MASTIFAL en vivo en Buenos Aires: “Brutalmente correctos”


Brutalmente correctos

Las bandas siempre hacen sus apuestas. Muchas consiguen los objetivos que persiguen y otras quedan en el camino sin poder alcanzarlos. Muchas la reman y reman, paso a paso, meta por meta, hasta que después de pasar varias pruebas que te pone un grupo de trabajo, logran su cometido. Bueno, ese es el caso de MASTIFAL a mi entender, una banda que en sus 20 años de existencia las pasó todas. Cambios de formación, idas, venidas, la aplicación de distintas vetas musicales, prácticas de géneros extremos, posicionamientos más modernos, pero todo siempre rondando sobre un contexto pegadizo, que poco tiene que envidiarle a cualquier agrupación foránea. ¿Y saben qué?, cuando me dijeron que este show era en el Vorterix, pensé: “…que apuesta fuerte de la banda”; más aún sabiendo que no es sencillo hoy en día que una banda local colme un recinto de este tipo y que si bien eso no estaba en juego, a ellos poco le importó, o eso pareció, al igual que las cientos de almas que se acercaron a Lacroze y Álvarez Thomas. Probablemente cuando tenés una banda se te debe correr por la cabeza el famoso “que lindo sería tocar en un lugar como tal, como aquel…” ¿Y nuevamente saben qué?, lo han logrado por merito propio, a razón de fuerza y empuje.

Pero bueno, la realidad indicó que el recinto nunca se llenó, si fueron los que tenían que ir y creo que con eso bastó, y la planta baja del teatro se fue colmando de a poco. Los encargados de abrir la tarde fueron los bonaerenses de M28. M28 no es ni más ni menos que una banda de metal moderno. Ese que si MASTIFAL hubiera sido de esta década lo estaría practicando ya hace tiempo. No sé si por una cuestión etaria, de modernidad o sentimiento compulsivo, muchas bandas a nivel mundial se han ido inclinando por los sonidos más ásperos del thrash, groove y hardcore, para fusionarlos y sacar productos como éste, comúnmente catalogados dentro de la escena como deathcore y encima, técnico. Ojo, tampoco estamos ante una banda que la podemos posicionar ahí y no moverla, no, ya que entre su propuesta dejan entrever parte de lo que fue la ola más técnica de la escena death, pero trasladan varios de esos aspectos a la modernidad, codeándose con facetas por momentos de un buen metalcore. Muchos de los metaleros modernos se envenenan cuando se acuñan a estos términos, pero debo decir que para ser sinceros, también debemos adecuarnos a los tiempos que corren con los gustos de por medio y M28 no es ni más ni menos que eso. Una banda practicante de metal moderno. No hay mucho virtuosismo, pero si hay mucha garra y polenta, que en definitiva terminan dejando cada uno de los espacios llenos en su show. Si nos basamos en cuanto a sus individualidades todos son parejos, pero quizás el trabajo que desarrolla Rod Zamora, su guitarrista, es el más entrañable, ya que hace que la banda, careciendo de una segunda viola los espacios esos no queden obsoletos. Buen laburo también de su cantante y los dos compinches tras la bata y el bajo. Derrocharon energía presentado parte de lo que es su más reciente disco “Cíclica Oscuridad” (2014), y gustaron, o al menos los presentes los despidieron álgidamente. Establecieron un planteo bastante crudo pudiéndote pasear desde la mitad de los ’90 para acá, no sé, fijate, googlealos y sacá tus conclusiones. Sonaron: “Inferius”, “Superius”, “Conoce quién soy”, “Desenterrándome”, “Te sentenciaste”, “Calígrafo”, “M28” y cerraron con “Mérito de guerra”.

Le siguieron otros que vienen en alza desde hace un tiempo y quienes ya al parecer han ido formando con el correr de sus días un nido de fans que parece crecer sin cesar. De hecho se notó que varios también fueron a ver exclusivamente a CLAY, y no digo esto porque después se hayan ido, sino que al contrario son también los que luego coparon la parada de la banda principal. Y si vamos al caso, los soportes no estuvieron mal elegidos, ambos dos de cierta familiaridad con la banda de cabecera, aunque si ahondamos en detalle la propuesta de los segundos ha sido definitivamente más melódica, y si bien nunca abandonaron la agresividad de los riifs por delante de nuestras narices se mostraron como más finos en el detalle y la estocada final. Probablemente mucho de esto tenga que ver los cambios melódicos de su cantante, quién la pudre cuando debe y retorna a las notas líderes. Por otro lado, tienen tras los parches a una mina de oro, Albis Albarracín se toca todo (quién también estuvo toda la noche peleando con bombo con ¿patas?), y no es solo el. Amalgaman como banda y su propuesta termina siendo algo alejada del metal tradicional argento para familiarizarse con bandas de la escena más moderna de los Estados Unidos. Han crecido mucho desde la última vez que los vi y durante el tiempo transcurrido, dieron una copada performance. No se comen ninguna y van al frente y eso es en definitiva lo que vale. La propuesta alternativa de CLAY es distinta y se nota que han invertido en todo sentido para que la banda suene como suena y se muestre como se muestra. Al igual que sus pares de M28, se encuentran ya desde hace un tiempo presentando a “La verdadera fortaleza” (2015) su más reciente y cuarto disco de estudio, y al parecer les está trayendo sus frutos. Si hablamos de modernidad en los últimos tiempos ellos son ejemplo junto a otras tantas bandas más, pero aquí, a los hechos me remito. Durante el tiempo determinado escuchamos: “Headbreaker”, “Se que podemos”, “Luchando matando o amando”, “Funeral”, “La verdadera fortaleza” & “Ballsmasher”

La llegada de MASTIFAL arribaría a la hora pautada, con la gente que seguía justamente llegando al teatro, estos que entendieron la noche como una fiesta, o al menos así la vivieron, en esto que fue ni más ni menos que la presentación de “Cultura Brutal” (2015), su sexto disco de estudio y quinto de composiciones propias. Y como bien dije al principio, estábamos ante una parada a mi entender esperada, no solo por ellos, sino también por sus seguidores. Y este último disco creo que ha generado cosas distintas a sus predecesores. Hace no mucho tuve la chance de escribir acerca de el y la verdad creo que es una placa que goza de muy buena salud, la que no solo muestra a la banda más viva que nunca, sino que los posiciona a mi entender con otros aires y con posibles vientos de cambio en un futuro no tan lejano. Ahora si, ya adentrándonos en el show, si esperabas que te lo toquen de corrido al álbum completo, olvidate.

Durante la hora y media dispuesta sobre las tablas se dedicaron a tributar al disco del momento, pero no escatimaron recursos a la hora de reflejar viejas composiciones, con lo cual su setlist fue de lo más variado y hubo para todos los gustos. Pasaron por “Desde las Tinieblas”, “Intermundia”, “Carnivora”, “Holocausto Mental” y hasta dispararon con el gran cover de PAPPO “Que Sea Rock” del álbum tributo predecesor, “Rock Podrido”. Con lo cual estuvo bueno y se disfrutó. Si me piden detalles del sonido, no hay mucho que decir en todo contexto, aunque si la viola de Diego se perdía bastante, por sobre todo en los solos y no tanto en los riffs, lo que le quitaba y le daba a la ejecución cierto vacío, del cual uno cuando escucha originalmente el disco no existe. Si, son cosas que pasan cuando se toca en vivo y más aún cuando las cosas son manejadas por los seres humanos, donde cualquiera puede tener la chance de equivocarse. Pero nada para dramatizar.

Siempre fueron picando en punta y estuvieron todos muy prolijos y acertados. La buena onda siempre reinó en el recinto y varias decenas de seguidores no cansaron de darse masa en el pogo, como una banda así manda. Y el show fluyó. De verdad. Como se presagiaba, arrancaron con la intro de su nueva placa y explotaron todo con “Cultura Brutal” justamente, para luego desembarcar en distintos temas que los marcaron como banda, tal cual indican los vestigios de “Desde las tinieblas”, “Más allá de la razón”, “Holocausto mental” y la que no podrían nunca dejar de hacer como la poderosa “Ojos de buey”. Mucho más no puedo ahondar sobre su nueva placa, sonar sonaron todas, pero si me tengo que quedar con alguna de las ejecutadas lo haría con “Cabeza de trueno” y “Clavos en los ojos”. En su momento todo lo que tenía que decir de “Cultura…” lo dije en este link http://archivo.metal-daze.com/?p=3276, con lo cual si querés saber más del mismo, metete en el link. Lo que si debo decir es que han sido fieles a sus principios y ha sido una digna presentación de un disco, en un lugar que también ha sido bien elegido, ya que si de características hablamos, si lo hubieran presentado en un lugar como The Roxy posiblemente hubiésemos quedado medio apretados. Brindo por que las bandas se sigan expresando y porque sigan editando discos. Nosotros los viejos treinta-añeros siempre leíamos en los vinilos una frase que me quedó grabada a flor de piel de por vida que decía “Disco es Cultura”, ¿y saben que? No estaban equivocados los que pusieron eso. Ahora si lo llevamos a nuestro plano y le ponemos el tópico de “Brutal” como los estelares de la noche, vamos a estar más conformes, tanto como ellos seguramente de haber disfrutado con vos y conmigo una noche distinta en el barrio de Colegiales.

Texto: Hernán Mazón

Fotografía: Maru Debiassi

 Agradecemos a Juan Manuel Acuña, responsable de HP Prensa, por la acreditación al evento.


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