Fecha: Miércoles 30 de noviembre | Hora: 21 hs. | Ciudad: C.A.B.A. | Lugar: Teatro Flores | Bandas invitadas: PLEGARIAS & FISIÓN NUCLEAR
Los liderados por Gary Holt volvieron a Buenos Aires a dar un show para el recuerdo que da cuenta del gran momento que viven.
Es indudable que en los últimos años EXODUS se ha convertido en una referencia ineludible a la hora de hablar del thrash en el sentido más clásico del término, principalmente porque más allá de cierta innovación relevante en cuanto a sonido y composición, el grupo no se ha movido jamás de la obstinada idea de realizar las canciones más rápidas, agresivas y pesadas posibles. Varios buenos discos (desde su reunión en 2004 hasta hoy) y seguramente la participación de Gary Holt en la última formación de SLAYER reemplazando a Jeff Hanneman (generando un estándar de producción y de calidad para él, que trasladó a EXODUS) terminaron por redondear un presente interesantísimo que incluye a “Persona Non Grata”, disco lanzado el año pasado, con muy buena recepción por partes de fans y medios.
“We Will Rock You” de QUEEN sirvió de intro, para un show que en ningún momento tuvo descanso dando la pauta de que la idea de rockear queda chica para lo que propone el quinteto en vivo. Las tres primeras canciones enganchadas; la violenta “The Beatings Will Continue (Until Morale Improves)”, el clásico “A Lesson in Violence” y la pesadísima “Blood In, Blood Out” dieron la pauta de que la banda vino para pasar por arriba a los presentes sin ningún tipo de atenuante. Para dar una idea de la respuesta del público respecto a lo que sucedió en el escenario, luego de estas tres canciones, Steve “Zetro” Souza, de evidente buen humor como a lo largo de toda la noche, aconsejó al público que se cuidara entre sí en el pogo seguramente basado en la violencia con que los asistentes enardecidos encararon las primeras canciones. Luego de mencionar el triunfo de Argentina sobre Polonia y a Messi (parecía estar tan contento como los presentes), “And Then There Were None” fue uno de los grandes momentos de la noche, por el nivel de tensión que planteó la tensión y porque por primera vez durante el set Gary Holt realizó esa especie de truco donde levanta la guitarra en el aire durante el solo, tomándola de palanca. “Body Harvest” mencionada por Zetro como una de sus favoritas, mostró el nivel de complejidad que hoy tiene una banda como EXODUS. La canción llevó literalmente al límite de la interpretación a todo el grupo, sostenida en el riff entrecortado que rige a la misma junto a un clima denso y pesado que derivó en una intrincada complejidad de segmentos progresivos. En este punto incluso, Zetro probó algunas vocalizaciones guturales dando la pauta de que la canción sirve para llevar al grupo más allá de sus propios límites.
Luego de mencionar que para esta gira ellos mismos pidieron estar en Buenos Aires, “The Years of Death and Dying” y “Deathamphetamine” también mostraron toda la potencialidad instrumental del grupo, principalmente porque el trabajo de interacción de las guitarras entre Lee Altus, y Gary Holt fue sencillamente fenomenal. Si bien uno espera que en este tipo de canciones haya un diálogo fluido a nivel guitarras, en este caso fue impresionantemente sostenido el nivel de precisión y agresividad de los dos guitarristas. En especial en la primera y en la siguiente “Blacklist” resultó impactante ver como las dos guitarras se complementaron de manera fluida, incluso comenzando solos y dejando que la otra lo termine, en una gran demostración de pericia técnica. Precisamente esta última canción fue la que dejo ver en el escenario al legendario Wattie Buchan de THE EXPLOITED, quien evidentemente aprovechó que al otro día tocaba en Groove para salir de juerga con sus históricos amigos. “Sin esta persona EXODUS no habría existido” dijo Gary Holt como presentación de unos de los referentes en lo que respecta a la fina línea entre el punk más extremo y el thrash. La violenta “Piranha” fue la que dio cierre al show antes de los bises, con la sensación de que el show había sido demoledor tanto por la potencia del grupo como por la entrega del público.
La lenta pesadez de “Prescribing Horror”, toda una rareza entre tanta velocidad pero todo un acierto a nivel sonoro, fue la que dio inicio al cierre del show. Luego como era esperable, vino un mazazo tras otro: “Bonded by Blood” con Gary Holt ataviado con la remera de Argentina y un 666 gigante, “The Toxic Waltz” con la intro de “Raining Blood” y “Strike of the beast” fueron las elegidas para los primeros bises. Aquí como a lo largo de toda la noche, la banda volvió a mostrar todas sus virtudes. Al trabajo de guitarras ya mencionado y a la confirmación del gran nivel de Zetro Souza en cada canción (con su característico tono agudo y agresivo), es importante destacar la verdadera pared sonora que construyeron Jack Gibson en bajo y en especial Tom Hunting en batería. Si bien el primero de los dos permanece en las sombras, fue clave para llenar de pesadez y densidad las canciones. El segundo, realizó un trabajo sencillamente conmovedor, dando la pauta de lo influyente que ha sido su tarea a nivel arreglos e interpretación. Sin estas dos piezas, seguramente sería muy difícil que la velocidad y la violencia thrashera de EXODUS, pueda lograr el nivel de intensidad sonora que logra.
En este contexto “War Is My Shepherd” y “Metal Command” cerraron un show que fue sencillamente una fiesta, por el despliegue de la banda, por el nivel sonoro, por la respuesta del público y por la sensación de ver un estilo ejecutado con un nivel de perfección pocas veces vista, incluso en otros referentes más masivos. Si te gusta el thrash, jamás te pierdas a EXODUS. Ellos tienen a posta.
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