Entrevistamos a Niklas Sandin de KATATONIA: “Creo que las pequeñas audiencias son mejores, hay mucha energía y podés conectarte de otra forma”


Los suecos traerán su rito de los corazones sangrando a Uniclub el próximo 2 de septiembre y su bajista Nicklas Sandin se puso al teléfono para contarnos qué nos espera.

Enganchamos al bajista de KATATONIA, haciendo tiempo mientras Air France encontraba sus valijas. Ya terminando su faena en los festivales veraniegos de Europa, los suecos se preparan para el tramo latinoamericano del tour que presenta su flamante disco “The Fall of Hearts”. Sobre esto y mucho más, charló con nosotros.

Metal-Daze: Comencemos con el nuevo disco. Al escuchar “The Fall of Hearts” hoy, estás conforme y feliz con el resultado? 

Niklas Sandin: Estoy muy contento, siento que la gente pudo “digerirlo” aunque sea un album largo, de casi 70 minutos de duración, está lejos de ser un disco de grind-core, jajaja… Creo que fue bien recibido y la gente pudo “digerirlo” y entender las canciones y de qué se trata.

MD: Personalmente lo encuentro más interesante y un poco diferente al disco anterior. ¿Cuál es  tu impresión?

NS: Yo creo que Dead End Kings tiene su propio sabor y carácter, pero creo que Fall of Hearts es más grande y logra abarcar más de la banda. No tiene voces podridas, pero creo que pueden encontrarse ingredientes y facetas de toda la discografía. Aunque no tenga tanto su propio “carácter”, se siente actual y no sé cómo explicarlo, pero lo siento más grande y más rico que Dead End Kings o Light is the New Day.

MD: Esa fue mi impresión también y al mismo tiempo, al ser discos distintos, volvieron a usar el cuervo en el arte de tapa. ¿Tiene algún significado especial para la banda este ave?

NS: Es un símbolo de toda la carrera de KATATONIA, es un símbolo tanto de muerte como de libertad, algo que suele abundar en las letras de nuestras canciones. Yo creo que es un muy buen símbolo, que ayuda a entender rápido de qué trata la banda. Y creo que lo verán nuevamente en el futuro, jajaja.

MD: Algo así imaginaba, debía haber un significado para la presencia de este cuervo. Tal como dijeron ha estado con ustedes desde el principio.

NS: Exactamente, no somos “ornitólogos” o cual sea el nombre para los amantes de las aves que se sientan con binoculares a avistar pájaros. No estamos a ese nivel, jajaja…

MD: Volviendo al álbum y su sonido, “The Fall of Hearts” tiene un sonido muy intimista. Ideal para tocarlo en lugares pequeños con un ambiente relajado. ¿Existe una diferencia para ustedes cuando tocarlo en grandes festivales o en fechas más pequeñas? ¿Qué escenario prefieren?

NS: Desde luego hay una diferencia en tocar para 500 o 1000 personas que hacerlo, como lo haremos la semana próxima, en el escenario principal de un Festival para 20.000 o 30.000 espectadores. Personalmente, creo que las pequeñas audiencias son mejores; hay mucha energía y puedes conectarte con ellos. No estás tan desconectado, tan distante. Tenés el pozo para los fotógrafos, y la gente a dos o tres metros, es más una sensación de que ellos están mirando mientras vos tocás, no llega a sentirse que estamos todos en lo mismo, conectados, haciendo especial esa noche. Por eso prefiero una audiencia más íntima y privada.

MD: Entonces podríamos decir que hay una diferencia en tu forma de tocar, en el personaje que armás a la hora de tocar, cuando estás en un festival que frente a poca gente. Tocás con más energía en recitales más chicos.

NS: Sé que suena como un cliché, pero trato de hacer lo mejor en todos los shows. Pero obviamente, aunque trates de hacer lo mejor, puede que no alcances ese tipo de sentimiento cuando estás en un festival. Es más fácil de alcanzar con audiencias más pequeñas. Te sentís más cerca, es como si sintieras la transpiración del otro. Incluso como espectador, voy más a recitales pequeños que a grandes estadios, porque me resultan aburridos, es como ver un DVD.

MD: Hace poco tocaron en el 70,000 Tonnes of Metal Festival (N. del E: un festival que se lleva a cabo a bordo de un crucero, junto a muchas bandas). ¿Cuál fue la experiencia? Tuvieron mucha audiencia allí pero al mismo tiempo un clima bastante intimista. ¿Fue así?

NS: Sï, fue nuestro primer recital en esas condiciones. Fue muy raro, pero también lo disfrutamos mucho. Incluso casi se hunde el barco además, porque pasó una tormenta cerca durante la travesía. Fue algo interesante y a la vez exótico ver gente en traje de baño escuchando nuestra música. Por eso prefiero los shows más pequeños, en este caso fue algo muy surrealista, el hecho mismo de tocar en un barco, el hecho de hacer puerto en lugares como Jamaica. Estoy acostumbrado al “Viking Line”, un ferry que une Estocolmo con Helsinki; donde escuchás el hielo golpeando los costados del barco y que si salís a cubierta realmente te “cagás” de frío. De todos modos fue una experiencia interesante, y seguramente lo haremos de nuevo.

MD: Siguiendo con la cuestión de los lugares, tanto para tocar como para grabar, “Sanctitude” fue grabado en una Iglesia gótica. Pienso es un lugar más ideal para la música de Katatonia. Si pudieran elegir un lugar dónde tocar, no solo estadios o clubs, ¿una iglesia sería la elección?

NS: Yo creo que las iglesias o catedrales son ideales por la acústica que brindan. Tiene realmente mucho sentido, a pesar que no encaja con la música que suele sonar en estos lugares. Quizás no encajaría un show de rock más “usual”, pero definitivamente la cuestión acústica fue realmente buena y creo que esos shows de Sanctitude fueron muy buenos en lo que respecta al público y por eso decidimos grabar allí el DVD. Pero también tocamos ese set en shows regulares, como en Bélgica, y también fue raro. Era todo demasiado normal y no pudimos crear esa atmósfera especial que la iglesia de Union Chapel, en Londres, nos pudo dar. Estaba la música, las velas y todo… Pero fue realmente buena la experiencia de tocar en iglesias o catedrales, tanto para la banda como para la gente que nos vino a ver. Lo que me shockeó fue ver gente tomando  cerveza en las iglesias en Alemania.

MD: Acerca del público, muchas bandas prefieren un público ruidoso y muy activo, como sucede aquí en Latinoamérica y especialmente en Argentina. ¿Ustedes prefieren este tipo de audiencia o quizás por su música se inclinan por un público más callado y calma, como en teatro por ejemplo?

NS: Desde luego, uno lo aprecia en las partes más calmadas del show, pero cuando hacemos los temas más pesados, cuánto más ruidoso, mejor!!! Es una de las cosas que eleva la experiencia y el concepto de un concierto. En los países nórdicos llegás a escuchar una aguja cayendo mientras tocás, porque la gente es más callada. Aplauden cuando terminás de tocar, muy gentilmente, pero no estás “tan dentro” del show, por eso es tan gratificante cuando venimos a Sudamérica. Es como que todo el resto del mundo te parece silencioso cuando venís a Sudamérica, jajaja… Quizás sea algo malo en realidad, porque cuando ustedes elevaron demasiado la vara de cómo tiene que ser una audiencia; cuando toquemos en otros lugares, como Estocolmo o Helsinki, vamos a ver a la gente ahí parada, ¡muy quieta!!! Por eso estamos esperando por llegar y sentir la energía del público sudamericano. Recuerdo la gente de Chile fue muy pero muy buena, con todos volviéndose locos.

MD: La última vez que estuvieron en Buenos Aires dieron un muy buen show, yo estuve ahí y la química entre la gente y la banda fue muy fuerte. Es como vos dijiste, el público en Latinoamérica en general está muy conectado con la música y las letras; en comunión con la banda.

NS: Quizás haber mencionado a Chile no fue justo, porque toda gente está igual de loca en Sudamérica. Quizás la experiencia más intensa fue un show, en un pequeño bar, tipo pub, donde la banda estaba realmente muy cerca de la gente. Es difícil escuchar tu propio amplificador, jajaja… ¡Es algo realmente poco usual!

MD: Recorriendo la historia de la banda, con los discos “Tonight’s Decision/Last Fair Deal Gone Down/Viva Emptiness” la banda fue mutando hacia un sonido más “abierto”. Pero luego hicieron dos discos más pesados como “The Great Cold Distance” y “Night is the new Day”; para luego hacer “Dead End Kings/Dethroned & Uncrowned”, sumado al DVD “Sanctitude”, con un sonido más acústico. Ahora, “The Fall of Hearts” da un nuevo giro. ¿Qué los lleva a cambiar el sonido constantemente? ¿Es algo intencional o simplemente sucede?

NS: Es algo que sucede naturalmente, tiene que ver con la influencia que tiene en vos las bandas que estás escuchando en el momento, dejando que las canciones se formen solas sin empujarlas en una dirección determinada. Anders y Jonas son quienes escriben las canciones trabajan así las canciones y hacen que su música sea honesta con ellos mismos y nunca quedé como algo puesto a presión en una dirección determinada. Por eso a veces lleva tanto tiempo la composición, porque no es una fábrica, donde nos sentemos a decir “Ok, hoy terminemos esta canción”. Por eso es que si bien al escuchar podés ver que es KATATONIA, no estamos repitiendo lo mismo del último álbum. Siempre hay un progreso, porque creo que toda persona es influenciada por distintas cosas a la hora de grabar cada disco, y también hay que decir que si bien no mucho, pero la formación de la banda ha cambiado y cada uno ha puesto su propio condimento ya que (Anders y Jonas) no son unos facistas que te dicen qué hacer y si no lo hacés te golpean en los dedos.

MD:¿Y vos cómo te sentís en esta nueva formación de la banda? ¿Tienen las mismas ideas, tienen las mismas influencias?

NS: Actualmente todos tenemos las mismas influencias pero al mismo hay mucha diversidad dentro de la banda. Un día puedo escuchar DIANNA KRALL y al día siguiente CANNIBAL CORPSE. No lo sé, somos abiertos de mente a la hora de escucha música. Nuestro nuevo guitarrista (Roger Öjersson), escucha mucho rock progresivo de los 60´s y 70´s, y será muy interesante para el futuro ver qué puede sumarle a la banda. De hecho, ya ha sumado unos solos increíbles en el último disco.

MD:¡Cuidado! ¡No vaya a ser que se conviertan en el nuevo OPETH!!! Jajaja…

NS: No lo creo, jajaja…

MD: Ojo, yo soy fan del nuevo sonido de OPETH… Tengan cuidado

NS: Bueno, creo que debo colgar para llamar al próximo medio… (N. de la R: ¿se habrá enojado?).

MD: Oh, ok… Para cerrar, ¿qué recuerdan de su última vez en Argentina? Ya me contaste lo que esperan para el próximo show, pero hay algo en particular que recuerdes?

NS: Recuerdo principalmente haberme sentido como una lasagna en el horno. Hacía demasiado calor, fue como si se te derritieran los huesos. Recuerdo la gente, como te comentaba antes, muy alocada y sentir como si estuviera tocando en un delirium o un sueño. No sabíamos qué esperar, que iba a ser tan alocado. Desafortunadamente, Buenos Aires fue uno de ésos lugares que llegamos muy tarde y no tuvimos mucho tiempo de ver nada. Esta vez será distinto y por suerte tendremos tiempo de recorrer un poco y cenar por ahí quizás.

MD: Y además esta vez no tendrán un clima tan caluroso

NS: Sí, igual voy a llevar mis lentes de sol y los shorts!!!

 Texto: Estanislao Aimar/Rodrigo San Miguel


0 0 votes
Puntaje del Artículo
guest
0 Comentarios
Más recientes
Más antiguos Más votados
Inline Feedbacks
View all comments
Translate »
error: ¡CONTENIDO PROTEGIDO!
0
Nos encantaría conocer tu opinión, comentá!x