FESTIVAL MAQUINARIA en vivo en Argentina: “


Primera vez del festival Maquinaria en Argentina. En medio de un calor infernal, a tener en cuenta para la próxima la posibilidad de habilitar canillas para refrescarse, estuvimos ocho horas viendo música pesada. Así estuvo.

IMPORTANTE: Si a usted lector de esta review solamente le interesa las vertientes más extremas de la música pesada, baje el cursor hasta la última de las bandas. Muchas gracias y perdone las molestias.

Cavalera Conspirancy

Pensemos en el calor (alrededor de 35 grados) o en un mal día, pero esta versión de los hermanos Cavalera estuvo lejos de lo que dice su historia. Con un Max excesivamente estático y demasiado despreocupado por cantar como se debe los temas, pasaron sin pena ni gloria las canciones de sus discos en conjunto. Tres canciones de su última obra“Blunt ForceTrauma”, Torture”, “Warlord” y Killing Inside y tres del anterior “Inflikted” con su tema homónimo, “Sanctuary” y “Black Ark” que incluyó a los “hijos Cavalera” Richie y Zyon como invitados se sumaron a los covers de Sepultura
“Arise / Dead Embryonic Cells, “Refuse/Resist”, “Roots Bloody Roots”, “Territory” en los que ni siquiera Igor pudo demostrar su legendaria habilidad tras los parches. La banda completada extrañamente por dos Soulfly Tony Campos y Mark Rizzo cerró la presentación sin poder imponer en ningún momento nada más allá de la velocidad sin sentido. Como sabemos Sepultura y su historia son mucho más que eso.

Stone Sour

No parece erróneo decir que tal vez la energía que le faltó los hermanos Cavalera fue puesta de manifiesta por la banda liderada por el vocalista de Slipknok Corey Taylor esta vez a cara descubierta. Junto a otro integrantes de los “carapitantadas” el guitarrista James Root sumando al experimentado Roy Mayorga en batería y los sobrios Johny Chow y Josh Rand en bajo y guitarra respectivamente, la propuesta nada tiene que ver con la música extrema y violenta que proponen los de Iowa. Lo de S.S está más cercando al heavy clásico con ciertos toques modernos sostenido en una alta dosis de post grunge. Con una gran muestra de versatilidad vocal de Taylor (hay que reconocer que guste o no aquí se anima a a hacer algo radicalemente distinto a los que hace en su otra banda) tal vez si deficit es que no se terminan de jugar por ser estrictamente melódicos o terminar de oscurecer su propuesta. Para destacar la polenta de los temas del reciente disco “House Of Gold and Bones Pt I” como por ejemplo “Gone Sovereign” y “Absolute Zero”, la pesadez de “Hell and Consecuences” el manifiesto anti tecnología de “Digital (Did you Tell)” y el pequeño homenaje a Alice In Chains con un fragmento de la genial “Nutshell”. Sonaron contundentes y nitidos. A juzgar por la reacción del público habrá vuelta en solitario asegurada.

Mastodon

Otros que tienen la vuelta asegurada son los Mastodon. Tal vez unas de las bandas más versátiles y complejas que han salido últimamente de las tierras estadounidenses, su propuesta se caracteriza por ser heterodoxa al mango. Un puede jugar a encontrar referencias a Metallica, a la música progresiva, al stoner, al rock sureño y así podría estar hasta el hartazgo. En definitiva, saliendo a defender su último disco “The Hunter” del que hicieron diez temas lo suyo fue de menor a mayor con un sonido que se acomodó a la altura del tercer tema “Crystal Skull” y tuvo su punto más alto en las geniales “Curl Of The Burl”, “March Of the Fire Ants” y la obligatoria “Blood and Thunder”. Una gran banda para ver porque hacen algo distinto. Tal vez por eso fueron uno de los puntos más altos de la tarde noche.

Malón

Lo que debió ser una fiesta fue una noche extraña para Malón. Con un lugar merecido dentro de la grilla por trayectoria y principalemente por convocatoria, uno podía suponer que iban a aprovechar esta oportunidad al mango. En parte la aprovecharon ya que a esta altura, desde lo instrumental tienen cierta contundencia sostenida en buenas canciones que hace que uno disfrute el show. Sin embargo un O´ connor decididamente errático (incluso se podía escuchar lo que hablaba con los plomos entre tema y tema) bajó varios puntos a un show que por la lista podría haber sido mucho más efectivo. Para destacar la genial “30.000 plegarias” y las versiones de Hermética que encendieron a la gente. Tal vez haya sido una mala noche. Solo eso.

Marilyn Manson

A esta altura Manson es una caricatura de si mismo y lo sabe. Con un sonido claro y fuerte aquí el problema no vino desde la consola si no desde su tendencia a preocuparse más por estar metido en su show (golpearse, revolcarse, gesticular) que en cantar sus temas. Decididamente debería dar un giro a su propuesta para reinventarse. Para destacar, las versiones rabioisas de “Sweet Dreams” y “Personal Jesus” y la versatilidad de Twiggy Ramirez para ponerse en sus hombros el show. Demasiado poco.

Slayer

A esta altura uno debe preguntarse que es lo que sostiene la vitalidad de Slayer luego de tantos años en la ruta. Alguna vez Joe Strummer de The Clash dijo “una banda solo puede ser tan buena como su baterista” y a juzgar por lo que vimos en GEBA tiene razón. Uno sabe que Dave Lombardo es un baterísta técnicamente impecable pero jamás puede esperar que toque cada una de las canciones de Slayer con tanta precisión e incluso sumando complejidad incluso en viejos temas como “Die by The Sword” , “Hell Awaits” o la asesina “Chemical Warfare”.
Con un sonido impecable, incluso para probar esto estuvimos gran parte del show del lado derecho y gran parte del lado izquierdo, en donde se podía percibir el perfecto paneo de las guitarras, pasaron “World Painted Blood” que inició el show, “South Of Heaven” la genial y controversial “Mandatory Suicide” entre otras que mostraron lo que puede dar a esta altura “la banda más pesada de la historia”.
Con un Kerry King con los dientes apretados y un Gay Holt a esta altura comodísimo con su lugar en la banda no hubo puntos flojos en un show para el recuerdo. El final, entre las risas de Tom Araya, que habló poco, y los mosaicos de plastico del piso reboleados por el aire en “Raining Blood” fue anunciado pero a la vez sorpresivo. Uno nunca puede saber cuanto más puede dar Slayer. A esta altura si a alguien le gusta la música pesada debe ir a ver a Slayer alguna vez en su vida. Si no, se quedará sin entender de que se trata todo esto.

TEXTO: Carlos Noro

FOTOS: Jorge S. Noro


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