Año: 2013 | País: Argentina | Sello: Independiente
Lista de temas:
- Busco encontrar
- Infierno de lágrimas
- Preso de mi confusión
- Arrastrando mi alma y mi dolor
- Buscando en lo oscuro
- Aplastado en el tiempo
Banda oriunda de Comodoro Rivadavia (Chubut) que formados allá en el 2011 dan su primer paso con la grabación de un demo que nos lo hacen llegar para mostrarnos en que situación musical andan. Presentados en formato básico, guitarra, batería, bajo y voz, Zirak practica un metal moderno. Y cuando hago referencia a esto, es porque en la estructura de la formación no solo se respiran aires de bandas de la reciente década, sino que interactúan con melodías de viejos conocidos que le otorgan al núcleo compositivo una marca de heavy metal pesado, argento por cierto.
Con letras completamente en español la banda siempre va para el frente. El sonido, que es bien de demo, ha sido logrado en buena forma. Se pueden distinguir bien todos los instrumentos y las letras llegan bien claras. “Busco encontrar” que de inicio al presente, lo hace a través de una serie de acordes que a posterior terminan desatando el tema con toda la furia. Un buen trabajo en los solos de guitarra, elaborados y largos, interesante. La letra de la canción tranquilamente podría ser remontada a cualquier vivencia personal de cualquiera de nosotros, conteniendo una visión positivista de justamente como buscar alternativas para salir de un posible trago amargo. “Infierno de lágrimas” tiene una basta huella más moderna, los pedales utilizados en la guitarra iniciales marcan el paso de una versión que varía, para dar con terminaciones más del palo metalero clásico, así todo se rige bajo el eje de la propuesta del grupo.
Tanto el bajo (Leo Estrada) como la batería (Mauricio Toledo) acompañan de modo parejo en todo el demo, pero entendí que el instrumento que más se atreve es la guitarra, liderada por Héctor Cárcamo, quien se interesa por darle otro plus a la banda con sus solos. “Preso de mi confusión” mantiene la línea propuesta y sea quizás donde más marcado está el bajo. Bien por Carlos Wynbergh en las voces que deja todo de sí en cada canción, quien, sin ser un cantante profesional le ha encontrado la vuelta a cada uno de los temas, conjugándose bien con sus pares y las melodías generadas. Alterna entre voces un tanto más guturales, pero por sobre todo el esquema de acción se basa en su voz más forzada, claro. “Arrastrando mi alma y mi dolor” es otra de las que nos convoca, que como el resto de las canciones que componen la grabación supera los cuatro minutos, que es el promedio en el que ronda todo el demo. Muestra un juego de medio tiempo por momentos, pero nunca deja de ser aguerrida. La distorsión lograda es moderna y ciertos arreglos de guitarra por momentos invocan a bandas como las lideradas por Robb Flynn & Cia. Quizás uno de los limitantes que le encontré a la banda sean la falta de coros, eso a mi criterio les daría otro cuerpo, pero nada que no sea relevante para el normal funcionamiento muchachos.
“Buscando en lo oscuro” arranca bajo las órdenes del bajo y los parches, bien, lindo juego para dar paso a la voz y la viola. Si hilamos fino quizás le encontramos hasta por momentos ciertos toques funk’s al corte, pero el estilo de la banda sigue vivo, no se asusten. Trabada por momentos, ágil y rápida por otros cierra con una polenta envidiable, quizás sea una de las más logradas para llevar al plano en vivo o al menos al escucharla me llevó a pensar eso. Para el cierre “Aplastado en el tiempo” vuelve a ser recurrente en lo que la banda profesa a través de sus escritos. Musicalmente, lleva mucho de todo lo anterior descrito, pero no aflojan, y eso es lo interesante. Destaco, por otro lado, el sonido logrado en los treinta minutos en los que la banda se toma para mostrarnos su propuesta. Siendo patagónicos, sé que todo es más difícil, no solo conseguir a alguien que los grabe con un sonido coherente, sino por sobre todo, el que puedan encontrar un espacio para poder seguir rodado, eso, en definitiva es lo que les dará crecimiento y podrá situarlos en un estadio de mayor madurez.
Autor: Hernán Mazón