PALO Y A LA BOLSA
Hay bandas dentro del inmenso mundo metalero que van para el frente. Una de ellas es VENOM, la mítica banda Inglesa que se ha encargado de influir a cientos de otras bandas desde sus inicios allá a fines de los setenta, ochenta y noventa hasta la actualidad. Con Cronos a la cabeza como ustedes saben (mientras los VENOM Inc. giran por separado) y con la excelente presencia en la parches de Danté y Rage en la viola, la banda llegaría para dar palo y a la bolsa, tal cual refleja el título en el presente discurso. Y si, VENOM es una banda con poca o nula estructura melódica y siempre han sido fieles al género que practican, el cual a lo largo de las décadas no ha salido nunca del NWOBHM, Speed Metal o la génesis de lo que hoy conocemos como Black Metal más que desarrollado por cientos y cientos de bandas del palo que no esquivan en llamarlos padres del género.
La cuestión es que harían su trabajo en el Teatro Flores, recinto del cual pensé que les quedaría grande y efectivamente fue lo que pasó. Ojo, tampoco estaba vacío, pero no estaba colmado. De hecho mientras tocaban las dos últimas bandas Argentinas METALEPSIA y HAMVIDES, no había casi gente, situación que me parecía extraña o preocupaba en alguna forma. Lógicamente lo primero que uno piensa es la cantidad de bandas que están viniendo y a la gente el bolsillo ya no le aguanta, pero por otro la cantidad de bandas con las cuales no comulgo ni un poco musicalmente, las cuales bajo este contexto si han tenido la chance de meter mucha más gente poco tiempo atrás. Pero bueno, sobre gustos no hay nada escrito. Tampoco es que mejor sienta el fan más grande de VENOM sobre la tierra, pero si respeto su legado y todo lo que han hecho con el correr del tiempo y la influencia que le han dado a gran cantidad de bandas. Como que me da la impresión de que fue un show en el que había que estar, definitivamente.
Así que si hablamos del plano musical, fue una noche cruda, contundente y de pocas palabras. Las bandas soportes que alcancé a ver estuvieron más que a la altura de las circunstancias siendo que el género que practican las mencionadas, bastante a fin estaban con la propuesta principal, situación que no suele suceder a menudo. Así fue que a posterior, en un poco más de una hora la banda Inglesa recorrió sus clásicos y a la vez hizo tiempito para mostrar algún que otro tema más reciente. Cronos está físicamente impecable y lleva sus 54 pirulos como los dioses y si bien se nota claramente que al tipo le gusta hacer fierros, las ganas con las que toca el bajo, se mueve, arenga y canta da que pensar siempre para bien. Claro, el tipo es una figura dentro del género y referencia, con lo cual no es cosa menor tener la chance de poder disfrutarlo musicalmente como nos tocó hacerlo. Hablar habla poco, pero bueno, que más da.
Con dos grandes torres de amplificadores de la marca más famosa y la batería del inmenso Danté elevada por los aires la banda dio un más que contundente y picante show. El pibe de los parches definitivamente revitaliza y ha revitalizado a la banda desde que ingresó. El pelado en las seis cuerdas también hace lo suyo, no voy a decir que no, pero no la descoce, pero el rubio de aspecto físico más emparentado con una banda de Glam Metal, que con una de Speed, la deja chiquitita. No se cansa de tocar todo y llenar cada espacio con trucos y movimientos poco típicos de ver. Mueve los brazos y las manos de una manera muy particular, que sumado a las dos chinas que tiene sobre su cabeza, más la iluminación otorgada a su desempeño hacen de que sea un show aparte.
De hecho no sé si a ustedes les pasó, pero en más de una oportunidad me colgué mirando más su trabajo de lo que iba haciendo el resto. La verdad que no sé si el show estará preparado para eso, pero el pibe la rompe y mal. Escuchamos canciones más nuevas del gran último disco “From The Very Depths” como “Grinding Teeth”, “Long Haired Punks” (canción con la que abrieron el show), “Rise”, “Smoke” y “The Death Of Rock ‘n’ Roll” a las que en vivo les dan una cuota más cruda que la de estudio todavía y nada falla. De hecho, si alguna vez tenés la chance de verlos, eso es algo que vas a poder comprobar. Definitivamente te vas a ir del show diciendo que tu entrada garpó. Más de un canto la banda recibió a modo buena onda por parte de la gente y poco, muy poco habló. Se dedicaron a tocar, una ducha y al aeropuerto, no mucho más. Antes de que eso suceda, definitivamente no se podían ir sin tocar clásicos de antaño, así que nos deleitaron con gemas como “Black metal”, “Bloodlust”, “Buried alive””, “Evil one”, “Welcome to hell”, “Countess bathory” y “Warhead”.
Para el bis escuchamos los lógicos clasicazos de antaño como “Black metal” y “Witching hour”. Parece mentira, pero desde el ’79 que vienen volando pelucas y si bien a más de uno de nosotros nos gustaría ver en vivo a la formación completa, este trío que parece un quinteto ha dado que hablar. La rompen! Olvídate de los solos de viola perfeccionistas, los detalles de composición, el uso de pedales exóticos para la viola o bien una voz que afina. En claro quedó que a veces no es necesario querer buscar la perfección musical ya que a veces con poco se puede hacer mucho y ser en puntapié para que el resto de las bandas, bajo su influencia, lo mejoren. VENOM pasó una vez más por Argentina y dio que hablar, mal a quién le pese siguen vigentes y demostrando que no se quedaron en el ayer, a pesar de que su sonido diga lo contrario.
Texto: Hernán Mazón
Fotografía: Maru Debiassi
Agradecemos a Juan Manuela Acuña por la acreditación al evento.
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