TESTAMENT & CANNIBAL CORPSE en vivo en Argentina: “


Hace algunas decenas de años atrás, quizás hubiese sido impensado que dos bandas del porte de CANNIBAL CORPSE & TESTAMENT, lleguen a nuestro país en una gira como esta que los ha hecho recorrer gran parte de Latinoamérica. Ambas bandas ya habían llegado a la Argentina en más de una oportunidad, solos y acompañados. El recuerdo más cercano de los thrashers de la bahía de San Francisco en nuestro territorio fue con ANTHRAX, quienes ese día los dejaron “así” de chiquititos. ¿Y por qué? Bueno, TESTAMENT las últimas veces que vino, siempre sonó mal, mal sonido que se entienda, no mal ellos musicalmente; para nuestra suerte está vez las perillas estuvieron en sintonía y la cosa fue distinta, dándole la chance a la banda de reivindicarse ante sus más acérrimos fans. Por el otro lado estaban los muchachos de CANNIBAL CORPSE quienes si bien practican musicalmente un death metal que no forma parte de mi estructura musical, debo decir que han dejado todo sobre el escenario y en todo sentido. Lo que parecía de antemano que podía llegar a ser una pelota de ruido, se convirtió en uno de los sets con más bajo de volumen y limpio que oí durante el año. Recordemos que ellos también habían tenido la chance de venir acompañados alguna vez por otras bandas, como fue aquel show que dieron en el 2011 junto a SUICIDE SILENCE y THE BLACK DAHLIA MURDER. Esta vez tenían otra parada y no la desaprovecharon, como en el 2013.

Pero bueno, más allá de cualquier conjetura, en la cancha se ven los pingos, y ahí nos vimos las caras con BETRAYER, la banda argentina practicante de death metal melódico, quienes serían los encargados de abrir la velada con un recinto casi a pleno. Dado que la puerta se abrió más tarde de lo planificado -y si bien esto tuvo como negativo que la gente estaba fastidiosa porque no los dejaban entrar- si tuvo paralelamente como positivo el hecho de que entren todos en malón de un sopetón a bancar a los locales. El set del quinteto fue bueno, dejando en claro la huella que practican con mucho ímpetu. Les mentiría si les digo que lo que hacen es único musicalmente, no, pero si debo decir y afirmar que dejan todo. Eligieron un set donde mostraron temas propios y se dieron el lujo de reversionar bajo el estilo de la banda y de muy buena manera a “Angel Of Death” (SLAYER). El trabajo grupal durante todo el set fue prolijo. Es una banda que está bien amalgamada y no tiene baches. Si sucede que cuando uno la ve a Silvina (con su interesante y bien trabajado vestuario) cantar, posar y demás, no deja de pensar nunca en el legado de Angela Gossow sobre sus espaldas. Pero esto es un mero detalle. Para el final del setlist invitaron en las voces a entonar con su sello grave y gutural a Sol Spaika (NEMESIS) quién también se acopló bien. Buen laburo del Tano en la viola y de Sergio Gómez en los parches, quién también hace de las suyas en LETHAL. Por otro lado si bien no tuvieron el mismo sonido que las bandas principales, cosa que no me pareció bien, hicieron lo posible para que la banda suene y garpe, haciendo que la gente los re banque. Es más, te diría que no se si probaron sonido. Pero bueno, en definitiva le hicieron caso a su disco más reciente y sonaron “Too Loud”. De corrido escuchamos: “Over-rage”, “Mothers Of The Pain”, “In My Heart Retaliation” y “Psyclothymia”.

Acto seguido y sin mucha vuelta, llegaría el turno de CANNIBAL para que realicen su set en un recinto ya caldeado. Mucha gente y calor. Más pesado aún se puso cuando empezaron a tocar. Pero bueno, esto es para machos viejo o en todo caso para hembras, a bancarla. Como dato importante antes de que comience mi relato, debo decirles que a diferencia de otros shows, donde me muevo y trato de sacar conclusiones de distintas partes, esta vez dada mi pachorra y la gran cantidad de gente que había, siempre vi a las bandas desde el piso, en el medio del recinto más o menos. Comento esto ya que hay amigos y colegas que los vieron de cerca y dicen que no sonaron tan bien. Desde donde estaba yo, las bandas todas se disfrutaron. Si querés ser exigente, nunca llegamos a un diez en materia de sonido, pero estuvo muy bien. Cuestión que estos muchachos, a quienes veía por primera vez, me dejaron bastante impactado (tampoco me convertí en su fan) pero debo destacar que realizaron un gran trabajo. Si debo destacar como mencioné anteriormente que el volumen de todo el show fue muy bajo, la verdad no se porque; así todo tocaron prolijo y se entendió toda y cada nota. Ojo, tampoco me preguntes que cosas grita Fisher (si, el hombre de dos cuellos) ya que nunca le entendí nada, salvo cuando presentaba algún tema y hablaba con el público, o al menos las pocas veces que se expresó. Las temáticas líricas de la banda muchos ya la conocen, así que tampoco la idea es ahondar en ello.

Después de ya unos cuantos años juntos y que al 2015 la banda tenga entre sus filas a dos de cinco miembros originales estuvo bueno, a pesar de que el resto de la banda es “casi” original por la cantidad de años juntos. Y justamente sin ir más lejos, en este entre-tejido, todos los porotos en el escenario se los llevan el nombrado “Corpsegrinder” y su co-equiper Alex Webster, quién a lo Steve Harris toca a una velocidad increíble, con mucha técnica y una precisión envidiable. Un lujo verlo. Por otro lado impacta ver a Fisher moviendo su cabeza sin parar durante la hora y pico que duró el show. Ahora sabemos de donde saca el cuello que tiene. La cosa es que toda la estructura tradicional de death metal que posee la banda es insoslayable y llama poderosamente la atención como suenan tan prolijos y comprimidos. Por momentos su sonido me hizo recordar al de sus súbditos locales, y mucho más estilizados MASTIFAL y su “Cultura Brutal”. Con lo cual si pensabas como yo que te podés encontrar con una banda que es una bola de ruido en vivo, estás completamente equivocado. Son realmente brutales por donde los mires. Tampoco hay mucha melodía de por medio, es un Death Metal crudo y honesto. Sus intereses tampoco lo son ni las luces (en todo momento usan luces rojas), ni la escenografía, cono así tampoco el moverse del lugar que ocupan donde tocan. Llamativamente se desplazan por espacios reducidos, si pudiéndose percibir desde abajo cuan compenetrados están con la velocidad que tocan, es más, te diría que casi con obsesión no permiten equivocarse. Hasta cosas graciosas le encontré en la banda, quienes antes de hacer “I Cum Blood” y en agradecimiento y retribución por el previo“Olé…Olé” dedicado, el gordo Fisher simuló tirar un beso al aire como si se lo estuviese dando a una novia quinceañera. Así fue CANNIBAL CORPSE, brutal, honesto, prolijo, contundente, y también, porque no, graciosos.

El plato final llegaría de la mano de TESTAMENT, la banda precursora -junto a otras- de la famosa ola de thrash metal norteamericano. Pero para antes hablar de ellos, debemos remitirnos nuevamente al cierre de sus compañeros de tour. Es que hay algo que me llamó poderosamente la atención, y es que una vez que la banda dejó de tocar, instantáneamente, los que estaban adelante se fueron para atrás y los que estaban atrás ocuparon su lugar más adelante. ¿Impensado? No, pero no lo hubiese imaginado, menos aún cuando hablamos que muchos de los cuales pagaron su entrada, se retiren del recinto y hagan mirada esquiva al set de TESTAMENT. Bueno, gustos son gustos, y géneros dispares, son géneros dispares, así que bueno, vivencias que uno recolecta. Pero ya metiéndonos de lleno en el recital, debemos decir que TESTAMENT dio un show brutal y mucho más extremo que sus anteriores visitas, no tan cargado de clásicos. Como negativo al menos para quienes los seguimos hace años, podemos citar que durante toda la noche no tocaron temas de dos discos que para mi son imprescindibles como “Souls Of Black” y “The Ritual”, así que algún sin sabor entendí en ese sentido hubo. Sigo sin comprender como se puede valorar más a “The Gathering” por sobre encima de los álbumes nombrados, pero bueno, sobre gustos no hay nada escrito, como en el amor. Así, bajo este contexto la banda saldría a hacer un buen show, y por fin de buen sonido como dijimos al principio.

Por otro lado, esta vez a diferencia de la anterior la banda llegó en las cuatro cuerdas con el virtuoso de Steve Di Giorgio quién se unió a las filas tras el alejamiento de Greg. El resto siguen siendo los mismos de siempre, eso si, manteniendo entre sus filas por suerte a dos que a mi criterio son los ases de espada de la banda. Me refiero al indio (cariñosamente) Chuck Billy, su cantante y el todo poderoso Alex Skolnick. Sin estos dos, te puedo asegurar que la banda no tendría razón de ser. De hecho cuando Alex se alejó de la banda durante unos años, no fueron los mismos de siempre y si bien mal no les fue, si perdieron su sello característico, al cual por suerte lo volvieron a recuperar editando álbumes como “The Formation Of Damnation” (2008) o bien como el más reciente, “Dark Roots Of Earth” (2012). Pero bueno, más allá de su historia, dieron un gran recital y asombraron a más de uno haciendo haciendo temas impensados como “The Preacher” de The New Order o como “Dog Faced Dogs” de Low. Ya de movida nos descolocaron arrancando con “Over The Wall”, así que reafirmo, estuvo bueno. Chuck tuvo una noche muy buena, aunque si debemos ser honestos también y decir que su voz cada vez tiene más “chimichurri”, en síntesis, efectos artificiales que su voz ya no es capaz de generar, aunque si mantiene viva la llama clásica en sus clásicas melodías y tonos. La base está, pero la ayuda de este tipo no queda para nada mal dentro del repertorio. Si me llama poderosamente la atención lo poco que está soleando Eric Peterson, quién se limita a las rítmicas y a los buenos riffs, pero hasta ahí. El trabajo duro lo genera Alex. Y si hablamos de este, la rompe. Más aún cuando hablamos que TESTAMENT es una banda que cuando toca en vivo se va de tiempos (al palo) o al menos esa impresión me llevé. Así todo, mantienen cierto equilibrio con un Gene Hoglan que desde el fondo no falla, va duro y parejo. Claro que también hubieron clásicos, con lo cual de los más conocidos sonaron “Into the Pit”, “Practice What You Preach”, “Disciples of the Watch”, como así también algunos de los clásicos más contemporáneos como “Native Blood”, “More Than Meets The Eye” y “The Formation of Damnation”. Bajo este contexto te podrás imaginar que para lo extremo que fue el setlist, la banda estuvo muy entera, por sobre todo físicamente. Con lo cual nada para renegar. En todo caso, si hablamos de continuidad de tour, había que bancarle también la parada a sus predecesores y eso funcionó. Vamos muchachos, vuelvan pronto y con disco nuevo bajo el brazo, eso si, cuando lo hagan, no se olviden de tocar “Souls Of Black”.

Texto: Hernán Mazón

Fotografía: Estanislao Aimar

Agradecemos a Gaby Sisti, responsable de prensa de VOLUMEN 4, por la acreditación al evento.   | © METAL-DAZE.com | Todos los Derechos Reservados | Facebook | Twitter |

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