DELAIN & AMARANTHE en vivo en Argentina: “Juntos a la impar”


Juntos a la Impar

Dispar era mi idea de la velada que se avecinaba en El Teatro de Flores. Se venía un cuasi festi-chicas-cantantes, con dos bandas internacionales. Sí, ya sé, la noche anterior habían sido tres, junto a la finesa TARJA en el Luna. Por esas cosas del destino, me tocó la tercera parada de éste seudo tour que emprendieron AMARANTHE y DELAIN por tierras argentas.

El recinto lógicamente no estaba al máximo de capacidad debido al espectáculo del Luna, pero la verdad, ésa era una de las razones que me inspiraron a ir. Disfrutar bandas sin el apretujamiento habitual es algo que se gana con la edad. Aterricé con dispar interés, ya que AMARANTHE siempre gozó de mi implacable admiración por lo bizarro. Sí, guachín, he bailado en mi living con los ritmos seudo bailables de los suecos. ¿Y? El caso de DELAIN es distinto, me agradan, pero nunca me llamaron mucho la atención. A ninguna de las dos bandas las había visto en vivo.

Pero primero a lo primero, porque llegué justito sobre el pucho para ver a los chicos de ESCAPIST. La propuesta no es difícil de dilucidar. Si te gustan las bandas seudosinfónicas con voces femeninas, con EPICA a la cabeza, la banda te va a gustar. Sonar suenan y cumplen con creces. Buena voz y una banda ajustada que acompaña, aunque dentro de un estilo que ya internacionalmente da signos de agotamiento, y eso lamentablemente, los alcanza.

Y no casualmente cerré el comentario de los ESCAPIST con el tema de la “originalidad”, ése bien tan preciado que escasea en la música tan desesperadamente. AMARANTHE está lejos… no perdón, lejísimos; de ser una banda memorable, pero, ¡carajo cómo me divierten! No descubrieron la pólvora, pero son como la escopeta maquilladora de Homero, no sirve para mucho, pero es mucho más divertido que maquillarse a la antigua. Ya viste bandas con voces agudas, con voces podridas y con voces femeninas. ¿Qué hicieron los suecos? Combinaron las tres juntas. Así suena facilito pero en encima le metieron una catarata de ritmos medio programados, marchosos y hasta les diría bailables. ¿Lo peor de todo? ¡Me encanta! Basta de guerreros sudorosos y espadas filosas machacando dragones, dame a Elyse Ryd moviendo las cachas arriba del parlante. Así arrancó “On the Rocks” con un “nananana” que envidiría Lady Gaga. Si te olvidás de la liturgia metalera, el cuero y las tachas, todo estaba dado para una noche más que divertida. Incluso con el recinto medio vacío, estaba ideal para bailar, je…

Lamentablemente la noche les jugó en contra a AMARANTHE. De arranque la bonita Elyse vino con la garganta averiada, sin poder llegar a casi ninguna nota y carraspeando más de la cuenta. El bajista, sin dudas el más carismático de la banda, tenía la pata enyesada y pasó el show sentadito en una banqueta. Y como si esto fuera poco, a mitad del show se les cortó la luz. Con la garra que le falta a más de una de ésas bandas bien “warrior”, los suecos se dieron cuenta que perdido por perdido, tenían todo por ganar en su primer visita al país. La niña Ryd metió sonrisas a más no poder y dejó lo poco que tenía de voz en cada canción, supliendo con onda y oficio lo que sus cuerdas vocales no podían. Incluso en “Endlessly”, un tema casi para Celine Dion, a sabiendas que no llegaría a ninguna nota, ¿qué hizo? Dejó subir una fan que, oh casualidad tenía una voz de la hostia, para que cante el tema. Igualito que en la película “Rockstar” ¿se acuerdan?

Nils Molin, la voz masculina “limpia”, pone su carita bonita y no mucho más, a sabiendas que es el “nuevo” de la banda; aunque apoyó bastante a Elyse (vocalmente, envidiosos!!!) y sus falencias de la noche. La voz podrida, Henrik Englund, es otra cosa. Ya escuchaste esa voz en IN FLAMES, DARK TRANQUILLITY y todo el espectro de Death Sinfónico; pero acá le mete mucho huevo y encima sale favorecido por estar a “contramano” del sonido “careta” de la banda, además de lograr muy buena comunión con el público.

¿Los temas? Al tener un sonido tan tecno, sufren mucho el paso al vivo, como sucedió en “Digital World” o “Call out my Name”. Movés la patita igual, ojo, y sí, también puede poguearlos, amigo, sin temor a ser acusado de tecno-dancer. A pesar de la simpatía que me generan, no hay que negar que sus discos tienen demasiados efectos, lo cual no está mal pero deberían invertir más tiempo en ver cómo llevar eso al escenario. Quizás con Elyse en buen estado (vocal, físico estamos bien, jejeje), la cosa sea distinta.

En resumen, creo que sorprendieron a propios y extraños, por razones bien distintas. A quiénes no los conocían, le mostraron que un poquito de punchi-punchi no viene tan mal; y a quiénes llegamos con el material escuchado, que en las malas también son capaces de dar un buen show. Espero con ansías una nueva visita.

Con notorio malestar por los efectos del corte de luz sucedido durante AMARANTHE, los técnicos iban y venían para dejar todo listo para DELAIN, cierre de la velada. Los Holandeses están marcados a fuego por dos cosas: el apadrinamiento que les dio Marco Hietala de NIGHTWISH y los onmipresentes y coterráneos EPICA. En lo personal siempre los identifiqué como los hermanitos menores de los liderados por Simone Simmons. “¡Hasta es colorada la cantante!” podría decirse. Pero la realidad es que son más directos, o menos delicados depende cómo lo mires, que EPICA. Lo cual en vivo me resultó un punto muy a favor. Si me permiten el término son más “rockeros”, cuasi gancheros te diría. Llegado el momento pueden aburrir, pero el set no tan largo debido al formato de la noche, ayudó a que no ocurriese.

Mucho más inquieta que sus colegas de género, la cantante Charlote Wessels canta potente, pero no le escapa a la delicadeza, logrando un balance más que interesante en ambas facetas. La banda en sí no dice demasiado, aunque perdón que insista con EPICA, el sonido de guitarra de siete cuerdas al estilo Mark Jansen se nota en la banda. Ojo, me gusta, le da un aire más “grueso” a las canciones y le da una cosa bien pesada a composiciones que quizás podrían quedar muy light.

Quizás con la esperanza que aparezca Alyssa de ARCH ENEMY como en el disco (sí, baba, ¿y?), el arranque con “Hands of Gold” me pegó directo a la mandíbula. Le pegaron seguidito “Go Away” del segundo y consagratorio disco “April Rain”. Y en lo personal fue como que ese arranque les sirvió para tirar el resto del show, un poquito más largo que sus partennaires de gira. Recién hacia lo último, con esa canción tan épica (o EPICA, ¡cuak!) que es “The Gathering” y el cierre ganchero que es “We are the Others” me levantaron algo.

Se terminó la “Lady´s Night”, como diría Kool & the Gang, y mientras me sonaba en el celu un temita de AMARANTHE, hasta me tiré un pasito disco en el semáforo. Dos bandas parecidas, pero algo impares, dos shows sólidos más allá de los percances y la alegría de que dos bandas internacionales se presenten juntas. Que se repita…

Texto: Rodrigo San Miguel

Fotografía: Kari Parodi

Agradecemos a Gaby Sisti vía NWM Productions por la acreditación al evento.

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