Fecha: Miércoles 2 de octubre de 2024 | Hora: 19 hs. | Lugar: Groove | Bandas soportes: BLODIG – ESKRÖTA – MISERERE
La octava visita de los de oriundos de Birmingham (el mismo lugar que vio nacer a BLACK SABBATH y JUDAS PRIEST entre otras), tuvo como trasfondo la convulsionada vida política y social argentina, lo que generó que el mismo día que los inventores del grindcore pisaran nuestro país, en varios puntos de la ciudad se desarrollara una multitudinaria marcha en contra del veto a la ley de financiamiento universitario.
Aunque quien lee esta crónica puede llegar a pensar que no hay mucha relación entre la llegada de NAPALM DEATH y las penurias de vivir en un país con un gobierno como el de Milei; quien conoce a fondo la carrera de la banda sabe que detrás de su propuesta caótica y extrema hay un posicionamiento político claramente alejado de las posiciones de derecha que, hoy por hoy, lamentablemente hegemonizan gran parte del mundo.
Por eso, ver a NAPALM DEATH en Groove, fue una buena noticia por partida doble. Por un lado, mostró un importante salto de convocatoria respecto a su última visita en 2003 en Uniclub y por el otro, fue una especie de soundtrack extremo (al menos simbólicamente) para la situación que vivimos.
Desde el inicio del show con From Enslavement to Obliteration y Taste the Poison, el cuarteto mostró todas aquellas virtudes que hacen de su propuesta algo difícil de comparar con otras similares en cuanto a velocidad y despliegue. Sin lugar a dudas, ver a Barney Greenway berrear como un desquiciado mientras va de un lado al otro del escenario con movimientos espásticos, mientras Shane Embury toca el bajo casi golpeándolo, constituye una de las postales más auténticas de los ingleses. Si a eso le sumamos el sonido corrosivo de Mitch Harris en guitarra y el monolítico golpeteo de la batería de Danny Herrera, el resultado es una sinfonía cacofónica que genera, casi por partes iguales, pogos violentos y miradas incrédulas por la capacidad de la banda a la hora de desplegar su propuesta en canciones, que, en la mayoría de los casos, no llegan a los dos minutos de duración.
Un sonido claro pero estruendoso (claramente NAPALM DEATH necesita de ese tipo de audio para mostrar lo extremo de su propuesta), fue el que sostuvo un show que, en algo más de una hora y ¡22 temas!, solo tuvo descanso para que Barney Greenway se tome el tiempo de comentar, políticamente, algunas cuestiones entre canción y canción. Tratando de hablar en español en algunos momentos pero luego, al no encontrar palabras, haciéndolo en un inglés lento y bien pronunciado para que el público lo entienda, fue introduciendo algunas temáticas que seguramente preocupan a toda la banda. Se manifestó en contra de la guerra, más tarde lo hizo a favor del respeto de cualquier ser humano y en contra de la homofobia, transfobia y lesbofobia y en otro momento abordó algunas cuestiones más ligadas al existencialismo como por ejemplo los discursos de odio (Resentment Always Simmers) o la sensación de que el sistema te está haciendo mierda todo el tiempo (Metaphorically Screw You). En todos los casos el aplauso general dio la pauta de que quienes van a ver la banda también comulgan con estas cuestiones políticas, algo que tal vez no es tan frecuente en el público del heavy metal y sí más usual en géneros como el hardcore o el punk con posiciones más progresistas.
Desde lo musical, más allá de que la banda recorrió la mayor parte de su discografía, el último disco de la banda Throes of Joy in the Jaws of Defeatism (Algo así como “Agonía de alegría en las fauces del derrotismo”) y el clásico Scum fueron los que tuvieron más protagonismo. El primero incluyó las canciones Amoral, Backlash Just Because, Contagion, Fuck the Factoid y That Curse of Being in Thrall, mostrando la evolución que la banda ha realizado en sus últimas producciones. Sin perder su esencia extrema y violenta, ha incorporado elementos de otros géneros (el crust, el death metal, el industrial) generando canciones con una densidad y pesadez que no siempre necesitan de la aceleración para ser efectivas, sumando incluso, algunas voces limpias de Greenway que resultan tan sorprendentes como atractivas. Instinct of Survival, M.A.D., Scum, Success? y el chiste de You Suffer (la canción más corta de la historia según el libro de Record Guinness) por su parte, generaron los pogos más extremos y violentos de la noche, principalmente por tratarse del verdadero clásico de la discografía de los ingleses y un verdadero imprescindible dentro de la música extrema generando una impecable síntesis entre pasado y presente para los oyentes
Para el final, el cover de los DEAD KENNEDYS Nazi Punks Fuck Off junto a Instinct of Survival y Contemptuous, fueron las encargadas de cerrar un show que no tuvo bises. “Jamás vamos a estar a favor del fascismo, siempre vamos a estar en contra de eso” dijo Barney antes de presentar el cover de la banda de Jello Biafra generando una de las ovaciones más estruendosas de la noche y el pensamiento en la cabeza de varios, relacionado con hacer algo para revertir este momento que vivimos. Ver este tipo de bandas lo hace parecer posible, o por lo menos, da esperanza que suceda. Que vuelvan.