Año: 2023 | País: Argentina | Género: Hard Rock | Sello: Icarus Music | Puntaje: ♠♠♠♠♠♠♠ (7/10)
En este quinto álbum los muchachos GUNNER siguen obstinados en profundizar una propuesta que se sostiene en los años dorados del glam de los ochenta y tiene como pares en cuanto a sonido, estética y temática a la nueva ola de hard rock – sleaze que proponen bandas europeas como CRAZY LIXX, H.E.A.T. o ECLIPSE entre otras, sin por ello recurrir a la copia descarada que convierte a muchas bandas del estilo en bandas de covers camufladas que solo logran que quien escucha vuelva a las versiones originales.
En este punto el grupo conformado por Roxx en guitarras, Mark Preva en teclados, Sam Kara en bajo, Gustavo Daniels en batería con el debut discográfico de Javier Barilari en voces (sobrino de Adrián y con una interesante carrera en bandas de Hard Rock y A.O.R) no tiene ningún prurito a la hora de construir canciones en donde claramente se nota la búsqueda por encontrar un sonido que nada tenga que envidiarle a cualquier banda extranjera de las nombradas anteriormente. Seguramente por eso, la decisión de cantar en inglés (algo que la banda viene sosteniendo a lo largo de su discografía) tiene que ver con la posibilidad de algún tipo de inserción en otros países del mundo, más allá de que el estilo sea unos de los pocos dentro de la música pesada en donde ese idioma parece la regla a seguir a la hora de componer canciones.
Alguien podría decir que no hay nada más ochentoso que los videojuegos tipo “arcade”, por lo que para una banda que intenta dialogar con esa época, que el disco arranque con una canción llamada “Arcade Nights” sirve como punto de partida en cuanto a estética y sonido, algo que se repetirá de manera coherente a lo largo de todo el disco. Con una letra que es una especie de oda a “los jueguitos”, la canción se sostiene en la presencia activa de los teclados, con una impronta bien melódica y ganchera, algo que la banda intenta proponer en cada una de las canciones. “Lonely” y “Rose in Hell” muestran algo de variedad en cuanto a la propuesta hard rockera del quinteto.
La primera, con Javier Barilari, sugiere una voz agresiva, lo que le permite a la banda construir una canción aguerrida y pesada (algo que se potenciará más adelante con “Pyromaniac Man”, una canción que a pesar de tener un inicio con una especia de zapada blusera va ganando en pesadez y acerca al grupo a un sonido ligado al heavy de los ochenta). En este punto, más allá que por la mitad, la canción tenga un segmento “cachondo” con el objetivo de cambiar de clima, se nota que el grupo intenta lograr un balance entre pesadez y melodía que logra con canciones como “Rose in Hell” en donde la atmósfera arranca con un aire futurista, pero luego propone una base pesada y rockera donde las voces y la melodía general del tema brillan con contundencia. En este tipo de canciones se nota el esfuerzo del grupo en general por refrendar composiciones que si bien están dentro de la línea del hard rock, tienen un especial énfasis en cuanto a arreglos y el cuidado de melodía. Claramente, Roxx en especial y la banda en general, se muestra como un guitarrista lleno de recursos y con una habilidad técnica importante, lo que hace que las bases y solos de las canciones tengan un interesante despliegue más ligado al hard rock serio y bien tocado de bandas como WHITE LION o EUROPE que de las miles de propuestas que pulularon en los ochenta sin pena ni gloria y con casi nula calidad musical.
La obligatoria balada “Love evol” (un clásico de todo disco de hard rock), más allá de ser un espacio de comodidad para Javier Barilari (se nota aquí su capacidad de interpretación y su emotivo timbre vocal) marca el inicio de la última mitad del disco y deja el espacio para que los teclados manejen la melodía que sostiene a la canción. Sin ser para nada original (para el género las baladas son acústicas o con teclados y no parece haber mucha opción) aquí el grupo aprovecha para bajar un poco los cambios, algo que se sostiene con “Saint or Sinner”, un medio tiempo donde el gancho y la melodía vuelve hacerse presente.
En la última parte del disco “Bad Guys” (con un inconfundible aire al WHITESNAKE ochentoso y una letra local que dice “I grew up in the Piedrabuena Neighborhood/Bordering the immoral/ Learning the law on the street” dando la pauta que no solo en el Sunset Strip se puede ser callejero), muestra a la banda en su faceta más rockera, algo que las dos canciones que cierran el disco construyen a la perfección. “Iron Heart” acerca a la banda hacia el hard rock serio / A.O.R. de bandas como EUROPE o VAN HALEN (especialmente por el uso del teclado), mientras que “Holding On” (una canción regrabada de su primer disco “Desire”, tiene como invitado a Aaron Briglia ex cantante del grupo para hacer un verdadero temazo en la línea de BON JOVI de los ochenta, cerrando un disco entretenido y bien balanceado en donde teclados y guitarras se contrastan permanentemente en cuanto a protagonismo.
Con una gráfica acorde al sonido del grupo (luces de neón y una estética “Nocturna”) con un gran trabajo de fotografía de Martín Darksoul para darle un aire de “época”, GUNNER da en este disco un gran salto en cuanto a sonido, profesionalismo y calidad de las canciones. En una escena que tiene muchos fanáticos y fanáticas en argentina, pero casi ningún exponente de calidad, el quinteto da la sensación que puede hacerle frente a cualquiera. No es poco.
Si querés escuchar el disco completo podés hacerlo desde ACÁ.
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