Fecha: Sábado 17 de mayo de 2025 | Hora: 23.59 hs. | Ciudad: Comodoro Rivadavia (Chubut) | Lugar: El Sótano Pub | Bandas invitadas: No hubieron
Soy de los que creía que CARAJO era una de las bandas dentro de la escena de metal moderno argentino, de las que nunca iban a separarse y dejar de tocar por “x” circunstancia, ya que su fructífero y rico pasado me lo refrendaba, al haberse transformado en una banda metalera popular, algo así como lo que pasa con RATA, pero posicionados en la juventud. Soy también el que creyó cuando ARDE LA SANGRE dio su primer suspiro musical, en entender que estábamos ante la presencia de una propuesta musical bastante similar a la que había quedado trunca y que en cierta medida, se alzaba como una continuidad futura quizás a eso que ya venían practicando.
Hoy por hoy, mi manera de ver la banda y su propuesta cambió. No solo por los discos editados, sino también en tener la chance de haber visto en vivo ambas propuestas, las cuales cierto corte ideológico han tenido entre ellas y con su pasado en sí, situación que hoy en día no es tan sencillo lograr, más aún cuando pasaste muchos años con tu cabeza formateada desde un eje musical que no tuvo muchas migraciones durante varios años. Era algo que sencillamente, funcionaba, tanto para ellos como para la gente y que seguramente redituable desde lo económico también.
Cuestión es que a cinco años de la creación de ALS como banda, con dos discos de estudio editados más una serie de EP’s, fue que en marco de los festejos aniversario que se encuentran realizando, recorriendo nuestro país y países vecinos, llegaron a la ciudad de Comodoro después de un par de años sin visitarla y nosotros estuvimos ahí para contarte lo que pasó.
Y lo que pasó es que estamos ante una banda, que dónde la pongas a tocar, recinto que sea, se las arreglan para sonar bien y que todo suene prolijo y claro (más allá de la guita que hayan puesto en equiparse con el correr de los años). Para que esto suceda, la banda liberada por Corvata Corvalán y Tery Langer, llegó un par de años después a refrendar lo que vienen haciendo. Pero eso, no basta solo con ellos dos para que la maquinola corra claro está, sino que en ese cuarteto que decidieron crear, hay piezas claves y de sustento en las nuevas creaciones, como lo es la figura de Luciano Farelli, quien parece no decir mucho con su cara bonachona, pero que cuando uno lo visualiza en vivo, se da cuenta de que ha sido una gran influencia al momento de analizar toda la estructura musical sobre la cual está inmersa la banda, más allá de que puedas percibir que la cabeza del tipo mientras está tocando en vivo, se encuentre en otro recital.
El show arrancó tarde, como suele suceder en las fechas realizadas por fuera de la ciudad de Buenos Aires y sin acto soporte alguno. En ese contexto y sumergidos bajo el liderazgo de las voces emitidas por Corvex, la banda se ensambla perfecto en la búsqueda del equilibrio subyacente, con las ayudas que llegan desde las cuerdas vocales de Tery y Luciano, las cuales con potencia y una linda gráfica de fondo, dieron un show amalgamado, bien ensamblado, sin baches. Pruebas de esto fueron las ejecuciones de Hijos del Dolor, Un día de furia, Fiebre e Industria Asesina, por nombrar algunas de las ejecutadas en el primer tramo del show.
Y con una sala a menos de medio llenar y bajo algún tibio “Vamos comodoro” la polenta de la banda en vivo se vio refrendada también en canciones como Todo es Vanidad, Rompe Cadenas, Modo Perverso y El Reino Maldito, las que en todo momento dejaron en claro los vaivenes por los cuales la banda transita, entre los cambios de voces, alguna que otra pista de fondo y potencia musical por sobre todo, en un recinto que no cualquier banda hace sonar siempre así.
Básicamente, estar en un show de ALS, es estar frente a una banda que no deja bache alguno, tapan todo vestigio que pueda estar dando vueltas, y si bien en el pasado siendo un formato trío ya lo hacían, ahora se siente en este formato mucho más compacto el esquema musical que los sustenta, dado que esos sonidos modernos que llegan, cubren todo tipo de superficie.
Indiscutiblemente, ver a ALS en vivo musicalmente, es presenciar un esquema recurrente del estilo, con canciones que arrancan tranqui y estallan, que continúan tranqui y vuelven a estallar, y así sucesivamente, lo que no hace más que invitar a la gente a saltar y a explotar a intervalos musicales determinados de paz, reflexión y pogo a la vez, con letras fielmente traídas de nuestra vida cotidiana, representando la misma fórmula que supo predicar Corvata, que tanto marcó un camino, como cuando estaba en A.N.I.M.A.L., siendo transgresor de normas con sus cantos hip-hopeados.
Así fue que el show se desarrolló con total normalidad y fue creciendo entre ellos y la gente a la vez, casi gradualmente, tanto en los ánimos del público como en la demostración de las ganas de tocar de los muchachos arriba del escenario. Sentí como que la copada fue generalizada, fue al unísono. Entre medio de todo eso siguieron presentando su nuevo “Pase lo que pase” (ese mismo en que Corvata nos daría como primicia en la nota que le hicimos ACÁ) y convocando a la vieja guardia, a la cual el compositor, bajista y cantante agradeció por todos los recibimientos que ha tenido con el correr de los años desde que le tocó pisar por primera vez el suelo ventoso de la ciudad.
Con un Nacho Benavides hiperfirme durante todo el show en los parches, vivimos un show serio, sin ningún tipo de desmadre y siempre respetuoso, de ambas partes. Nadie pidió canciones de su pasado más reciente, en síntesis, se esperó hasta tanto la banda decidió por sí sola, reversionar canciones de CARAJO, dónde probablemente se vivieron los mayores y mejores momentos de efusión entre los presentes, como lo fue con El Error o en Joder, más allá de que en esta oportunidad decidieron no ejecutar canciones de A.N.I.M.A.L.
Por otro lado, como mencioné, me quedo con una gran labor de Luciano, quien con esa cara de que poco digo, navegando en su mundo, es el que le trae definitivamente la cuota moderna y distinta al team. Diría algo así, que es el sutil del grupo en materia de solos de guitarra y otras yerbas junto a Tery, es el que se solapa distinto con sus pares, el que le trae la onda Ceratezca y de PARTEPLANETA al cuarteto, más allá de la linda versión de Artefacto, que es la que en definitiva marca bastante el eje moderno de sonidos por el cual han decidido transitar.
Ya para el madrugador cierre de la noche, la banda trajo consigo muchas de las nuevas canciones que se dieron a conocer por primera vez cuando la banda empezó a rodar hace no mucho, las cuales en definitiva se transforman como líderes en materia de composición (¿hits?) de la banda como Ojo del Huracán, OBDC, Aguantar, Tecnocracia, Espejo Roto y Enemigo Interior.
Me llevo puesta a una banda con polenta (invirtieron sus ingresos siempre bien), de sonido claro, moderna, con huevos y que me dice que a pesar de tener toda una trayectoria sobre sus espaldas, son laburantes como cualquiera de nosotros, que se levanten temprano para viajar, para componer, para ensayar, para tocar, para pensar cada video que hacen y tantas cosas más. A las claras está de que por más trayectoria que tengas, en este país tenés que seguir siempre laburando y nadie te regala nada. Es probable, que en otro país, tendrían otro pasar, pero eligen estar acá, justamente pase lo que pase.
Más allá de eso, me quedo con la figura del copado de Marcelo, cómo lo hice en esta entrevista y al fin y al cabo, derrocha humildad arriba y abajo del escenario, y en definitiva, lo hace a él y a sus pares, músicos relevantes que la remaron desde abajo, como cuando cualquiera de nosotros tuvo alguna vez la vaca atada un tiempo con cierto confort, hasta qué situaciones de la vida, te llevan a migrar hacia otro lado. Ahí están y ahí van.
Bueno, si todo esto no es que te arda la sangre, ¿Qué es?
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