Ya lo había dicho Walter y así sucedió. La noche del 25 de Noviembre en el estadio Obras hubo una “Fiesta del Rock & Roll”. RATA BLANCA cerró el año festejando el XX aniversario de su emblemático disco “Magos, espadas y rosas”. Allí estuvimos para contarles los detalles de una noche inolvidable.
Luego de un día de muchísimo calor, capaz de aplacar hasta al ser más fuerte, el Rock se preparaba, tal vez, para una noche única. Poco a poco el templo se fue llenando de gente; un público ávido de diversión y ansioso por revivir (o vivir por primera vez algunos) un momento que marcaría, hace 20 años, un punto de inflexión en la historia del Heavy nacional.
Tras caer el telón negro que escondía al enorme roedor, la fiesta se desató con un ida y vuelta en el tiempo al son de “Diario de una Sombra”, “Solo para Amarte” y “Hombre de Hielo”. El público enardeció! Gritos, saltos, coros, bailes y todo tipo de festejo podían observarse al tiempo que Giardino y su tropa desplegaban sus primeros temas dando a entender que lo que se vendría no era poca cosa. Con un sonido que quizás tardó un poco en acomodarse, continuaron el setlist interpretando algunos temas de sus dos últimos trabajos, “Aún estás en mis Sueños”, “71-06 (Endorfina)” y “Mamma”. Si bien el presente alentó estos temas y no dejaron de mostrar su más sincero reconocimiento a la banda, lo cierto es que todos esperaban algo más. Otros temas. Algo que los movería mucho más que el terremoto más fuerte imaginable. Y entonces sucedió! Para sorpresa de todo el mundo, una melodía oscura y densa comenzó a salir del teclado ubicado en las penumbras del escenario dando paso a la brutal “Asesinos” del excelentísimo álbum El Libro Oculto de 1993 (NdeR: ya nos lo había anticipado Walter en la entrevista…y se dio. Gracias Walter!!). Si a alguien le quedaron dudas y no pudo escuchar bien, yo se los cuento: Adrián mantiene el mismo nivel de hace casi 20 años atrás! Con un registro envidiable y una fuerza increíble, potenciada por el entusiasmo y la emoción del evento, la voz de Barilari nos voló los pelos a todos. El público la coreó de principio a fin, dejando sus pulmones en el intento. Fue entonces que Walter se acercó al micrófono y dijo “Como nos quieren loco eh! Hace casi 15 años que no tocamos esto! Son el mejor público que tenemos…fuera de joda. Gracias”. Y sin que nadie se lo esperara “Agord la Bruja” le devolvió la vitalidad y el aire a todos los presentes para hacer estallar el estadio en un estruendo de pasión. El calor era abrumante y para enfriar un poco la cosa “Noche sin Sueños” irrumpió en la sala cerrando la primera parte de un show, que aún no había llegado a la mitad.
Esto era un cumpleaños y el agasajado todavía no se había hecho presente. Ya era hora de que apareciera. Y si el público se conmocionó con los temas mencionados anteriormente, ahora lograron un estado de plenitud total! La entrega fue máxima desde los primeros repiques de los palillos de Scarcella sobre los parches de su redoblante hasta el grito final de Barilari en “La Leyenda del Hada y el Mago”, una canción emblemática que lleva la impronta de una época y que abrió el camino para muchos otros que vinieron atrás. Para mantener la magia de la noche continuaron con “Mujer Amante” quizás su tema más criticado, pero una gran balada! Era algo realmente escalofriante escuchar a las aproximadamente 4000 personas (padres, hijos y nietos; hombres y mujeres; niños y adultos) corear al unísono una melodía tan peculiar como la de esta canción. De esta manera prosiguieron interpretando, en orden, el álbum para el cual estaba dedicado el evento (excepto por sus dos bonus tracks “Preludio Obsesivo” y “Otoño Medieval) dejando a todos y cada uno de los presentes por demás satisfechos. Al finalizar “Por qué es tan Difícil Amar”, todos, con sus lenguas afuera y la respiración agitada, aplaudieron sin cesar una interpretación impecablemente prolija y enérgica de su mayor logro discográfico. Pero el show debía continuar y entonces retomaron un poco sus trabajos más actuales con “La Llave de la Puerta Secreta” y “El Círculo de Fuego”, para luego volver, una vez más, atrás en el tiempo de la mano de “El Último Ataque” y “Abrazando el Rock and Roll”, tema que no podía faltar en una noche de festejos como esta. La Rata se despedía. La gente aplaudía sin parar. Obras vibraba al son de los mismos sonidos que lo habían estremecido 20 años atrás. No podíamos pedir más. Pero faltaba el golpe final. Y tras la caída de “El Reino olvidado” un “chico Callejero” se escabullió entre la gente agitando todo a su paso hasta convertirse en el “Guerrero del Arco Iris” que coronaría la historia con un final digno de un show sin desperdicio. Ahora sí, la banda se despedía ante un público incondicional que los ha seguido desde sus comienzos, extendiendo su música a sus hijos y nietos quienes hoy también formaban parte del festejo.
Señores, la Rata estaba de fiesta y, además de festejar, dejaron bien claro por qué están donde están. Podrán decir lo que quieran. Podrá gustarles o no su música. Pero no pueden negar que los tipos tocan y que tienen un nivel altísimo. Así cerró RATA BLANCA la gira aniversario de su disco más conocido…festejando su cumpleaños en el mismo recinto que hace 2 décadas lo vió nacer y que hoy lo sigue viendo crecer.
TEXTO y FOTOS: Estanislao Aimar