Un sólido debut el de esta agrupación que incluye a miembros de bandas como CHAOSTAR, ROTTING CHRIST y NIGHTFALL, entre otros, y que representa otro buen fichaje de Dark Descent (Noruega), tal y como nos tiene acostumbrados.
Con ese sonido clásico del Black Metal griego es que George Emmanuel (ROTTING CHRIST, ex-CHAOSTAR) y Stathis Ridis (NIGHTFALL) idearon este excelente primer álbum bajo el título “The Wiccan”, una aparición que para muchos pasó aparentemente, desapercibida.
El Black Metal de “sonido griego”, por ponerle un nombre, posee esa suerte de particularidad en las guitarras, la cruda producción (a propósito casi siempre), la composición certera y melódica y la mala onda clásica del género puesta a favor de la canción.
LUCIFER’S CHILD es, en su conjunto, un compendio de buenas ideas expresadas a lo largo de ocho canciones que no solo no se atan a un estilo tan ortodoxo como el Black Metal, sino que husmea en otros terrenos, y bajo el manto del Metal Negro, exorciza los demonios más siniestros para dotar a las composiciones de una efervescente cuota de efectividad.
“Spirits Of Amenta” es la mejor expresión del álbum (les va a recordar un poco a SATYRICON), por sus guitarras gemelas, su Groove (sí, tiene mucho de ello y créanme que es a favor) y los pasajes oscuros que le caen perfecto al tema.
Utilizan teclados (“He, Who Punishes And Slays”), se acercan al Doom (“Doom”, el último track) y hasta se ponen serios y conservadores en algún que otro tramo del disco (“King Ov Hell”).
Muy buen disco debut, buenas canciones, buen laburo del productor y, por supuesto, esperamos por el segundo paso discográfico.
Texto: Gustavo Piccini
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