ACCEPT & KREATOR EN EL VORTERIX METAL FEST: “Para el gusto y el paladar argentino”


 

Fecha: 25 – 26 de Abril | Hora: 20:00 hs. | Lugar: Teatro Vorterix | Bandas invitadas día 1: GRAVE DIGGER y LETHAL | Banda invitada día 2: TESTAMENT y AGAINST

A esta altura es bastante obvio que el heavy metal tradicional y el thrash han sido, y son, los estilos más populares dentro del público argentino. Por esto, no sorprende que en el primer día del festival, una banda que defiende la idea del heavy metal tradicional pero que ha sabido adaptarse a los tiempos como ACCEPT, haya logrado llenar un recinto junto a un clásico europeo del estilo como GRAVE DIGGER y los locales LETHAL, quienes aportaron toda su historia para darle otro “vuelo” al cartel. El segundo día del festival propuso algo similar pero ligado al thrash. Tanto KREATOR como TESTAMENT son bandas que han sabido mantener sus raíces pero han ido agregando aditamentos a su música a lo largo del tiempo. AGAINST, fue un justo acompañante de esta fecha principalmente porque su groove metal tiene una relación directa en cuanto a sonido e imagen con el thrash. En definitiva dos recintos colmados (un poco más de gente en el segundo día que en el primero) dieron la pauta de que más allá de que todas las bandas mencionadas tienen varios años de carrera, el público está dispuesto a aceptar cambios y nuevos sonidos. Buena noticia.

LETHAL: A la altura de los clásicos

El comienzo formal para los dos días de festival fue para LETHAL, quienes en los últimos años han encontrado nuevamente una estabilidad para poder lanzar discos de manera continuada, lo que permite también la posibilidad de tocar en vivo, presentar nuevas canciones y en definitiva ser tenidos en cuenta para fechas como estas. A pesar que tal vez sonoramente el vínculo más directo de la banda sea con el thrash que propondrían las dos bandas que tocarían el día posterior; verlos en vivo y percibir la reacción de la gente da cuenta que hoy por hoy es una banda que tiene un conjunto de canciones clásicas que son fácilmente identificables para un público ortodoxo como el de esta primera noche. En lo que respecta a la manera de interpretarlas, la mezcla entre la juventud de Ramon López en Guitarra y Sergio Gómez en batería con los históricos Tito García en voces y Eddie Walker en bajo, le dio a la banda por un lado la contundencia de lo tradicional y por otro la frescura de lo nuevo; algo que se pudo observar en las buenas versiones de “Basura”, “Maza” y “Warriors in the night” y se confirma en algunas canciones de la nueva etapa como “Hasta la muerte” y “Piel de cordero”. Con un sonido aceptable y un set contundente; la corta duración del mismo dejó a una gran parte del público con ganas de más. Esperemos que pronto haya novedades

GRAVE DIGGER: Los caballeros del heavy metal alemán

Dentro del heavy metal alemán, GRAVE DIGGER es tal vez la que siempre se ha mantenido de manera consciente dentro de la idea de lo que debería ser el heavy metal. A los riffs gancheros, la canciones marchosas y los estribillos memorables, el grupo le fue sumando historias épicas con muy buenos momentos en discos como Tunes Of War”  yKnights Of The Cross desde mediados a finales de los noventas y en otros casos esfuerzos aceptables permitiéndoles, en conjunto, girar de manera más o menos estable. La primera sensación al comienzo del show con “Lawbreaker” y “Hell is My Purgatory” fue que a diferencia de las cuatro bandas que participaron del festival, los alemanes no contaron, en su totalidad, con un público que fue a ver su propuesta. Entonces, el comienzo algo frío, dejó ver a algunos entusiastas pero no mucho más que eso, dando la pauta que el cuarteto iba a tener que hacer un esfuerzo para convencer a los que no los conocían. Con un Chris Boltendahl, locuaz, divertido y con buen nivel vocal (su voz rasposa le da un tono inconfundible al grupo), el correr de las canciones con una estructura similar (bases rifferas, pesadas y marchosas) fueron logrando que cierta apatía del público se fuera disipando. La oscuridad de “Ballad of a Hangman” o la sencillez de “Dia de los Muertos” fueron las que sirvieron para que la banda  alcanzara un buen sonido y una mayor llegada al público presente. En este sentido, la presencia de un integrante del staff disfrazado de “calaca” (el mismo que había entrado disfrazado de “muerte” al principio del show algo que después repetiría haciendo la mímica de tocar la gaita en “Highland Farewell” sin mostrar la cara en ninguno de los tres momentos); contribuyó para descontracturar el show haciéndolo más disfrutable principalmente por la química y la buena onda que hubo en el escenario.

Desde el punto de vista musical, al ya mencionado Boltendahl se sumaron tres integrantes de largo recorrido en metal alemán. Jens Becker en bajo y Stefan Arnold, en batería fueron los encargados de sostener una base bien contundente que en canciones como “Healed by metal” (gran título para una canción que habla de ser sanado por el metal) funcionó a la perfección. Desde  las guitarras, Axel Ritt debió encarar la difícil tarea de reemplazar la presencia en vivo y en directo de los teclados, un elemento clave en algunas canciones que por motivos no muy claros no estuvo presente. Con una escuela ochentosa, se lo vio persistente en que los riffs tuvieran la contundencia, la agresividad  y la melodía necesaria; algo que en canciones como “Heavy Metal Breakdown” o “The House”, logró con claridad mostrando un interesante oficio para encarar cada tema. Sobre el final, las épicas “Excalibur” y “Rebellion (The Clans Are Marching)” fueron las que terminaron de enganchar a un público que a fuerza de riffs y contundencia, concluyó convencido por un Chris Boltendahl, que a fuerza de carisma dejó la sensación de un show divertido, alegre, épico y contundente. Seguramente estos son los objetivos permanentes de GRAVE DIGGER. Bien por ellos.

ACCEPT: Master Class de Heavy Metal

Para cuando ACCEPT subió al escenario, el Teatro Vorterix, lucía lleno y las expectativas eran altas principalmente porque los alemanes en su origen (hoy por hoy su formación no es cien por ciento alemana) tienen una particularidad que otras bandas clásicas no tienen: su última etapa es tan valorada como su etapa clásica con discos a la altura de su historia e incluso superiores en algunos casos.

Una formación extensa (Mark Tornillo en voz, Wolf Hoffmann en guitarra, el ex GRAVE DIGGER Uwe Llulis, en guitarras, Christopher Williams en  batería, Martin Motnik en bajo y Philip Shouse en guitarras) parece a priori algo excesiva para una banda de heavy metal tradicional dejando una serie de  preguntas referidas a las guitarras y conociendo la habilidad técnica de Hoffmann para ejecutar su instrumento. Lo cierto es que desde el comienzo con “Zombie Apocalypse”, la respuesta vino de inmediato. Desde el punto de vista técnico hoy ACCEPT es un rompecabezas que encaja a la perfección y en donde las guitarras se intercambian con una fluidez pocas veces vista. Alguien podría suponer que esto sucede fundamentalmente en canciones de la última etapa como “The Abyss”, “Overnight Sensation”, “Hung, Drawn and Quartered” o “Shadow Soldiers” compuestas con un sonido más moderno y pensadas con esta nueva formación. La respuesta es que es verdad que en este tipo de canciones, hiper heavys pero a la vez con un profundo sentido de melodía, las guitarras se reparten el protagonismo. Sin embargo, en las canciones clásicas esto se percibe con aún más claridad. Las versiones de “Restless and Wild”, “Midnight Mover” y en especial “Princess of the Dawn” y “Fast As A Shark” fueron memorables en todo sentido y eso tuvo que ver con el impecable trabajo de guitarras que propone la banda. En especial en “Princess..” y en “Fast…”, el nivel de precisión y de complementariedad fue fascinante. Para citar solamente un ejemplo, en la primera hubieron varios momentos en donde cada uno de los guitarristas hacía algo completamente distinto: Uwe Llulis se encargaba de construir una base monolítica junto a Williams y Motnik, Philip Shouse hacía una especie de punteo mientras que Wolfmann se encargaba del solo. De repente las guitarras armonizaban en parejas, o en tripletes armando y desarmando a su antojo. Si a eso le sumamos la pesadez y la agresividad que generaron canciones como la ya mencionada “Fast…” o el gancho metalero de “Breaker”, sin lugar a dudas nos encontramos con los mejores momentos de la noche, en cuanto a profesionalismo, gancho y ejecución; algo poco frecuente para un grupo de tantos años de carrera.

En este sentido el público supo entender esto y agradecer a su manera cada momento que fue transitando el set de los teutones. Con una participación más efusiva de lo que se suele esperar en este tipo de shows, hubo momentos en que la gente llegó a tapar con su participación la voz de Mark Tornillo o incluso corear con tanta fuerza las melodías de guitarras gemelas que lograban empardar el buen sonido (no estruendoso como en otras ocasiones) que se generó desde el escenario y que en varios momentos se presentó como una inmensa coreografía de cuero y tachas para delirio del público presente. 

Canciones como “Teutonic Terror” o la muy actual “Pandemic”, mostraron la versatilidad de Tornillo para estar a la altura de la pesadez y velocidad de la canciones. Con una voz aguda y agresiva no quedan dudas que hoy por hoy es el indicado para cantar canciones como “Metal Heart”, “Balls to The Wall” y todos los clásicos del set. Lo interesante es que el público festeja con igual efusividad lo nuevo y lo antiguo por lo que cada intervención suya es celebrada, al punto de que no necesita hablar demasiado entre tema y tema para congraciarse con los oyentes.

En este contexto con algunos momentos de gran intensidad instrumental (el medley “Demon’s Night / Starlight / Losers and Winners / Flash Rockin’ Man” y los distintos segmentos de música clásica intercalados por Wolf Hoffmann a lo largo de las canciones) sin lugar a dudas ACCEPT dio un show perfecto, en lo que fue una especie de masterclass de cómo hacer heavy metal con melodía, gancho y sentimiento. Gran momento para una banda que a esta altura es imprescindible que vea en vivo aquel que siente que el heavy metal le corre por las venas. No se la pierdan.

AGAINST: Contra todo, sin aflojar

AGAINST fue la más perjudicada por un atraso en los vuelos que hizo que TESTAMENT y  KREATOR llegaran más tarde de lo acostumbrado. Lo cierto es que cuando a las 20:00hs comenzó a entrar la gente, la banda estaba terminando a las apuradas su prueba de sonido. Eso impactó en la primera de las canciones (el sonido tenía una total cacofonía  y fue literalmente la prueba de sonido), pero luego pareció acomodarse a niveles aceptables. En este punto los muchachos de AGAINST actuaron con profesionalismo y tal vez eso haya sido lo que en la parte final del set haya permitido que parte del público se enganchara con su propuesta que en temas como “Alzando mi odio”, “La sangre de los nuestros” y “Soy Libertad”  tienen un groove que le da una contundencia más que interesante. En junio hacen su segundo Teatro Flores y eso es una buena noticia. Aquí salieron victoriosos a pesar de las circunstancias.

TESTAMENT: Parte de la deuda saldada

Según los asistentes, las últimas visitas de los estadounidenses tuvieron una desafortunada coincidencia. Insólitamente el sonido había sido de los peores escuchados para una banda con la trayectoria que poseen los oriundos de la bahía de San Francisco, por lo que la expectativa y las dudas tenían que ver si el grupo finalmente iba a poder solucionar esta cuestión. Más allá de eso uno de los atractivos de la actual formación (Eric Peterson en guitarras, Chuck Billy en voces, Alex Skolnick en la otra guitarra) era que el ex SLAYER Dave Lombardo era el encargado de la batería. Cuestiones no especificadas hicieron que el muy joven Chris Dovas de la banda SEVEN SPIRES sea el reemplazante definitivo dejando un sabor amargo, pero las expectativas intactas.

Una pequeña intro, sirvió para que la banda, a pleno, comenzara con “Rise Up”, un tema bien ganchero (con estribillo pensado para la participación del público), solucionando rápidamente la inquietud: al menos en la parte de adelante donde estábamos ubicados, el sonido no era cien por ciento nítido, pero si aceptable, lo que se trasladaría a todo el set y después se repetiría a la hora de ver a KREATOR. Entre esta canción, “The New Order” y “The Haunting” (la primera de la etapa más contemporánea y las otras dos de la primera etapa del grupo), los estadounidenses empezarían a mostrar una serie de elementos que serían constantes antes del set. Por un lado la complementariedad de la dupla Peterson – Skolnick fue casi perfecta; principalmente porque se repartieron riff melodías y solos con una soltura y una solidez admirable. Mientras Peterson aportó un sonido más sucio y por momentos más desprolijo, Skolnick fue el encargado de darle a la banda precisión técnica (algo que se potenció con la presencia de Di Giorgio en bajo, un verdadero monstruo de las cuatro cuerdas). El nivel de soltura fue tal que cuando en “Children of the Next Level” (único tema del último disco de la banda) Skolnick, cortó una cuerda en el medio del solo la banda siguió como si nada, dando la pauta del buen momento que están atravesando. 

En este sentido, la seguidilla constituida por “D.N.R. (Do Not Resuscitate)”, “3 Days in Darkness” (de “The Gathering” para muchos el mejor disco del grupo) y “The Formation of Damnation” fue el mejor momento de la noche para los estadounidenses. Por un lado la agresividad con la que Chuck Billy, de gran nivel vocal durante toda la noche, encaró las canciones dejó en claro lo cómodo que le resulta cantar melodías que conduzcan el thrash hacia arenas más oscuras y  extremas. Teniendo en cuenta esto “The formation…” fue el espacio propicio para que Billy invitara a realizar un “Wall Of Dead” que fue ejecutado con mucha participación y violencia en esta oportunidad y en otras a lo largo del show.

La última parte de un set, que se caracterizó por la contundencia y el nivel ajustado de ejecución (Chris Dovas se mostró en un buen nivel aunque sin la presencia escénica de otros bateristas que han pasado por la banda como Paul Bostaph, John Tempesta, Gene Hoglan o el mismo Dave Lombardo) incluyó la sorpresa de incluir a “The Preacher” una canción fuera de un setlist que finalizó con la obligatoria “Into the Pit”, otra canción que le sirvió a Chuck Billy para agitar al público presente y para hacer sus legendarios gestos de estar imitando los instrumentos (estilo air guitar) que a esta altura es parte de su marca registrada. La despedida con promesas de vuelta, dejó en claro que con un buen sonido, las posibilidades de TESTAMENT aumentan radicalmente. Esperemos que lo tengan en cuenta para que en algún momento podamos tener el show de los estadounidenses que todos esperamos.

KREATOR: El odio como bandera

Desde el momento de la preparación previa a la hora de salir a escena se notó que desde hace rato KREATOR es una banda que ha subido radicalmente de escala (en consideración, en popularidad, en relevancia mediática) y eso vale tener los suficientes pergaminos para cerrar el denominado “Klash of The Titans”, una denominación exclusiva de esta gira con TESTAMENT por latinoamérica. Un telón con el logo de la banda (que se dejó caer una vez empezado el show y un muñeco gigante de VIOLENT MIND (la mascota que tiene las banda en sus discos) dieron la pauta de que los alemanes se saben potentes y capaces de cerrar, hoy por hoy, cualquier festival del mundo, con un producción que lo amerita y una propuesta musical acorde a las expectativas generadas.

Mucho de esto tiene que ver con que a lo largo del tiempo los liderados por Miland ‘Mille’ Petrozza han sabido cambiar su propuesta sin perder los elementos básicos de su identidad. El comienzo formal del show luego de la intro “Sergio Corbucci Is Dead” fue una pauta de esto: “Hate Über Alles” es una canción que habla de uno de los temas frecuentes en la lírica de las canciones de los alemanes: el odio en sus diversas formas,  algo que profundizó People of a Lie y que en mayor o menor medida aparece en casi todas las canciones con distintas formas (se podría mencionar el odio ante las instituciones religiosa en Enemy of God”, “Satan Is RealyPhantom Antichristcanciones que fueron parte del set) y por fuera de esa temática, la crítica social casi en primer plano en todas las canciones. Precisamente, todas las canciones mencionadas tienen, además, un punto en común que tal vez fue lo que más se destacó a lo largo del show. Más allá de que el show tuvo momentos de velocidad desenfrenada en canciones como “Betrayer” y “Terrible Certainty” de la primera época de los alemanes, en donde fundaron el thrash alemán junto a SODOM y DESTRUCTION, hoy por hoy el grupo se siente más cómodo con la velocidad marchosa de canciones como “Strongest of the Strong” o en en la mezcla de agresividad y gancho de canciones como la increíble “Violent Revolution”, que con canciones como “Hordes of Chaos (A Necrologue for the Elite)” o “Phobia” de su etapa más polémica a mediados de los noventa, dejaron un mensaje bien claro: no es necesario acelerar todo el tiempo para sonar brutales y pesados; por el contrario, es el contraste entre los distintos climas lo que permite que a lo largo del set se potencie cada una de las canciones. La ejecución precisa logró que resalte con sutiles diferencias, algo que el grupo parece querer mostrar a su público:  detrás de la decisión de tomar al  menos un tema por disco busca dejar el mensaje que los cambios son buenos y que no implican necesariamente un cambio radical en la identidad central de la propuesta.
En lo que respecta al desempeño sobre el escenario, Mille volvió a mostrarse como un frontman capaz de motivar a su público con algunas frases claras y precisas que generaron una interesante respuesta de un público que identificó y festejó cada uno de los temas de la noche con casi la misma efusividad, lo que da la pauta de que banda y público tienen la misma sintonía.

Un sonido fuerte aunque no siempre nítido, potenció las canciones más marchosas (las ya mencionadas “Stronger…” y “Violent…” entre otras) y le hizo justicia a la dinámica de la banda. Más allá de que Mille indiscutiblemente es la estrella del grupo, la ejecución del legendario Jürgen ‘Ventor’ Reil en batería, Sami Yli-Sirniö en guitarra y el recientemente incorporado Frédéric Leclercq en bajo; tuvo una impronta típicamente alemana. Rapidez, precisión, armonía fueron las características que sobresalen en la manera que el grupo encaró las canciones, acelerando cuando fue necesario, machacando cuando fue preciso y proponiendo climas cuando las canciones lo pedían.

En este contexto, el cierre de la noche con “Flag Of Hate” (el clásico “Pleasure to Kill” quedó afuera por cuestiones de tiempo”); sirvió de conclusión para un show que a pesar de no diferir demasiado en cuanto al set list de las últimas visitas de los alemanes, tuvo un nivel de contundencia y de potencia impecables. Como al principio del show, el odio volvió a hacerse presente para recordar que es un sentimiento que es parte íntima del ser humano. KREATOR de la mano del odio, logró otra victoria. Bien por ellos.

Texto: Carlos Noro
Fotos: Estanislao Aimar
(por falta de acreditación no se pudo fotografiar el segundo día)
Agradecemos a GS Press por la acreditación al evento.

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