Liturgia Polaca Para El Domingo Argentino
Hay bandas que nunca pensé que llegarían a la Argentina y una de esas por lejos era Батюшка (padre o sacerdote en español, a.k.a. BATUSHKA). Pensé que serían del tipo de proyectos de los que sacan un disco y chau. De hecho, sin ir más lejos es extraño verlos girando en este 2018 ya que su único material “Litourgiya” data del año 2015; desde ahí que no hicieron nada más en el estudio y el mismo es una liturgia en sí mismo y está dividido en ocho cortes denominados “Yekteniya” que vendrían a ser letanías del rito religioso ortodoxo las cuales terminan representando musicalmente: purificación, bendición, sabiduría, misericordia, santa entrada, esperanza, verdad y salvación. En síntesis, más allá de esto, estamos en presencia ante canciones que poseen mucho significado de por medio dando con una propuesta definitivamente distinta. Desde ya no está de más adelantarles de que fueron por todo (en todo sentido) y con una producción de fondo más que interesante arremetieron contra la iglesia ortodoxa tergiversando por completo el mensaje, pero manteniendo el eje de la génesis de la historia. Cuestión que el pasado domingo 20 de mayo vivimos un show que sabíamos de antemano que marcaría cierta historia, de esos eventos que pintan para distinto y así lo fue. En síntesis, estuvo bien que tres años después del debut hayan llegado a nuestro continente.
Normalmente las bandas que llegan a nuestro país (salvo las grandes y alguna que otra excepción) lo hacen con muy poca escenografía. Éstos, a diferencia del resto, se trajeron todo el arsenal y ambientaron el escenario cual misa satánica¿? fuera. Velas, calaveras, indumentaria, humo, luces rojas, candelabros, cadenas, inciensos, cruces y todo lo que se te ocurra estaba perfectamente planificado desde arriba. Nada de nada liberado al azar. Para que todo esto tenga efecto, faltaban los actores, ellos, los sacerdotes, los cuales fueron ingresando gradualmente al escenario mientras algunos sonidos empezaban a salir de los parlantes, como invocándonos al evento lenta y gradualmente. Para esto, previamente, uno de los coristas con toda la paciencia del mundo fue encendiendo una a una las velas, velitas y velotas (si, de toda clase y color) que había arriba del escenario. De ahí en adelante se dio paso a que arranque la liturgia, mientras sus compañeros de banda ingresarían de a poco a escena, hasta que por último ingrese su cantante.
Y eso fue, una cita gradual, con sonidos del más allá que si bien siempre estuvieron sustentados por una base musical black metalera dejaron de entrever compuestos un tanto más doom y no hicieron más que dejarnos todo el tiempo agarrándonos la cabeza ante tamaña propuesta. No está de más contarles de que el sonido fue perfecto y la banda no solo arrancó sonando muy bien, sino que terminaron mejor aún. Fueron tanto para ellos como para nosotros los cincuenta minutos más contundentes que pudimos haber vivido en los últimos tiempos en materia de shows. De hecho no me quedaron ganas de más, si… el tiempo fue poco, pero lo dejado musicalmente mucho. ¿Me seguís? Nadie protestó, ni nadie dijo “una más y no jodemos más”. Nos fuimos con la panza llena.
Con letras completamente redactadas en Ruso, de acuerdo a lo que me manifestó algún amigo Ucraniano que me hice después del show (de las cuales no pude entender nada lógicamente, salvo gracias al famoso traductor del buscador), poco creo también eso nos importó en el momento. Fue como haber asistido a una ceremonia de metal, donde se mantenía el eje de banda pero con tres coristas masculinos con voces de gran caudal, canónicas, las cuales oficiaron de gran sustento para la banda durante todo el show. Al igual que sus colegas de GHOST entre otros, se desconoce¿? la identidad de los Polacos como muchos de ustedes saben, aunque se cree que la misma está formada por Barth (voz líder, HERMH), Jatzo (batería, ALTERCATED e IN EXTREMIS), Derph (guitarra, EURESIS), Paluch (bajo, SQUASH BOWELS y otras), Wdowa (guitarra, SOULLESS CARNAGE) y los tres coristas mencionados. En algún momento alguien dijo que Nergal (BEHEMOTH) podría estar involucrado en la historia, puede ser, quizás, pero venir no vino. Más que interesante puesta en escena. Independientemente de esto, me gustan las bandas que coquetean ocultando identidades.
Cuestión que yendo a los hechos nos encontramos con el disco tocado en su integridad. Eso sí, no me preguntes que hicieron antes que después, pero tocar los tocaron a todos y el telón se bajó. Pero para que ese momento llegue vivimos mucho de todo. Un baterista incansable, de mucho blast beat, el cual no paro de subir y poner la banda donde debía, unas muy ricas guitarras (con varios solos bastante psicodélicos) y una base de bajo más que contundente. Mucha potencia, poco despliegue escénico, como estaqueados al piso prácticamente y cero palabras para con el público, como tampoco ningún tipo de agradecimiento al finalizar el show. Llegamos, tocamos el disco de la Yekteniya I a la VIII y nos fuimos. El haber visto a BATUSHKA fue un viaje distinto, corto, pero contundente. Me encantaría saber sobre donde se posicionarán a futuro, pero si hablamos de una banda distinta dentro de los géneros extremos deberemos de citar a ellos definitivamente. Un amigo dijo terminado el show: “Ojalá vuelvan!”. Y sí, como no!
Texto: Hernán Mazón
Fotografía: Sergio Biagini
Agradecemos a Marcela Scorca vía ICARUS MUSIC por la acreditación al evento.
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