Fecha: Viernes 16 de mayo, 2025 | Hora: 20:00 hs. | Ciudad: C.A.B.A. | Lugar: Teatro Flores | Banda Invitada: MADZILLA
Una vez más, TARJA TURUNEN y MARKO HIETALA se reencontraron con el público argentino, esta vez bajo el manto del Living The Dream Together Tour. Pero lejos de ser una repetición, esta velada se distinguió por matices únicos que la convirtieron en algo memorable: en medio de un cielo desbordado por un diluvio que pareció eterno —casi 48 horas sin tregua—, la música se alzó como refugio, faro y consuelo. Fue una noche de luz, de disfrute, de nostalgia, pero sobre todo, de arte y sensibilidad.
A diferencia de otras ocasiones, esta vez no hubo sets individuales con un cierre conjunto. El show fluyó como una sola corriente, con TARJA como eje central, y momentos de comunión que incluyeron no solo la esperada aparición de MARKO, sino también colaboraciones especiales como la de Julián Barrett (ASSPERA), quien acompañó a la soprano en una emotiva versión acústica del clásico de Spinetta Muchacha ojos de papel.
El telón de fondo, literalmente, fue una orquesta de cuerdas que tejió una atmósfera sinfónica genuina, elevando cada pasaje con un dramatismo orgánico imposible de emular desde una máquina. Esa autenticidad sonora, tan rara como valiosa, regaló al público una experiencia casi irrepetible: esa comunión mágica entre lo clásico y lo contemporáneo.
MARKO, por su parte, llegó con nuevo material bajo el brazo —un disco que ya reseñamos—, y que incluye el dueto Left on Mars junto a TARJA, uno de los picos emocionales del concierto. La sección media se tiñó de intimidad con un set acústico, con los cinco músicos (Tarja, Marko, Julián, Peter y Alex) sentados sobre banquetas, y Fernando Scarcella tras los parches, compartiendo canciones como quien comparte historias junto al fuego, para luego dar paso al estallido eléctrico de la segunda parte, que hizo olvidar, al menos por un rato, el agua cayendo sin piedad más allá de las paredes del recinto.
Aunque el repertorio estuvo centrado en la carrera solista de TARJA, fueron los dúos los que realmente brillaron. Y, como era de esperarse, los corazones vibraron con los clásicos de NIGHTWISH: Higher Than Hope —que no interpretaba en vivo desde 2011—, Slaying the Dreamer, una explosiva e inesperada Wishmaster, y como cierre majestuoso, la imbatible Wish I Had an Angel.
En tiempos donde la velocidad y lo efímero parecen dictar las reglas, noches como esta nos recuerdan por qué seguimos buscando la música en vivo: porque aún necesitamos conmovernos, compartir, vibrar en unísono. Tarja y Marko, con sus voces tejidas en la historia del metal sinfónico, no solo ofrecieron un concierto: ofrecieron un ritual de comunión, una pausa luminosa en medio de la tormenta. Y quizá ahí radique su mayor logro: habernos hecho sentir, por unas horas, que el arte sigue siendo un refugio donde la belleza y la emoción tienen la última palabra.
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