La máscara de hierro forjada en Buenos Aires
Cada vez que me embarco en una nueva cobertura, la expectativa siempre es positiva. Es innegable para un amante del rock como el que soy, disminuir ese mar de emociones previas, aunque no conozca a la banda o el artista en cuestión se mueva en un mar de estilos, que para mi persona sea desconocido o en el que nunca se haya sumergido. Las semanas previas sirven para informarse del sentido de las obras y por que no, de un poco de historia, para estar en la sintonía correcta.
Si hablamos de power metal, vertiente metálica que fue de gran agrado durante mi adolescencia y dentro de la cual me moví durante mucho tiempo, sumando algún que otro matiz, en lo que a bandas se refiere. Ver una presentación en vivo, sea cual fuere, me resulta de gran desafío y trae a mi mente gratificantes recuerdos. La mayoría de nosotros conoce de una u otra manera a los más grandes de este estilo, y aunque nuestro corazón no esté puesto de forma fanática, sabemos que las comparativas en este caso pueden resultar muy duras, debido a las similitudes que traen consigo este tipo de agrupaciones.
De esta manera, me encontraba con una cita, esta sería el 5 de Mayo en La Trastienda, un lugar muy cómodo para ver shows, pero que no cualquiera puede solventar, en lo que a producción se refiere. La banda sería IRON MASK, formada en el año 2001 por Dushan Petrossi virtuoso guitarrista, conocido dentro del ambiente por haber formado parte de la banda de metal sinfónico MAGIC KINGDOM. A este mago de las seis cuerdas, en esta ocasión, y desde hace algún tiempo, lo acompañarían músicos de diferentes países de la vieja Europa, es el caso de Vassili Moltchanov bajista de origen Ruso, Ramy Ali baterista oriundo de Alemania, y como en todo sitio siempre hay un compatriota dando la nota, a cargo de las voces tenemos a Diego Valdez (ex-HELKER, DREAM CHILD, entre otras). Diego, es un vocalista de estilo internacional, un cantante que de no explicarlo, no te darás cuenta jamás, cual es su país de origen. Su calidad como artista de una u otra manera, tarde o temprano lo posicionaría de forma adecuada, y creo este es un gran momento en su carrera.
La noche comenzó muy tranquila y para el deleite de unos pocos presentes, ARIADNA PROYECT daba un corto pero creativo set acústico. La alineación en este caso sería particular, teclado, chelo, guitarra y voz, siendo estos dos últimos los más atractivos, ya sea por la capacidad de adaptar los solos sin que queden huecos incómodos por parte de Rodrigo Gudiña, como por supuesto, la técnica vocal de Emmanuel Gerbam, quién dio muestras de profesionalismo y como me gusta decir a mi, las clavo todas al ángulo.
Tras una introducción acústica, que se transformaría al instante en eléctrica, comandada por la guitarra, comenzaría el show principal, para una Trastienda a mitad de capacidad. La verdad es que en cierto punto, la escena del rock pesado y todas sus ramas, en lo que a shows respecta, es una situación azarosa. Y digo esto por que uno puede encontrarse con un sold out donde no lo espera, y un recinto casi a mitad de capacidad de manera sorprendente, en donde se tenía otra expectativa. Pero no los quiero desviar en lamentos.
El setlist arrancaba con “Black As Death” canción que no forma parte del último trabajo de la banda, sino que pertenece al disco que lleva el nombre de esta canción. Con la banda al palo, y un Diego Valdez que comenzaba a cantar sin aparecer en el escenario, se noto al instante cuanto la gente extrañaba a este entrañable vocalista, cuando al aparecer en escena todos estallaron en gritos de ovación. Muy buen comienzo, todo sonando en su lugar, bien ajustadito y sin más detalles, la banda y nada mas que eso, sin pantalla, sin bandera, solo ellos.
La primer sorpresa de la noche me la llevé con Ramy Ali, el Alemán es una máquina, que sin frenar su doble bombo que cuenta con un kick fabuloso, agitaba su cabeza al compás de la música, y no solo eso, se lamía las manos mientras tocaba. La verdad nunca estuve en presencia de algo semejante, seguro tendrá su explicación, queridos bateristas quedo abierto a sus comentarios. El show acababa de comenzar y la convocatoria ya había pasado a segundo plano, la gente distribuida quizás, pero no era la cuestión. Lo que si puedo afirmar es que al primer freno el Sr. Valdez expresaba sus nervios, y también su felicidad: “Estoy muy nervioso, les agradezco por estar acá. Se que es una propuesta no muy conocida”, mientras los presentes pasaban de corear su nombre a ovacionar al mago de las seis cuerdas Dushan Petrossi.
La velada seguía su curso, y las palabras fueron las siguientes: “Ahora me toca a mí, un tema que grabe y que me gusta mucho” decía la bestia Argentina y tras la arenga presente se asomaban los primeros acordes de “The Rebelion Of Lucifer”, una canción de clima denso, que lleva consigo una interpretación vocal, de esas que mientras escuchás, te sale levantar el puño a la altura del mentón y entonarlas como puedas con cara de soldado listo para salir a dar batalla. De comienzo poderoso, y de transcurso lleno de pasajes variopintos, este tema demuestra el don que tiene Diego Valdez para interpretar.
Estábamos presenciando un show de marco internacional, pero con todos los tips de un show intimo, clásico de un sesión bar. La simpleza nuestro compatriota, te hacía sentir parte de sus afectos. La manera que tiene para comunicarse, hizo del marco algo diferente. Tal es así, que hubo momento de confesiones como comentaba anteriormente y hasta de situaciones divertidas, ya que encontró momento para hacer sentir más que cómodos a “sus nuevos hermanos”, así fue como los catalogó, comentando a quienes estábamos presentes, sobre sus orígenes y por momentos jugando a hacerlos entonar frases lunfardas bien Argentas. Esto último se disfrutó arriba y abajo del escenario, con sonrisas decorando una noche de encuentros especiales.
La velada tomaba recta final y haciendo alusión a los reencuentros y poniendo ficha a los nostálgicos, hacían sonar “Whe Will Meet Again”, una canción que nos habla de esas pérdidas que en algún momento nos va a tocar atravesar, pero que en algún punto, sentimos que lograremos sanar el día que nos elevemos. La gente la cantó junto a la banda, generando un momento de lo más emocionante. Todo concluye al fin y los momentos para divertirse no pueden escapar. La chispa Argentina siempre viva y Diego mostrando la entrega de sus nuevos hermanos, les hacía pronunciar frases al estilo Cordobés.
Quedaba claro que la gente ya estaba completa, repleta, estaba feliz. Los músicos se retiraban del escenario y al volver, la bestia de las voces nos relajaba con una versión a capella de “The Show Must Go On”, no tenía mas que demostrar ni afirmar, a Diego Valdez le sobra talento, y se encuentra a la altura de los mejores del mundo. El final se daría con “Forever In The Dark”, para ovación y despedida de una linda noche, que no dio pie al fracaso, pero que dejó en nuestra tierra la mascara de hierro bien forjada, para volver muy pronto por nuevas aleaciones.
Texto: Diego Villares
Agradecemos a Nicolás Tavella y María Nolte por la acreditación al evento.
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