BARRO “Constimordor”

En febrero de este año, BARRO, el nuevo proyecto musical del trapero Ca7riel materializado como una banda de metal, publicó su primer EP homónimo, a días de anunciar públicamente la concepción de este. Si bien el célebre trapero ya se insinuaba como un asiduo oyente del heavy metal, verlo volcarse de lleno en la producción de material netamente pesado fue una sorpresa, por lo menos para mí. Este proyecto fue concebido junto al músico y productor Chowy Fernández (ex PRONOIA), quien se alistó en la guitarra, y también sumó a sus filas al bajista El Montes, y al baterista Alan Fritzler (UNDERMINE), para terminar de consolidar una formación bastante nítida y afilada, que como premisa tiene alejarse de toda la solemnidad y clichés de género, tal como dijo el Cato en una entrevista, “anti aptos para todo público”.

Confieso que inicialmente, estuve bastante reticente en escuchar el EP que salió en el verano, ya que, si bien sonaba bastante pesado, tenía muchas influencias que no van a encontrar en mi playlist diaria de Spotify. Por otro lado, “Constimordor”, este nuevo disco, mantenía la premisa inicial, pero exploraba otros terrenos sonoros, situándose el núcleo de este en el metal alternativo, si tuviéramos que vernos en la forzosa tarea de etiquetarlo, debido los múltiples matices que en él encontramos, con admirables incursiones en el hardcore punk más básico, el hip hop o el soul, con vocalizaciones espirituales y un toque urbano a lo largo de todo el disco, usando bastante el spanglish.

Cabe destacar, este título surge como una palabra compuesta por Constitución, barrio porteño que siempre es citado por los protagonistas como lugar clave en el nacimiento de BARRO, y Mordor, noble tierra fría y mística de la mente de J. R. R. Tolkien. Sin embargo, es vano citar las múltiples influencias que se escuchan a lo largo de los temas, ya que ninguno es parecido al anterior, y nos ofrece un gran abanico de posibilidades, tanto desde lo musical, como en las letras, siempre lidiando con temáticas y problemáticas diarias sobre un público que quizás no es tan asiduo de la música pesada.

Por ejemplo, en el tema “7 Rojas”, que se estrenó con un tremendo videoclip, tiene un tinte de speed thrash metal barrabrava, con unas voces que lindan entre el punk y el trap relatando una secuencia futbolera suburbana, cortado con un estribillo más podri al exclamar “solo dolor”, y más adelante una interesante melodía al final del tema mientras el vocalista exclama “Voy a tener que salirme del game / ¿Por qué siempre estoy en falta?”. Inmediatamente, tenemos otro de los puntos más álgidos del disco, en “Missing children”. Este tema no es más que la versión extrema de su canción en BZRP Music Sessions #14, que dada la naturaleza de su origen rapero, se orienta muy fuerte al new metal con un toque de downbeat, en un híbrido entre KORN y MESHUGGAH que eriza la piel, pero que un poco se aleja de estos gigantes, con un solo de viola bien atípico hacia el final, que suena dispar al background instrumental sin que eso suene mal.

Durante todo el disco se destaca enormemente el trabajo versátil de Chowy Fernández, siendo él, el encargado de matizar las canciones basándose en el mensaje y la emoción que se busca transmitir, dando muestra de que es uno de los violeros más virtuosos de la escena emergente del metal, y posiblemente del país. Y esto se ve, ya que, además, tenemos algunos momentos que bajan los decibeles y nos invitan a corta un poco el frenesí, como sucede en “Nunca pedí nacer”, o “Big bang” (con un interesante guiño a “Owner of a lonely heart” de YES), con una vibra muy alternativa, en esta ocasión con las voces lideradas por El Montes y una lírica etérea “Yo me dopé un poco más / Con ganas de reflexionar / Capaz se arregla la colmena”.

Por último, destaco enormemente, “Spot” que cuenta con RONPE99 como invitado, que tras una intro ominosa, pareciera encaminarse a un rap melancólico, pero aparece la armada instrumental para patear nuevamente. Al compás de ella, de la boca del rapero marplatense proliferan versos de desdén “La ansiedad y la depresión un poco me carcomen / No puedo quedarme quieto mientras el tiempo corre / Ya superamo’ una meta era salir de pobre / Ahora la casa de mamá me está esperando el doble”, antes de saltar a un brutal breakdown para cerrar el tema, con algunos más en el ínterin antes de encarar directo a “Constimordor”. Esta canción, que es la nota que cierra este impecable disco, termina siendo probablemente el tema más rabioso del mismo, con unos estribillos bien al palo y vertiginosos coronados por unas melodías vocales que hace alusión a la metáfora inicial: “Mientras el sol no me dé / En Constimordor feliz seré”.

Posiblemente, estemos en presencia de uno de los lanzamientos más importantes del año, dejando de lado las preferencias musicales que uno pueda tener, ya que es “Constimordor” ofrece unas buenas pinceladas de frescura con la mixtura de estilos que contiene, inclusive fuera de la música pesada, y puede servir como unión de escenas que hoy parecen tan disímiles como el agua y el aceite, dada la masividad de Ca7riel.