Fecha: Viernes 12 de julio de 2024 | Hora: 21 hs. | Ciudad: C.A.B.A. | Lugar: ND Teatro | Bandas invitadas: No hubieron
Puntapié inicial el de esta noche para PHYSICAL GRAFFITI en su gira It’s been a long time since I rock and roll, que constará de algunas presentaciones más en Buenos Aires y que luego los llevará a Chile y Europa.
Un día de celebración. De la música; del amor por una banda icónica ineludible si hablamos del rock de fines de los sesentas hasta hoy. Tan importante que influenció a todo el espectro hard rock, y también a artistas tan alejados de esa corriente como la gran pianista y cantante TORI AMOS o los casi inclasificables TOOL.
Pongamos un poco de contexto necesario: Jimmy Page tomó clases de guitarra con el enorme John McLaughlin en la década del 60. Y en esas clases debe haber habido una compatibilidad de ideas y conceptos por lo cual ambos terminaron haciendo algo similar casi al mismo tiempo, ya que tanto LED ZEPPELIN como MAHAVISHNU ORCHESTRA fusionaron en sus propuestas el jazz, el rock, blues, música clásica, soul, funk y música de oriente. Uno desde el rock, el otro desde el jazz, pero con los mismos y variados elementos.
Por eso el tributo de los argentinos es algo muy difícil de lograr. Por la calidad y cantidad de música a interpretar, llena de influencias disímiles y hasta que lo hicieron los homenajeados en su momento, aparentemente incompatibles. Otras de las dificultades es ¿Hasta dónde llevar el homenaje? Tanto la recreación medida y sobria como dar rienda suelta a la pasión pueden terminar en una caricatura grotesca e irrespetuosa.
Ahí es donde acierta PHYSICAL GRAFFITI. Lanzados a realizar un setlist basado en una discografía llena de clásicos van al hueso, pero pese a ello uno jamás siente que compitan con los originales; la banda sabe moverse muy bien en ese difuso límite entre el correcto profesionalismo y la desbordada pasión para lograr un resultado óptimo. Por eso los cambios de vestuario, los gestos, movimientos, el acto con el theremin, el arco de violín y demás excentricidades siempre resultan no solo acertados, sino que también necesarios.
El recinto de lo sagrado en este caso fue el hermoso ND Teatro. Lugar con todas las comodidades, excelente servicio y una calidad de sonido a la altura de cualquier circunstancia.
Y con esto de ir a fondo Santiago Kazlauskas en guitarra y theremin, Diego Casale en la voz, Guido Tirisuzzi en el bajo y teclados e Ignacio Cuneo en la batería arrancaron con Rock and roll. ¡Pum! Directo a la mandíbula. Para ampliar la paleta musical le siguió Celebration day y de ahí sin escalas a Black dog. El efecto ‘comienzo bomba’ se completó con Heartbreaker mientras que Over the hills and far away y Misty mountain hop pusieron un poco de freno, no a las emociones pero sí al vértigo, preparando el terreno para un cambio de sensaciones. La lenta y dramática Since I’ve been loving you más la extraña y climática No quarter enrarecieron para bien el clima festivo que se venía viviendo.
Cualquier prejuicio sobre las bandas tributo en general o con PHYSICAL GRAFFITI en particular hay que dejarlo de lado y animarse a darle una chance. Porque se pueden embaucar a muchas personas, pero al fan genuino no. Y cuando se ve a cientos de estos absolutamente hechizados por el homenaje a la banda de sus amores sabés que ahí está pasando algo. Se nota en la banda, en las caras del público y se palpa también cierta magia en el aire. Son muchas cosas y todas confluyen en una sola: un verdadero día de celebración.
Con respecto al público, no eran nostálgicos queriendo mantener solo un contacto con su pasado, sino que se trató de esos rockers agazapados a la espera de una oportunidad real para romper el velo de la rutina y decirle a los demás ‘siempre se trató de esto’. En cuanto al rango etario no había uno claro. Y cada uno vivió lo suyo sin importar edad ni género. Así se podía ver a gente de 40/50 años agitando al ritmo de Communication Breakdown o delirando con Moby Dick y su brutal solo de batería; y también a jóvenes, tal el caso de Nahuel (20 años; olvidamos preguntar el apellido) quien, ante nuestra consulta sobre qué le pareció el show dijo, visiblemente emocionado: “No sé qué decir… es muy zarpado”.
Porque el tributo está cuidado hasta el mínimo detalle. El vestuario, el cambio de vestuario, los gestos y movimientos, los arreglos (hablamos de las versiones de los LED ZEPPELIN en vivo) los momentos de improvisación y medley, como así también la recreación del sonido de las guitarras, las inflexiones de la voz, etc. Cuando decimos todo quiere decir todo.
La lista de gemas continuaron mostrando todos los matices que crearon los ingleses y que bien recreaban los locales. Dazed and confused, The song remains the same, Stairway to heaven y la exótica Kashmir seguían el viaje por el tiempo y las sensaciones. Dos horas de intensa adrenalina, baile o lágrimas en los ojos. Por tandas o todo a la vez. A esta altura se estaba viviendo una locura y faltaban pocos instantes para que todo terminara y esos últimos momentos se consumieron con los sones de Whole lotta love e Inmigrant song que no hicieron, sino confirmar que la canción sigue siendo la misma. Y eso es lo que realmente importa.
La totalidad de las imágenes serán subidas a nuestra página de Facebook.
Los vimos en XLR Club en San Miguel. Alucinante y tal cual, todo el show es tan perfecto como se describe acá.Todas las reacciones y emociones que sentimos desde el público están representadas de forma muy ilustrativa en esta nota.
Muchas gracias, Sil!!!!