Año: 2021 | País: Holanda | Género: Acústico | Sello: Inside Out Music
Este marcará el 23er lanzamiento en la carrera de la holandesa y el 6to como solista. No hace falta que hagamos ninguna introducción, todos sabemos quién es ANNEKE y que su voz ha cautivado a cientos, sino miles, de oyentes a lo largo de su historia.
A diferencia de sus anteriores trabajos en solitario, este es casi completamente acústico y conlleva el peso de una etapa bastante complicada de su vida de la cual proviene el nombre del disco. Para ponernos en tema, lo que sucedió, según ella, fue que su fe en VUUR la hizo gastar prácticamente hasta el último centavo de sus ahorros en esa grabación y posterior tour. Sin embargo la recepción no fue la esperada y continuar con un segundo disco de VUUR implicaría un riesgo financiero grande. Para colmo, durante 2018, su matrimonio, que ella siempre había sentido como maravilloso, se vio fuertemente amenazado. En ese momento ANNEKE supo que tenía que escribir acerca de recomponer su vida y esto sería algo demasiado personal para VUUR y además requeriría de soledad. De esta manera, e inspirada en el arte japonés del Kintsugi, el cual predica que con el uso de un metal precioso como pegamento puede repararse un objeto roto o dañado agregándole valor y convirtiéndolo en algo de la misma forma pero diferente al original, la cantante se recluyó en una casa en un bosque en las afueras de su hogar para trabajar. Así, con su corazón enmendado y revalorizado, fue que nació este álbum predicando que es en los momentos en los que uno se enfrenta a los desafíos personales más oscuros, que se ve forzado a encontrar respuestas a las grandes preguntas de la vida.
Ahora bien, vamos a lo que nos concierne que es el contenido musical y artístico de este nuevo trabajo. En líneas generales es un álbum mayoritariamente acústico compuesto por canciones-historia que pasean a la hipnótica voz de ANNEKE por un abanico diverso de estilos musicales que van desde el folk a la música étnica de medio oriente. Sin embargo no es un disco enteramente acústico ya que por momentos, y quizás en algunos de los mejores del disco, donde la energía sube y la cosa se destapa, se perciben otros elementos que nos impedirían considerar esto como el Unplugged de la holandesa. En cuanto a su contenido lírico, creo que es un trabajo cargado de pasión y de una honestidad brutal donde la artista se permitió abrirse y dejar salir todo aquello que la atormentó durante este último tiempo a nivel personal y familiar.
Así, “Agape”, abre el disco siendo la antítesis de lo que llamaríamos una canción de amor y es una de las canciones más lindas del disco. Posee todo aquello que queremos escuchar en una canción de ANNEKE, capas de voces en armonías increíblemente logradas, melodía, gancho y ese tono tan particular de su voz. “Hurricane” junto con “Survivor” poseen un aura particular, como si poseyeran alguna especie de hechizo de encantación que nos mantiene atentos en todo momento. La primera en particular es un tema extraño, con tintes neofolk y armonías y cortes poco comunes. Es bastante percusivo y sorprenden los bronces en el interludio como colchón de su voz más suave, antes de que la canción se eleve a su climax. La segunda en cambio arranca con un aire oscuro y ofreciéndonos los registros más bajos de su voz hasta que, súbitamente da un giro de 180 grados mostrándonos a la ANNEKE que todos conocemos hasta el final. Cabe destacar un hermoso solo de trompeta hacia el final. “My Promise”, otra de las destacadas del disco, es de corte étnico que, por momentos, recuerda musical y armónicamente a composiciones más en la vena de lo que hace LOREENA McKENNITT y tiene un tinte más bien melancólico y triste. Es destacable el hermoso trabajo de cuerdas que transcurre de fondo. Asimismo, “Love you like I love you” es una bocanada de folk sinfónico (si es que algo así existe) sazonado con algo de pop bien al estilo de SARAH BRIGHTMAN pero siempre con esa impronta tan personal de ella. No obstante creo que es la canción que denota el entrenamiento clásico que ha sabido tener la cantante en su pasado y que muestra a las claras que no estamos hablando de una aficionada ni improvisada (como si hiciera falta aclarar algo así). Hermosa pieza. Otra canción muy linda, aunque profundamente triste, íntima y personal, es “The End” en donde el relato es quién cobra protagonismo por sobre la música o su voz. Una especie de confesión secreta y desgarradora a un diario íntimo sobre los sentimientos más fuertes, intensos y desesperantes que discurrían por su mente en ese momento.
Hasta aquí, viene todo mas o menos bien. Sin embargo, como sucede muchas veces, hay cosas que no son del todo gratificantes; más aun considerando la intensidad que conlleva este trabajo. Hay canciones como “Keep it simple” que, si bien son agradables al oído y se dejan escuchar muy bien, para el oído de quien siguió la carrera de ANNEKE, traspasa el límite hacia el pop y no levemente. Lo mismo sucede, pero no tanto, con “The Soul Knows” que, en lo personal me recuerda a aquellos hits acústicos tan populares de los 90 en manos de artistas como NATALIE IMBRUGLIA, JOAN OSBOURNE O JEWEL. “Losing You” es una hermosa balada, realmente cargada de emotividad y de una melodía realmente hipnótica pero también cae dentro de lo popular y hartamente trillado. Y no digo que esto esté mal, solo que no es algo que uno espere quizás para una canción de esta artista. Finalmente “Lo and Behold” y “I saw a car” son dos canciones que, perdonen la honestidad, no deberían pertenecer a este disco. Suenan completamente fuera de lugar, sobre todo la segunda en donde ni la melodía ni las armonías están lo suficientemente trabajadas.
Está claro que Darkest Skies no es el mejor disco de su carrera solista y que, sin duda, deja a más de un viejo fanático queriendo un poco más o tal vez buscando alguna reminiscencia a los trabajos realizados junto al gran DEVIN TOWNSEND por ejemplo. Sin embargo tampoco defrauda y encuentra a una excelsa cantante transcurriendo, a los 47 años, uno de sus mejores momentos e incluso adentrándose en nuevos territorios, reinventándose y desnudando el alma frente a su público. Es un hermoso trabajo que desafía a muchos (no por primera vez) a dejar atrás viejos estandartes y entender que ANNEKE ya no es solo la cantante de THE GATHERING, VUUR o la colaboradora de LUCASSEN o TOWNSEND. ANNEKE ya ha mostrado que hay otros horizontes que le interesan y nutren su carrera y este es una prueba más de ello. El que quiera entender que entienda, y el que no, que siga de largo.