El placer de matar una ciudad entera.
Buenos Aires en Diciembre es una ciudad calurosa, y este 9 de Diciembre no fue la excepción. Pero esta vez el calor no parecía provenir de los cielos, sino más bien desde lo profundo de un hueco que se abrió en Palermo, en el centro de Groove, y desde el cual brotó la ardiente violencia del thrash metal en el más puro estado. Es que después de 4 años de espera, la máquina más perfecta de velocidad y agresión, los alemanes de KREATOR, desembarcó en Argentina para mostrar su trabajo más reciente, “Phantom Antichrist”.
La tarde comenzó con un Groove que se cocinaba a fuego lento, llenándose de a poco, pero sin pausa. Me llamó la atención en el público el marcado salto en edad, cuestión que creo yo refleja bastante la historia del Thrash a través de las décadas: Abundaban los pibes entre 15 y 20, nueva generación guerrera del resurgimiento actual del estilo, pero la otra mitad de la concurrencia se nutría de veteranos (muchos en camisa y zapatos) que vivieron seguramente la historia en los 80’s. La gran ausente: la generación que tuvo 20 entre fines de los 90’s y comienzos del 2000, y que se perdió en manos del Grunge y del Nü Metal.
Una prueba de esto fue también las bandas que hicieron de soporte mientras aguardábamos a los alemanes. Al ingresar pude ver los últimos dos temas de M-43, a quienes el sonido no ayudó para nada, con lo que me reservo la opinión hasta verlos en alguna otra ocasión. A quienes si pude disfrutar fue a los jovencísimos NUCFLASH. Si bien su vivo tiene algunos detalles para pulir, su thrash puro y ochentoso tiene la frescura y la agresión necesaria. Muy buenas violas, batería veloz y una imagen sacada directamente del under de la Bay Area de los 80’s hacen de esta banda una promesa a tener en cuenta. Por último, el soporte final fue CERTERA, veteranos del under con 20 años de carrera. Con mejor sonido que los anteriores, este cuarteto mostró un gran repertorio y mucho carisma, sobre todo por parte del cantante y guitarrista Pipa. Thrash sin demasiadas pretensiones, con toques de heavy metal y voz al estilo Petrozza (ojo, solo dije “al estilo”) pero en español. Eso sí, todo teñido de un profundo tono barrial. Una muy buena banda para los que quieran agitar un buen rato las cabezas.
Una vez finalizado el preámbulo, ahora si llegaba la hora del plato fuerte. Y la violencia no se hizo esperar, porque luego de que se apaguen las luces y se oyera la grabación de Mars Mantra, explotó el moshpit (en serio) con la fortísima “Phantom Antichrist”, canción que da título a la placa más reciente de KREATOR. El sonido desde el minuto cero fue excelente. Cada detalle apreciable en su justa medida, desde la voz de Petrozza hasta la sólida pared sónica que construyen Ventor Reil y Giesler con batería y bajo, tal como debe apreciarse una banda de Thrash metal. Siguió la también nueva y más melódica “From Flood Into Fire”, con un seguimiento sorprendente por parte del público, que cantaba y pogueaba con los temas nuevos como si fueran temas de toda la vida. El primer y terrible clásico fue “Endless Pain”, violentamente ejecutado, y con el pedido (concedido por el público) de Petrozza de que todo Groove fuera un gran circle pit. La matanza siguió nada menos que con “Pleasure to Kill”, y volviendo a lo nuevo, “Hordes Of Chaos”. El aceitado balance entre composiciones de distintas épocas parecía reflejarse en la complementación perfecta entre los solo más sucios y violentos de Mille y la velocidad y buen gusto del exquisito Sami Yli-Sirniö. Este último se lució también con la guitarra clásica (trémolo ejecutado con los dedos incluido) en “United In Hate”, tema que fue continuado por “People Of The Lie”. La conexión con el público fue permanente, y a pesar del calor el mosh fue siempre violento y masivo, y las letras coreadas hasta quedar afónicos, sobre todo por el gran número de chicos para los cuáles seguramente esta era su primera vez con KREATOR. Fiel prueba de esto fue el tándem “Enemy of God”, “Phobia” y los emotivos primeros acordes de “The Patriarch”, preludio inequívoco de “Violent Revolution”. Al presentar el primero de estos cuatro, Petrozza declaró que la religión y la política separan a la gente, y que el objetivo de la música es unirla. Y vaya si lo lograron los alemanes esa noche.
Petrozza y sus huestes dejaron el escenario por primera y única vez luego de ejecutar “Civilization Collapse” (también del último disco) y la salvaje “Betrayer”, quedando sólo a la vista la escasa ambientación consistente en banderas con imágenes del disco Phantom Antichrist.
Por último, y luego de la brevísima ausencia, como si quisieran compensar la gran cantidad de composiciones de los últimos discos que ejecutaron (Aunque en mi opinión no había nada que compensar, ya que el material nuevo de KREATOR es explosivo), cerraron con dos temas de su primer disco: “Flag Of Hate” y “Tormentor”.
Con todo esto, la profecía estaba cumplida, y KREATOR demostraba una vez más por qué es uno de los pilares del Thrash metal, con una gran historia, pero con plena vigencia, tanto en estudio como arriba de un escenario. Realmente recomiendo a quien quiera saber cómo se vive un moshpit que no se quede afuera de este ritual, si Milles cumple su promesa de escenario de no tardar otros 4 años en volver. Por lo pronto, el Creador mató nuestro 2013 de la mejor forma posible.
TEXTO: Francisco Mancini