Año: 2015 | País: Argentina (Buenos Aires) | Género: Death Metal | Formato: CD (EP) | Sello: Independiente
WITCHOUR es una banda Argentina que inicia actividad allá por el 2014 y la misma toma forma cuando los guitarristas Ezequiel Catalano y Federico Rodríguez (ex CLIMATIC TERRA) se juntan con el cantante Alejandro Souza (ex FRATER). Para que todo tenga sentido se unen a la formación Marco Toba (ex THABU) en el bajo y Javier Cuello (ANOMALÍA, V.I.D.A.) en los parches. Con el correr del tiempo empiezan a componer sos propias canciones y desencadenan en este primer EP, cuál les sirvió a modo de presentación en sociedad. Si bien tienen otro EP en la actualidad del cual también hablamos en nuestro webzine, decidí empezar por este, dado que es el que les marcó el camino en la senda del death metal Argentino.
Para el caso en particular estamos hablando de un trabajo conceptual que fue grabado en Absolute Studio, bajo la dirección de Iván Íñiguez y Cristian Abarca, reconocidos músicos de nuestra escena. Y ya que hablamos de EP y no de un disco, el mismo cuenta solo con cuatro temas, uno más contundente que otro. La presentación física es sencilla, pero el arte y el diseño definitivamente es una pata fuerte dentro del seno del grupo. Musicalmente como mencioné su propuesta oscila netamente dentro de la esfera de géneros como el death metal, aunque podamos distinguir en ellos una serie de sabores no tan convencionales dentro del material melódico que intenta ser.
Rompe el hielo “Feel the unknown” y desde él vamos el sonido de la grabación será mortal. Muy fuerte, contundente y claro serán los aspectos recurrentes en el EP. Más allá de que gente como Javier le pegue fuerte a cada parte de su batería, el sonido logrado en esta producción es muy copado y cuidado. Las voces que mete Ale son claras, ríspidas y las mismas se encargan de envolver todo lo que el grupo hace, no encasillándose, ya que ven desde lo gutural a lo melódico haciendo de que la propuesta no se estanque. Estribillos pegadizos será una constante como al igual los cambios de ritmo. Los blastbeat están a la orden del día y los lucimientos a nivel grupal son siempre evidentes. “The hunger” da continuidad a todo lo descrito y se une a la anterior casi sin que te des cuenta formando así una coraza más fuerte de la que inicialmente ya veníamos escuchando. Rápida, veloz… la más picante del disco.
E insisto el trabajo de Javier es fenomenal en el seno del grupo, acompaña muy bien cada uno de los solos de guitarra de Eze y Fede con detalles y arreglos traídos desde el doble pedal, el uso más que adecuado del ride y con las bajadas de toms llena mucho espacio transformando en la propuesta en un martillazo, justamente como “The hammer”. No aburren nunca, ya que tienen temas trabados, pero de toque también tienen la chance de sacarte de ese momento para mostrarse de un lado a otro como más libres, despojados de estructura alguna, sin límites. Buenos riffs, y recrean lindos escenarios sino escuchá “Conjure thy will”. Por otro lado, hay otro aspecto que me llamó la atención con ellos es la longitud de los temas, que en su gran mayoría son siempre largos, y dado que estamos ante una historia conceptual todos tienen un hilo que los engancha y es como escuchar de corrido un mismo track que va variando, pero no te desenchufan nunca y eso es bueno.
Me queda la sensación de una más que diga presentación en sociedad de algo distinto, de algo diferente, que no es muy común escuchar ya sea a nivel sonoro o musical en nuestro país, independientemente de que tengan sabores en varios de sus pasajes a bandas foráneas, pero de la nueva escuela. Más vale pájaro en mano que cien volando dice el dicho, bueno, creo que ellos han cumplido con esa premisa y si bien no es un primer disco sirve para mostrar el camino con el cual se darán a conocer en sociedad con su primer y formal debut.
Texto: Hernán Mazón
Agradecemos a la banda por la facilitación del material.
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