SATYRICON en vivo en Argentina: “


Si esto es careta, yo soy careta.

Hace un tiempo vimos a Immortal, una fiel representación de la ortodoxia del Black Metal Noruego. Sin ser exagerados Satyricon viene a ser su contracara. Allí donde los dirigidos por Abbath se han mantenido firmes sin moverse un centímetro, los comanadados por Satyr y Frost, vocalista y baterista respectivamente, han ido incorporando elementos rockeros, industriales y melodías ligadas a la NWOBH.

En este contexto, tal vez la gran mayoría de los que fue a ver a “los pintarrajeados surcadores de bosques” hace un par de semanas, no perdonan este intento de ser más accesibles. Esta es la única explicación que puede dar cuenta de la diferencia en cuanto a convocatoria. El Sábado el Teatro lució semi vacío. Con la leyenda del true black metal noruego, se llenó más que aceptablemente.

El comienzo fue para una serie de temas que marcan lo que podríamos llamar “la etapa rockera” de los noruegos. “Repined Bastard Nation” de Volcano fue continuado por “The Wolfpack” de su última producción “The Age Of Nero” para cerrar esta pequeña trilogía con el rockerísimo y ganchero “Now Diabolical” que siguió unos del los berretines de la noche: el doble bombo de Frost marcando el pulso desde el arranque y la banda siguiendo su ritmo frenéticamente en medio de una coreografía de cabezas y cabelleras revoleadas por el aire.

Con un sonido que hasta ese momento tenía como única falencia le exagerada prevalencia del doble bombo “triggeado” en la mezcla genera, la continuidad vino por el lado del primer clásico de las viejas épocas. “Forhekset” de “Nemesis Divina” trajo consigo toda su atmósfera extrema a puro beat blast y mágicamente acomodó el sonido hasta un estado casi perfecto, senda que seguría todo el resto de la noche.

Luego de un nuevo salto espacio temporal hacia de “The Age Of Nero” con “Black Crow on a Tombstone” , las palabras que Satyr un par de temas antes empezaron a tener fuerza: “vamos a hacer temas de todos los discos”, dijo por lo que no sorprendió que el seminal “Dark Medieval Times” apareciera con “Walk the Path of Sorrow”.

A esta altura el show se convertía en un espectáculo más que disfrutable sostenido en un en un interesante e hipnótico despliegue de Satyr, con un pie de micrófono en formato de tridente y con una singular elocuencia que contrastó con los gestos parcos y adustos que suelen tener los cantantes de metal extremo.

Luego de aclarar “cuando empezamos hace veinte años jamás imaginamos estar aquí”, el turno fue para el único tema de “Rebel Extravaganza”, “Filthgrinder” para continuar con la muy coreable “Commando”, tercer tema que sonaba de la última placa de los Noruegos.
La última parte del show se dividió entre el obligado y “hitero” “The Pentagram Burns” con una tercera viola en manos de Satyr que se escuchó con una claridad admirable y “To the Mountains” de “Now Diabolical” mezclados con una referencia a lo nuevo “Die By My hand” y al segundo disco “The Shadowthrone” y su imaginería romántico medieval , con “Hvite Krists Død”.

Los bises se dividieron entre el pulso rockero de “K.I.N.G” y “Fuel for Hatred” y la obligada referencia a su Noruega natal con el muy pedido “Mother North”. De esta manera culminó uno de los shows más rockeramente extremos que se hayan visto por estos lados. Tal vez la experimentación no es un valor a tener en cuenta para el público que sigue las tendencias más extremas. Luego de ver shows como este el consejo principal es empezar a abrir los oídos y las mentes. Todavía a algunos que pueden sorprenderlos y esa sensación no tiene precio.

Los iconos del BM en Argentina
SATYRICON: AVANZAR SIEMPRE, RETROCEDER JAMÁS
Por Diego M. Atienza Suarez

Otro exponente del metal extremo noruego, estaba pisando suelo argentino. Satyricon, formados en los 90, considerada entre las más notorias dentro de la segunda ola del black metal noruego, supo dar forma y definición a un sonido que venía evolucionando desde fines de los ochenta. Con su placa “Nemesis Divina” parecía haber creado el disco definitivo de black metal. Lo tenían todo, velocidad, paganismo, melodía, riffs extraños, oscuridad, frialdad. Satyricon fue un gran resumen de lo que había producido el black metal durante años acompañado de un aggiornamento, de un balance en las composiciones que los hacia más digeribles (sin llegar a ser fácil de escuchar en sí) gustando a los viejos fans del sonido negro, como también a algunos nuevos adeptos que quedaban boquiabiertos con temas emblemáticos como “Mother North”.

La banda no se detuvo ahí, traspaso por diversas metamorfosis tanto de imagen como sonoras. “Rebel Extravaganza” fue el punta pie inicial de un quiebre que los haría trascender el género que los definía. “Volcano”, lanzado en E.U.A. por el sello de Daron Malakian(System of a Down) fue la reafirmación de esta metamorfosis. Las fuertes influencias de Thorns aportaban exotismo, un gran acierto ya que la banda de Snorre es una joya desapercibida que tampoco sacó a la luz demasiado material. El sonido rockero ya se asomaba en aquellas rítmicas gancheras, incluso hasta se animaban a coquetear con el doom. El resultado de este giro fue un disco fresco, que inicio la cuenta regresiva que los catapultaría en popularidad y ventas ¿ Y el black metal? No pregunten, los antiguos fans de la banda estaban enojadísimos, haciendo berrinches satánicos por doquier.

Incluso en su mejor momento de “popularidad, Satyricon sigue manteniéndose lejos de las bandas consideradas grandes, a pesar de ello son admirados por nada más ni nada menos que Phil Anselmo (Pantera, Down) quien afirma que “Satyricon es la banda más infravalorada del planeta”. Pantera no solo compartió una gira por los Estados Unidos registrada en el dvd “Roadkill Extravaganza”, sino que también esta veneración produjo un proyecto conjunto con Satyr y otros grandes exponentes del género (Maniac ex Mayhem, Fenriz de Darkthrone) que se dio a llamar Eibon.
Fieles a su estilo, su estancia por el país del norte no pasó desapercibido. A Frost (Bateria) se le negó la visa, por un incidente durante los noventa del cual corren diferentes versiones, entre ellas robo acompañado de actitudes violentas en un bar y una pelea con un funcionario (¡!). Pero como estos noruegos se conocen todos, levantaron el tubo del teléfono para que mágicamente aparezca Trym (Emperor, Zyclon). Todo estaba listo, nada podía salir mal, sin embargo el bus de gira fue atacado por un equipo SWAT, sin ninguna acusación aparente. Al parecer esto asusto al manager de la banda, que huyo con toda la recaudación.

Unos meses después la banda fue invitada nuevamente al país del norte, por dos pesos pesados del metal mundial: Fear Factory y Machine Head. Claro, que Frost seguía sin obtener la visa. El teléfono rojo de Satyricon se levantó, unos movimientos mágicos, para que aparezca Joey Jordison (batería de Slipknot) otro confeso fan del black metal noruego. Como si se tratara de una extraña maldición (¿satánica?) Satyricon tenía programada una presentación en el mismo local donde había sido asesinado Dimebag Darrell de Pantera, sin embargo esto no parecía inquietar a Satyr: “No, no estoy preocupado. No tendría que estarlo. Pienso que los promotores deben estar más preocupados por la seguridad. La gente no debería cambiar su manera de pensar acerca de los conciertos de Metal, esto es un incidente aislado. Sin embargo no estoy sorprendido que esto haya sucedido en U.S.A., el asesino era un producto de su sociedad”. Dicen que las cosas empeoran mucho antes de mejorar, sin embargo en a esto se le añade un lamentable incidente en donde se acusó a los guitarristas Obsidian Claw y Azarak, de drogar y violar a una mujer luego de su show en Toronto. Lógicamente esto causo nuevamente la suspensión de gran parte de la gira.

Estos personajes noruegos salían a escena, por suerte con las manos ocupadas por sus instrumentos, salían a hacer lo que mejor hacen: quilombo, pero esta vez afortunadamente con su particular música. Están avisados, Satyricon es una banda jodida, compuesta por tipos jodidos… ¿Para gente jodida?

FOTOS: Jorge S. Noro


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