Año: 2015 | País: Argentina | Género: Heavy Metal/Hard Rock | Formato: CD | Sello: Metal Sin Records
Resulta bastante difícil en todo sentido para una banda venida desde el underground poder editar un disco hecho y derecho. Y en ese contexto MATHRAS lo ha logrado por segunda vez y voy a hacer hincapié más adelante en las cuestiones sobre las cuales me posicionaré para hablar del presente material. Si bien después entraremos en un análisis más detallado del tema a tema del disco, un análisis holístico me permite decir que estamos ante una placa con un sonido infernal, si infernal, muy bien logrado y un gran arte, diseño y presentación del mismo. Probablemente, tenga que ver en todo esto Gustavo Rubén (guitarras), quien aparte de tocar, ofició como productor artístico y general de la banda. Como si fuese poco, sumamos también a la gente que masterizó el CD en Barcelona (España), como Axel Sierra Bas, quien seguramente fue muy importante. Por otro lado, si vamos a ellos, a los músicos, hay un gran trabajo de todos en sí, pero me guardo en el bolsillo el laburo vocal realizado por Ariel Varas, a pesar del trabajo afilado de las guitarras y batería. No se piensen que las cuatro cuerdas quedan relegadas, al contrario, las bases están muy bien trabajadas y marcadas suenan. Así que bueno, ahí vamos amigos.
El arranque del disco cuenta un poco todo esto que destaco a través de canciones como “Ars chimica” o bien en “Mi ley”. Las voces también tienen algo llamativo, y si mis oídos no fallan, en muchos casos fueron grabadas a modo doblegado o con estribillos y coros de estudio reforzados, que no quedan nada mal. Las cuatro cuerdas lideradas por Fernando Barreiro van al frente como les conté y es a través de “El psicópata” donde se destacan. Esta canción tiene la particularidad de iniciar con cierta impronta a lo “Trust” de MEGADETH, pero luego todo eso que pudiese dar continuidad a la canción citada se esfuma y vuelven a ser MATHRAS. Los solos de guitarra son cortos y efectivos en el disco, tampoco son del tipo de guitarras que pretenden liderar una canción por sobre encima del resto con virtuosismo, aunque sí hacen un gran trabajo. ¿Y saben qué? Si bien estamos ante una banda de cuerpo heavy, en el alma estos muchachos se respira hard rock, pero del bueno. Les sale por los poros, aunque tienen la astucia de plasmarlo como una propuesta mucho más potente que hace de que rompan algún esquema interno, o al menos eso me dejó. “Recuerdos del dolor” habla en parte de todo esto que cuento y no desentona con lo que la banda venía proponiendo, al contrario, redoblan algún eje en materia de solos y con sonidos Van Halianos se muestran como una propuesta de heavy metal moderno, nada cabeza por cierto, como solemos decir. Eso sí, debemos destacar también que a fuerza del doble bombo ejecutado por Sergio Marti, cumple destacada función en canciones con cierta impronta más power metalera, pero nada que desvirtúe el eje de la banda en sí.
Las líricas son otra pata fuerte en la banda también, ya que el mismo cuenta con episodios un tanto más densos y melódicos como en “Sin detenerme”, canción cargada de cuestiones en su letra, la cual tranquilamente podrías sentirte identificado. Dotada de bases densas y un bajo que de fondo garpa, han logrado un gran sonido en todo el disco, pero en canciones como esta la cosa garpa más. Los rasgueos de guitarra son intensos, incisivos y oscuros. En este sentido debo decir que es una plataforma sobre la cual la banda a mi entender debería de apostar más a futuro. Lindo trabajo, sencillo, pero voluminoso. Y como siempre bien cantado, Ariel hace un trabajo muy prolijo en todo el disco. “Vidas ajenas” va al frente, de hecho te diría que es de las más picantes del disco y se muestran como una banda polenta y más aguerrida a lo que venían mostrando. Hasta es más, su cantante se atreve a meterle una cuota más gutural a su voz, acompañado siempre por un bajo realmente contundente al cual espero puedan seguir manteniéndole en vivo su sonido. Por momentos también los coros o voces doblegadas cansan un poco, ojo, también entiendo que es el sello de la banda, pero a algunas canciones las hubiese dejado grabadas de una y sin tanto comedimiento. Me dio la impresión que algunas de las voces incorporadas al trabajo no fueron grabadas de corrido (como los coros), y si bien le da prolijidad necesaria a la grabación, le otorga, por otro lado, un componente artificial. Repito, no queda mal, pero a mi entender le quita naturalidad.
Dando continuidad a la historia puedo decir que lindo el riff de “En lo profundo”, linda base, lindo todo. ¡Hasta se presta para el headbanging, que más querés! Y como toda canción también tiene su solo de guitarra, los viajes quedan bien; y si de estirpe clásica hablamos no dejan nada liberado al azar y lo meten en el momento justo. Son todos cortitos y al pie. “Nada cambiará” los muestra como dije anteriormente también como una banda hard rockera y no les queda mal, para nada. De hecho el componente sigue siendo siempre el heavy, pero de base hard. Buena afinación en la voz y de vuelta caemos en lo mismo, una historia desde las líricas que puede ser así adaptada a vos, dependiendo del momento que te encuentres atravesando. Por otro lado, la componente velocidad tiene su momento en el disco con canciones como “Decisiones” que si bien llega para casi el cierre del disco, la posición de la misma en la placa no estuvo nada mal. Después de varios temas digeridos, debo decir que suenan mucho como banda, de verdad.
Por otro lado, se guardaron la parte más melosa de más banda, que con voces a lo JAF, de canciones cantadas con hidalguía para alguna mujer perdida también les queda bien como banda, aunque me quedo con la otra banda que venía escuchando. Lindos solos de guitarras y sonidos que invitan a pensar. Hacé una cosa: prendete una vela y destapá un vino, yo sé lo que te digo. Para el cierre, una canción del gran Pappo Napolitano en su versión de PAPPO BLUES, “El viejo”, que en una canción más densa y con cierta crudeza heavy/hard que la original no tiene desperdicio; estos muchachos se encargaron de tributarla bien a su estilo. Me llevo una linda banda, tampoco algo que no haya oído nunca, pero sí un ejemplo de que cuando las cosas se quieren hacer bien, a ellos les remitiré como ejemplo. Antes costaba bastante que el hard rock y el heavy metal se fusionen. Hoy no sé si es moneda corriente, pero de lo que sí estoy seguro, es que estos muchachos generaron una “Alquimia” en su trabajo que en el momento, tiempo y forma que fue desarrollado para ellos y sus seguidores será irrepetible.
Contacto con la banda acá.
Lista de temas:
1. Ars Chimica
2. Mi ley
3. El psicópata
4. Recuerdos del dolor
5. Inocencia perdida
6. Sin detenerme
7. Vidas ajenas
8. En lo profundo
9. Nada cambiará
10. Decisiones
11. Siempre estarás
12. El viejo (Pappo Blues)
Texto: Hernán Mazón
Agradecemos a la banda por la facilitación del material.
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