Fecha: Sábado 4 de Marzo de 2023 | Hora: 21 hs. | Lugar: Groove | Bandas invitadas: HABEMUS MORTEM y AZEROTH.
Una noche que prometía vértigo y fuerza con tres nombres que se preparaban para agitarla en Groove. Distintas propuestas y realidades que compartían el power metal como punto en común. La buena asistencia no hacía más que aumentar la ansiedad por el comienzo del show. Arropados en un 90% con remeras negras (de no haberse inventado ese color, este tipo de conciertos supongo que tendría como público a un montón de gente semidesnuda) todas con imágenes de grupos de este subgénero, así que estábamos ante gente con conocimiento de causa, que sabía lo que iba a buscar.
Luego de algunas malas experiencias que tuve este último tiempo con laaaargas demoras en el comienzo de shows, festejo que se respeten los horarios. Los lugares que hacen “tandas” de bandas con tres tocando primero, dos después y tres al final del día hacen que todas las demoras recaigan sobre los últimos. Y me ha pasado de tener que cubrir un concierto de dos bandas que debía comenzar a las 23 hs, y que en realidad dio inicio pasadas las 02 hs am. Un despropósito en donde pierde el lugar, las bandas, el público, los que vamos a laburar… todos.
A la hora pautada (19:20 hs) subieron al escenario los HABEMUS MORTEM. Este sexteto bonaerense, integrado por Ezequiel Nellem en el bajo, Ale Salvador Belial en voz, Santiago Bennasar en los teclados, Jorge Rivas y Maximiliano Ríos a cargo de las guitarras y Hernán Sosa en batería descargaron puntualmente su potente propuesta; con una base muy firme, guitarras pesadas con excelentes solos y largos arreglos de carácter épico, sostenidas y complementadas por los teclados. A todo esto hay que sumarle la voz de tono alto (algo que parece casi de rigor en el subgénero). Estos elementos quedaron en claro desde que sonó la primer canción. Así se fueron sucediendo “Mil razones”, “Gritos de la tierra” y “Habemus mortem” (en donde la voz de Ale parece llegar al límite de sus agudos) entre varias otras. Con “Nuestro lugar” llegó el final de una actuación remarcable como acto de apertura.
MD: -Ale ¿Qué significó para vos abrir la jornada para bandas como Azeroth y Angra? Ale Salvador Belial: -¡La verdad que fue increíble! Para la poca trayectoria que tenemos como banda, fue alucinante. Tuvimos mucho apoyo de gente que confió en nosotros, y eso nos dio la tranquilidad como para poder realizar esto Declaración para Metal-Daze apenas terminada la presentación de HABEMUS MORTEM, a minutos del comienzo de AZEROTH |
Con una propuesta algo más heavy que sus predecesores, AZEROTH tomó por asalto el escenario a puro doble bombo y guitarras vertiginosas. Actualmente Ignacio Rodríguez se ha volcado únicamente a su papel de vocalista, por lo que la agrupación ha mutado de quinteto a sexteto con la incorporación de un guitarrista más.
Como nos contó el propio Ignacio en la entrevista que le realizamos hace unos días, había una gran expectativa por parte de ellos para este show, y esto derivó en una presentación adrenalítica, potentísima y, dentro del espectro power metal, muy heavy.
“Senderos del destino”, que da nombre a su última producción, atronó en el recinto junto a otras composiciones nuevas sin quitar espacio para sus trabajos anteriores, entre las que sonaron “Más allá del caos”, ”La salida”, “La promesa” y muchas otras de una extensa carrera, porque si bien Los cabezas de cartel están de festejo por sus 30 años, muy poco es lo que le falta a AZEROTH para alcanzar esa cifra.
Algunas cosas para destacar, por ejemplo, es el acertado uso de algunas pistas de apoyo (bastante común hoy en día), lo ajustada que suena la banda y el tremendo trabajo vocal, tanto en la parte individual como en los muy logrados coros.
Luego de estas dos presentaciones el escenario estaba en llamas. La gente también y pedía a gritos por ANGRA. Esto último, literal, porque el tiempo que se tomaron los asistentes para preparar el escenario, si bien fue el normal en estos casos, se hizo eterno al calor del momento.
La presentación de la quizás más importante banda power metal latinoamericana fue sublime, de una musicalidad superlativa, podríamos decir que perf… casi perfecta. Porque Bruno Valverde es un baterista de una contundencia asombrosa, incansable tras los parches; junto a Felipe Andreoli logran una base que es una muralla; este último aporta además mucha dinámica y musicalidad gracias a sus técnicas de dedos, tapping y slapping que ejecuta en sus bajos de 6 cuerdas. Marcelo Barbosa y Rafael Bittencourt integran un tándem de guitarras de una calidad técnica de primer nivel sin por eso resignar melodía. Rafael suma a su vez intervenciones con guitarra acústica y también su voz en determinados momentos.
Completa la formación el vocalista Fabio Lione. Quiero dejar en claro algo, para evitar malos entendidos: ANGRA es un grupo que puedo escuchar, me gusta, pero que no sigo habitualmente. No me interesa entrar en un debate sobre sus vocalistas, que si André Matos, que si… el papel de fanático o hater no me va.
Pero pese al gran carisma de Fabio Lione, su despliegue, escena y su permanente buena onda y contacto con el público, nobleza obliga, debo señalar su desempeño vocal.
Y sin que esto sea de una gravedad importante hay que decirlo: Es obvio que el registro super alto ya no es lo suyo. Es muy notorio que a algunas notas no llega, y en el resto del repertorio, que exige un nivel de agudos casi permanente llega a duras penas, muy jugado todo el tiempo lo que, sin ser desafinado, termina generando una incomodidad en quien escucha producto de una vocalización forzada, lo cual no solo afecta a su desempeño personal, sino que inclusive se nota a la hora de armonizar con Rafael en las composiciones que cantan juntos.
Dicho esto, que no logró empañar la fiesta que se vivió (porque se vivió una fiesta, a no dudarlo) lo hecho por ANGRA empezó muy arriba y fue in crescendo con el correr de los temas. Así sonaron “Newborn me”. “Ego painted grey”, “Black widow’s web” (cantado a duo por Fabio y Rafael), las power baladas “Reaching horizons” y “Bleeding heart”, la muy sentida “Make Believe” (dedicada a Matos), “Magic mirror” y varios más. Los pasajes eléctricos, los acústicos, los arreglos de corte casi progresivos, los solos adrenalínicos e impecables técnicamente y la dinámica de una banda tope de gama, todo se sumó para justificarle con creces al público el haber asistido.
… U-na-más!! Y no jodemos más!! U-na-más!! Y no jodemos más!!
El público pedía y la banda cumplía: con “Carry on” y “Nova era” cerraron una noche antológica, casi perfecta. Tres bandas que dieron todo lo que tenían, que no fue poco, y que hizo que todos se fueran conformes a su casa.