Fecha: Sábado 17 de noviembre de 2018 | Hora: 00 hs. | Ciudad: Comodoro Rivadavia (Chubut) | Lugar: El Trahuil | Bandas soportes: KELENKEN & EMISARIOS
OSAMENTA pisó suelo Comodorense por primera vez e hizo estallar El Trahuil. La banda de Salto, provincia de Buenos Aires, presentó “Asesinando en vivo” y recorrió gran parte de su discografía, para regocijo de un público que los esperaba con ansias. Los locales KELENKEN y los Caletenses de EMISARIOS se sumaron a la fiesta y dejaron su huella.
Pasada la media noche dio comienzo EMISARIOS, banda de Caleta a la cual no tuve la oportunidad de escuchar por completo. Por cuestiones de tiempo, llegué para los últimos temas, pero lo que pude observar fue que ejecutaban un thrash hecho y derecho, por lo tanto fue una buena elección a la altura del género. De todas maneras, no va a faltar oportunidad para verlos y escucharlos otra vez.
Llegó el turno del combo Comodorense KELENKEN. Estos muchachos vienen rodando desde hace un largo tiempo y su thrash combinado con sonidos y elementos folclóricos, siempre es bien recibido por su gente y por quienes se suman a la propuesta. Su set contó con el arte de Claudio Omar Segundo, un pintor que mostró en vivo todo el proceso de su trabajo al mismo tiempo que los chicos arrancaban a tocar. Un desafío distinto que ya se ha mostrado en otras actuaciones de KELENKEN. Y en cuanto a lo musical, a pesar de la falta de un violero, noté que nunca perdieron fuerza y sonaron bastante parejito. Quizás ese era uno de los mayores desafíos. El setlist pasó por temas como “Yanacona”, “Chancho colorado” –tema del cual saldrá un videoclip a luz dentro de poco–, “Corruptóplis”, “Sangre gaucha” –ejecutada en una versión más heavy– y “Marichiwew”, estos dos últimos acompañados por vientos, y el homónimo “Kelenken”, canciones pertenecientes a su primer CD; “Manke”, tema que aún no está grabado, en el que también estuvieron presentes los vientos y el charango. Además se pudo escuchar una versión de “Nunca mates la flor”, de Hugo Giménez Agüero. Y para cerrar, y creo que no podía ser de otra manera, lo hicieron con “Aguante el aguante”, tema donde siempre se puede escuchar al público cantar el estribillo, porque la tomamos como propia.
Alrededor de las 4:00 arrancó OSAMENTA, banda que viene pateando hace rato estos caminos, haciéndose escuchar desde el under de Buenos Aires. A pesar de que ya habían estado en sur, en lugares aledaños, les costó llegar a Comodoro, pero toda esa espera generó algo positivo: la adrenalina, las ganas acumuladas por parte de nosotros como público crecía. Y en esta ocasión vinieron a presentar “Asesinando en vivo”. Cuando Guillermo y Mauricio en las seis cuerdas, Alejandro en el bajo y Matías atrás de los parches se posicionaron en sus lugares, se corrió el telón y luego Pietra en la voz se sumó para arrasar con todo su arsenal. Hicieron un repaso por los discos “Libertario”, “Subversivo y “Consumicidio”.
Abrieron fuego con “Rompe el Corazón”, de “Libertario”, y prosiguieron con “Nuestro lugar”. Si no te llega la letra de este tema, algo te debe andar funcionando mal. En resumen, la lírica describió todo lo vivido en esa fiesta. El tercer tema, mostrando su último material de estudio, “Consumicidio”, fue “Hijos de la Tierra”. Cuando llegó “Hambre de revancha” se descontroló todo, la adrenalina que todos teníamos se liberó de la mejor manera, empezó el agite, los puños en alto y el pogo. Siguió “Cuando estalle la rebelión”, canción que prácticamente te obliga a hacer headbanging, y sentís se te va a estallar algo.
Entre tema y tema, podíamos reconfirmar que la banda suena igual al disco, y esto, hoy, no es poca cosa. Cabe destacar, por supuesto, la voz de Pietra. Es impresionante lo que canta ese hombre, y no sólo yo quedé sorprendida, a pesar de que muchos me habían asegurado lo de “suena igual al disco”, sino que también veía a un par de personas que uno le decía o hacía gestos/señas al otro: “¿Viste lo que aguanta allá arriba, cómo mantiene la voz, los agudos que tiene?”, y sí, es para sacarse el sombrero.
Aunque en estos primeros temas el sonido no estaba del todo bien, debido a que la voz de Pietra no se escuchaba, luego de eso, a lo largo del recital, fue mejorando. De “Libertario” también se escuchó “Gritando a los vientos”, tema donde fueron invitados dos miembros de KELENKEN para hacer la introducción, acompañando con el charango y los vientos. Gesto que pareció más que copado. Prosiguió “Esclavismo espiritual” y el ambiente volvió a ponerse áspero. Luego, “Asesinando a la vida”, al unísono se escuchaba el estribillo cantado por casi todos los presentes “…Vos sos yo, yo soy vos…”, y el bajo toma una presencia tremenda. Seguido de eso, como para que no decaiga, seguiría el rompe cuellos, gracias al doble bombo de Matías y esos riffs trabados de Guille y Mauricio, “Clase mierda”.
En “Epitafios vacíos” se vio la destreza de cada uno de los músicos. Los riffs te generan una sensación como si se te enchufara algo en el interior, al igual que el machacante “Fábrica de patrones”, que te parte la cabeza. Y dieron punto aparte, no final, con “Bahía mortal”, canción donde el público respondió más efusivo que antes. Y nosotros al no demostrar cansancio, pedimos uno más, agarraron sus instrumentos y nos regalaron una más. Así se despidió OSAMENTA, y espero que lo hayan disfrutado tanto como los que presenciamos este recital de altísima calidad no sólo musical, sino también humana, porque los muchachos demostraron toda su humildad a la hora de interactuar con la gente arriba y abajo del escenario.
Hubo aguante, sí, pero la asistencia no estuvo a la altura. Siento que a veces tenemos que reconsiderar la buena predisposición de los organizadores a la hora de traer bandas. Y una vez más fallamos nosotros… acá la crítica no va dirigida a ninguna de las bandas, ni al sonido, ni nada por el estilo, sino a nosotros como público. Discúlpenme, pero no hay mucha excusa que valga. Así que ojalá la próxima vez que estas bestias pisen el suelo Comodorense, se acerque más gente a hacer el aguante, porque aguante hay, de eso no hay dudas. Ojalá, en su retorno, seamos más para apreciar cada riff, base, machaque y cada grito que pega ese Pelado. Los que fuimos, sabemos que estuvo increíble. Apuntaron a nuestro corazón, escupieron su verdad y nosotros fuimos a ocupar nuestro lugar.
Texto y Fotografía: Aylén Martins
Agradecemos a Farwest por la acreditación al evento.
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