical claro del grupo. Eso si, hay música que transporta y lindos sonidos, no lo voy a negar, pero esa mutación, a veces, los muestra practicando guiños claros hacia raíces más venidas del pop. Y porque no, el uso excesivo de pistas y demás artilugios, hacia confines mayormente electrónicos. Así todo, el set estuvo aceptable, pasando por su nueva placa con canciones como la homónima que da nombre a la banda, la parte uno, dos y tres de “The lost song”, la parte uno y dos de “Untouchable” y otras como “Thin Air” o “Ariel”.

También es una banda que tiene sus lucimientos, fundamentalmente de lo que las voces de Vincent y la divina Lee puedan generar. El batería y el bajista acompañan, no mucho más que eso y por otro lado, el sello intelectual lo pone Danny, quién a través del uso de buenos efectos en su guitarra logra realzarla como a pocas, por sobre todo en materia de punteos. Su hermano en las voces nunca le pierde pisada y es súper efectivo, afinando con su voz cada vez mejor disco a disco. Por eso comprendo que ANATHEMA es una amalgama, a pesar de los egos que se erigen sobre el escenario. Bajo este contexto, a mi entender, pasada la mitad del recital la banda dio un vuelco mas rockero, basándose en canciones más enérgicas y cerrando el viaje con “One Last Goodbye”, “Deep” o “Fragile Dreams”. Hubo momentos en los que también los originarios de Liverpool se ligaron un poco más con el público, por sobre todo por la onda propuesta por Vincent, es más, hasta se animaron a decir y practicaron improvisadamente nuestro ya clásico “Olé, olé…”, insinuando una posible puesta en marcha del mismo en una futura placa de estudio.

Es así que hubo un público que dispuso, una banda que propuso y que llenó corazones, hasta sacando algún pogo, si, pogo. No me preguntes porque, pero me llevo del show que podés ser muy bueno musicalmente, pero cuando ostentas públicamente que tenés la capacidad en vivo y en directo de ser arrogante o soberbio, puede que en algún momento juegue una pasada contraria a tu vida, probablemente sin importar cuan bueno y efectivo compositivamente seas. Entre aplausos que acreditaron un buen show, nos fuimos, con THE BEATLES de por medio sonando, redoblando esfuerzos y levantado la bandera inglesa nuevamente en nuestro territorio. Sea quizás la música que tiene la capacidad de derribar las banderas políticas y actitudinales, pero que sin ir más lejos, a una escala distinta, ANATHEMA hizo alarde de ese sello.

Texto: Hernán Mazón

Fotografía: Estanislao Aimar


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