Fecha: Domingo 1 de octubre 2023 | Lugar: Teatro Flores | Ciudad: C.A.B.A. | Hora: 20 hs. | Banda Invitada: BOUDIKA
Si pensamos en sus recorridos musicales, la reunión de ANNEKE VAN GIERSBERGEN y MARKO HIETALA no es para nada casual. Tanto el uno como el otro fueron parte clave del crecimiento de distintos géneros de metal europeo donde las voces femeninas fueron protagonistas. Mientras la holandesa lo hizo desde THE GATHERING (evolucionado desde el doom gótico al trip hop), el finlandés le dio a NIGHTWISH un salto de calidad definitorio cuando ingresó para participar de “Century Child”. Anneke dejó T.G. para iniciar una carrera solista que tuvo momentos buenos pero, en general, fue irregular; Marco acusó un cansancio físico y mental para dejar de ser parte de los finlandeses, retomar su carrera (había sido parte de la banda TAROT entre otros proyectos) y llegar incluso a lanzar su primer disco solista denominado “Pyre of the Heart Black” que prácticamente fue lanzado en paralelo a su salida de NIGHTWISH.
“6 Cuerdas y una voz, una tarde con…” fue el nombre que los protagonistas eligieron para nombrar este recorrido por canciones pertenecientes a sus respectivas carreras, mezcladas con versiones de algunas canciones de otros artistas elegidas especialmente para la ocasión.
Organizado en tres segmentos en donde los artistas fueron entrando y saliendo; el primero de ellos se puso en marcha con la presencia de Marko junto a Tuomas Wäinölä, guitarrista de su proyecto solista. Sentados en sus respectivas sillas y con instrumentos acústicos en cada caso (el característico bajo en el caso de Marko y las guitarras en caso de Tuomas), el inicio del show fue con dos canciones de su proyecto solista, “Stones” e “Isäni ääni”. En las dos se pudo percibir rápidamente la profundidad y la belleza de la voz de Marko, capaz de transmitir el frío y la melancolía de las tierras nórdicas. La segunda, cantada en su idioma de origen (es bueno aclarar que su disco solista primero salió en finlandés con el nombre “Mustan sydämen rovio”) fue presentada por el finlandés como “una canción que ama hacer en su idioma”, dando la pauta de que, más allá de que el inglés sea un idioma casi obligado en Finlandia, eso no excluye que algunas canciones se ajusten mejor a la cadencia de su lengua original.
Las versiones de “Crazy Train” de OZZY OSBOURNE y de “Holy Diver” de DIO, más allá que sirvieron para levantar al público que hasta ese momento lucía expectante; tuvieron el desafío de sostener la potencia que les aporta la distorsión a las versiones originales. Con un clima fiestero en la primera y oscuro en la segunda aportado por un sutil beat de bombo lanzado desde la pedalera de Marco; sin lugar a duda la presencia de las guitarras de Tuomas Wäinölä resultó definitoria para que las canciones estuvieran a la altura de su historia y sortearan la dificultad de no tener distorsión. Con una gran labor a lo largo de la noche, el finlandés supo darle color a “Two Soldiers”, presentada por Marko como una canción que estará en su próximo disco y en especial a “Children Of The Grave” de BLACK SABBATH, a la que Marko presentó como la primera canción que escuchó con nueve años en “Masters Of Reality” y que le abrió un mundo nuevo que jamás abandonó.
Promediando “Child of Babylon” de WHITESNAKE, ingresó Anneke al escenario generando una ovación estruendosa y culminando la misma con una armonización a dos voces que luego se repetiría en el último segmento del show. La holandesa, con la soledad de su guitarra y la ayuda de algunas pistas lanzadas desde su pedalera, comenzó algo dubitativa con “Lo and Behold” (acusó algún problema de garganta), algo que rápidamente desapareció en una conmovedora versión de “Saturnine” de THE GATHERING que definió como una canción que “quiere mucho”, algo que reforzó con otra hermosa versión, pero esta vez de “The May Song” que sonaría un par de temas después. “Valley of the Queens” del proyecto de ópera rock AYREON fue una de las más celebradas de la noche por la belleza épica de su impronta, mientras que “I saw a car”, una canción que la holandesa definió como “A pesar de darle felicidad, es tan rara que estuvo a punto de quedar afuera del disco”, sonó algo monótona respecto a las hermosas versiones de “Hurricane” de su carrera solista y en especial de “Like a Stone” de AUDIOSLAVE; una canción que pareció estar hecha para la belleza y el dramatismo de su voz por el nivel de tensión e interpretación que supo darle.
El último segmento del show trajo de nuevo a los tres protagonistas en conjunto para una selección de canciones especialmente pensadas para ser interpretadas por Marko y Anneke repartiendo las voces. Una conmovedora versión de “Catch the Rainbow” de RAINBOW, en donde la armonización de las voces y la interpretación musical fue perfecta a la hora de reproducir la onda épica y fantástica del tema, derivó en un pequeño segmento donde Tuomas Wäinölä improvisó “Por una cabeza” de Carlos Gardel en guitarra. Tras este pequeño homenaje, comenzó con “Wasted Years” de IRON MAIDEN, interpretando Anneke en solitario la canción hasta el estribillo para que Marko se sumara en la última parte de la canción y juntos cerraran una versión que obviamente agitó a gran parte del público.
La desconocida “I See Fire” de Ed Sheeran, tuvo una linda versión principalmente porque su atmósfera calma y melancólica cuadra perfectamente con la idea del formato acústico. En este sentido “Strange Machines” de THE GATHERING y “The Islander” de NIGHTWISH, precisaron de una adaptación que, como a lo largo de la noche, fue resuelta gracias al aplomo y el profesionalismo de los músicos. Mientras la primera fue interpretada por los dos (luego de que se agradecieran mutuamente y Marko contara que se conocían desde los noventa), la segunda fue tocada a dos guitarras y cantada casi íntegramente por Marko, mostrando nuevamente toda su capacidad interpretativa.
Una sorpresiva versión de “Perry Mason” de OZZY, donde Marko se lució en el bajo y Anneke en las voces, fue el último tema de la noche, antes de que el trío bromeara con el público sobre la cantidad de canciones que iban a interpretar antes de ir a descansar. Un público por momentos excesivamente participativo gritando cosas como “te amo” o “me quiero casar con vos” a Anneke y rompiendo en muchas ocasiones el clima del show, pareció no entender que el trío quería despedirse con una canción calma y acorde al formato acústico. Finalmente, sonó el clásico “The Sound of Silence” de SIMON & GARFUNKEL, en donde las voces de Marko y Anneke potenciaron aún más la dimensión evocativa del clásico del folk estadounidense de los sesenta. Cierre con aplausos, en una noche íntima que estuvo acorde a la capacidad interpretativa de los protagonistas. Bien por ellos.
