Entrevistamos a Mariusz Duda de RIVERSIDE: “Luego de 20 años, finalmente somos: alegría, tristeza, susurros y gritos”


 

Luego de esquivar a la Argentina varias veces en distintas visitas a Sudamérica, los polacos finalmente visitarán nuestro país llenando el casillero final para fans de ANATHEMA, OPETH, STEVEN WILSON o incluso bandas como CALIGULA´S HORSE o HAKEN. Lo cierto es que los liderados por Mariusz Duda vienen a presentar “ID.Entity” un disco con melodías accesibles y un clima más luminoso que sus anteriores, pero que incluye una despiadada e irónica crítica al sistema que vivimos.

 

– A veces cuando el nombre de una banda me genera curiosidad me gusta preguntar por el origen del mismo ¿Cómo llegaron a llamarse de esa manera? Es un nombre que se relaciona mucho con la naturaleza…

– Nos gustaba esta cosa del río y de alguna manera estaba conectado con el tipo de música que queríamos tocar. En los primeros encuentros para ver si armábamos formalmente la banda, solo era un nombre transitorio con el objetivo de identificarnos hasta encontrar algo más original, pero…así quedó. Luego ya era muy tarde para cambiarlo. Lo loco es que, con el tiempo, encontré en él algo que me ayudó a mejorar nuestra música. Un río cambia permanentemente; uno nunca se mete en el mismo río dos veces (Ndr: está citando el aforismo del filosófo griego Heráclito que afirma que lo único constante es el cambio).  Sé que dijimos lo contrario en un disco, sabiendo que no es verdad (Ndr: hace alusión a la canción “The Same River” del disco “Out of Myself” del 2003), pero desde mi perspectiva era mi segunda vez, porque yo había tenido una banda de rock progresivo y tocado este tipo de música. Por eso para mí era el mismo río.

– ¿Cómo ves entonces la relación con la historia de la banda? 

– Creo que elegir ese nombre terminó por generar que cada disco nuestro sea diferente. Si mirás nuestra discografía, los primeros tres discos (Ndr: se refiere a “Out of Myself” del 2004, “Second Life Syndrome” del 2005 y “Rapid Eye Movement” del 2007) estaban relacionados porque eran parte de una trilogía, pero el resto son difíciles de seguir para muchos de nuestros fans (risas). Muchos con el cuarto disco (Ndr. “Anno Domini High Definition” del 2009) dijeron “Ok, fue un placer conocerlos, ¡pero hasta acá llegué”, pero al mismo tiempo otros dijeron “¡Oh… que buena banda, este es el mejor disco!”. Y eso sucedió con “Eye of the Soundscape” (Ndr. recopilatorio de 2016) y también con “Love, Fear and the Time Machine” (2015) y así con cada nuevo disco. Siempre hay alguien que encuentra algo nuevo o algo que ya no le gusta. Ahora sucede con “ID.Entity”. Muchos están diciendo “finalmente algo positivo, sin llanto, sin duelo, más alegre” al tiempo que otros dicen “Oh no, esto no es para mí, esto suena a música disco. Gracias RIVERSIDE. Hasta nunca” (risas). Un río cambia todo el tiempo y nosotros queríamos algo relacionado con los cambios. Así somos, le pese a quien le pese (risas). 

– Ahora que hablás de los cambios y mencionás que “ID.Entity” es más alegre, sin llantos ni nada similar. ¿Estás seguro de eso? Porque lo que siento con este último trabajo es que es menos opresivo desde lo musical, pero, al mismo tiempo, irónico desde lo lírico, con una temática con mucha densidad conceptual que crítica a la sociedad contemporánea ¿Fue algo intencional?

– Dijiste algo muy importante. Estas letras son un tanto sarcásticas y lo mismo sucede con la música en algunos momentos. Si no fuera por lo que dice la letra de la canción, jamás hubiésemos grabado una canción como “Friend or Foe” usando esa onda ochentosa. La canción, justamente, habla de las personas que simulan ser alguien, que se preocupan por imitar lo que está de moda en vez de ser lo que realmente quieren. Si hubiésemos tocado al principio, sonidos puramente de RIVERSIDE, esas letras no tenían sentido ni significado, porque el clima estaría muy lejos de lo que dice la canción. Por eso tuvimos que “simular” ser alguien diferente, aunque sea por un ratito, y decidimos acudir a esos sonidos que no suelen ser parte de nuestra música con el objetivo de generar un clima irónico, tanto desde lo lírico como desde lo musical. Por ejemplo, en “Self Aware” también hay una onda ochentosa, pero más del lado de “Signals” de RUSH (Ndr. Noveno disco de los canadienses lanzado en 1982). Esos elementos son alegres o positivos desde un punto de vista musical, pero si lees las letras la idea es otra. Como decís vos, hay una crítica concreta al mundo en que vivimos.

– ¿En qué consiste esa crítica?

– Fundamentalmente es una crítica a la identidad de la sociedad moderna. Creo que nuestra identidad está siendo stalkeada (Ndr: anglicismo que viene de Stalk que significa acechar) en las redes sociales y nos estamos convirtiendo en seres humanos permanentemente sentados frente a la computadora odiándonos unos a los otros, paralizados en la multitud, en medio de una sociedad polarizada usada por políticos. Quise tomar una foto de la sociedad en que vivimos y escribir letras mucho más directas, sin tantas metáforas, para relatar lo que sucede hoy en día y que le llegue a cualquier persona. Quise probar algo distinto, utilizando algunas palabras que hagan para la oreja y prestarle atención a las canciones, aunque tengas la música en segundo plano, la cual creo, es la manera en que la mayoría de la gente escucha música hoy en día. Por ejemplo, si digo “Otro filósofo pop te dice cómo tenés que vivir” (NdR: traducción de la canción “The place where I Belong””) es una frase que te hace dejar lo que estás haciendo y escuchar atentamente porque te interpela mucho más personalmente que una frase como “El sol oscuro se esconde detrás de las nubes de nuestra personalidad” que está buenísima, pero es mucho más difícil de comprender.

Por eso quise, también, mostrar en la tapa muchos colores diferentes, que representan la variedad musical del disco. Es más, la tapa también sigue la línea de pensamiento que te estoy contando. Si uno presta atención, el protagonista no es alguien feliz, se trata de un hombre fragmentado que probablemente sufre, que ni siquiera puede mirarte. Tiene su cabeza mirando hacia abajo, es tímido, quizás está asustado, pero no lo sabemos. Eso es duro y no sabemos qué le pasa, qué hay detrás. Es una manera de contar el sufrimiento que tienen las personas en esta época que vivimos.

– Esta sociedad hiper mediática y super conectada tuvo un pico hace un par de años atrás con la pandemia, forzándonos a una vida detrás de las pantallas. ¿Cuál es tu reflexión de eso? ¿De qué manera afectó a la banda y la grabación de este disco?

– Para mí, la pandemia y todo el asunto del aislamiento fue una bendición. Para ser honesto, me permitió parar y concentrarme en mis propios sentimientos y eso fue muy importante. Realmente estaba contento de haber podido parar un poco con RIVERSIDE porque, creeme, hacer esto durante 20 años fue muy difícil. No se trata solamente de componer, sino también de planificar, de tener que adelantarse a las cosas, pensar cuándo hay que ir al estudio, cuándo empezar un show, una gira, cómo promocionar un álbum y mil cosas más. Es estar todo el tiempo en movimiento y estaba realmente muy cansado de todo eso.

Entonces, cuando anunciaron el aislamiento, fue como “ok chicos, tomémonos un descanso”. Durante ese descanso me enfoqué mucho en mi proyecto solista de música electrónica y en el último trabajo de LUNATIC SOUL, pero tras dos años de estar en ese estado de tranquilidad comencé a extrañar la música de RIVERSIDE. Tal vez, debido a esos años tan llenos de oscuridad, quise crear algo mucho más colorido a pesar de que las letras son críticas a este momento en que vivimos. A pesar de que suene un poco terrorífico, fue un buen momento para mí, porque de otra manera no creo que hubiese podido parar. Como te dije hace un rato, fue algo necesario para la banda porque, de alguna manera, pudimos renovar nuestro sonido.

– Me parece que hay canciones que tienen que ver con esto que decís como, por ejemplo, “Big Tech Brother” donde hablás de una sociedad de control y, de alguna manera, mencionás la idea de autoconciencia como la forma de escapar de lo que plantea el sistema ¿Cómo encarás vos ese proceso?

– ¡Lean algunos libros, viejo! (risas). Para ser consciente hay que saber/poder adaptarse a los cambios. Hay que entender que ya no vivimos en los ’80 o los ’90, más allá de que puedas amar la música de esos períodos. El mundo cambió. Hoy en día, no podés decir “Oh, no entiendo a las nuevas generaciones” (con voz de viejo gruñón). Esas generaciones son la base de lo que sucede hoy en día. Simplemente hay saber seguirlas y entender lo que está sucediendo. Entender que toda esta “cultura de la cancelación” de diferentes tipos de personas viene de algo, no se generó de la nada. La cultura está cambiando. Podrás no aceptarlo, pero no podés negar el hecho de que el mundo cambió. Podrás estar de acuerdo, o no, no es mi problema, pero hay cosas que no se pueden seguir haciendo de la misma manera. Hablando de música, hoy en día no podés simplemente basarte en la venta de productos físicos, tenés que encontrar un lugar en los servicios de streaming, aunque los detestes. Entonces, mi mensaje es que hay que saber adaptarse. Eso no implica que debas hacer exactamente lo que las grandes corporaciones esperan de vos, pero sí, al menos, entender el lenguaje de tu enemigo, estar actualizado, tener la mente fresca y al día. Eso implica leer información sobre lo que sucede hoy en el mundo.

– Vos mismo en esa canción mencionás tres libros: “Un mundo feliz (Aldous Huxley, 1932), “Mass Control: engeneering human consciousness” (Jim Keith, 2003) y “1984” (George Orwell, 1950). Sin embargo, también decimos que el mundo cambio ¿Podemos asumir que ese cambio ya había sido escrito y anticipado? 

– Bueno, es como un círculo vicioso de todo. Podemos revisar lo que pasó en la historia hace cien años entre dos mundos y muchas cosas serán similares hoy. El lado más radical, la izquierda, pide a gritos más derechos para ciertas minorías y mucha gente está de acuerdo y lo apoya. Al mismo tiempo que el lado más conservador, la derecha, a veces conectada de alguna manera con los nazis, crece y se hace más y más fuerte. Entonces siempre están esas dos fuerzas y vivimos la misma polarización. Es muy loco, pero hoy, las generaciones más jóvenes, la de mi hija, por ejemplo, van más por la senda de ser y sentirse iguales y, de alguna manera, es cierto y está bien para mucha gente.

Para mi generación en cambio, el lugar del rebelde era ser ateo, anti-religión. Por ejemplo, el metal y toda la cuestión relacionada a “SATAAAAN” y “SLAAAAYER” (pone voz podrida y hace cuernos con ambas manos) fueron por algo, no era al azar. Hoy en día, la rebeldía viene de la mano de la sexualidad y todas esas cosas relacionadas con los LG…BQ..T. No sé ni siquiera qué significan esas letras, pero está bien y he llegado a pensar que eso es para todo el mundo. Sin embargo, también hay un sector radical de las generaciones más jóvenes que, probablemente, estén siguiendo los pasos de sus padres y sienten que eso no está permitido. Ahí está el loop, se repite era tras era, todo el tiempo, pero con temas diferentes; como una espiral. Aun si sos consciente, no se trata solo de la cabeza, sino de cómo se siente la gente. Siempre hay un grupo de gente que quiere seguir a la élite, a alguien inteligente que logró algo y tuvo éxito, pero no podés confiar en ellas porque están relacionadas con algo malo. Siempre la corrupción y cosas como la masonería, por ejemplo, están sobre la mesa. Al mismo tiempo la gente ya no puede hablarse y entenderse. Todo se trata de gritarle al otro e imponer un pensamiento, sin siquiera intentar escuchar lo que el otro tiene para decir. Es como esperar a que el otro termine de hablar para tener nuestro turno de gritarle de vuelta.

– Hay varios conceptos filosóficos y sociológicos en el disco como Sociedad de Control, Post Verdad, Identidad, Hiper conectividad o Saturación Mediática ¿Cuáles fueron tus influencias a la hora de escribir las letras? ¿Trabajaste con referencias sociológicas contemporáneas?

– Sí. Tuve oportunidad de leer algunos libros acerca de la sociedad moderna. Y, si yo pude hacerlo, entonces ustedes también pueden. Háganlo. Está buenísimo leer novelas de autores como Cormac Maccarthy (Premio Pullitzer por “La Carretera”), pero también hay ciertos libros de ciencia y filosofía que deberían intentar leer. Hay algunos autores polacos en los que me he basado y también leí bastante acerca de lo que se llama “la sociedad solitaria”, el hecho de que la gente, no solo por cuestiones políticas sino también sociológicas, se siente muy sola; mucho más que nunca. Si tuviese que recomendar algo sería “El Siglo de la Soledad” de Noreena Hertz, ese fue uno de los libros que marqué y subrayé con lápiz a medida que lo leía. Muy interesante.

– Llevan casi un año girando y promocionando “ID.Entity” ¿Cómo se sienten al tocar la música de “ID.Entity” sobre el escenario? Leí que para este disco trabajaron por primera vez como una banda y que no se trata de un nuevo álbum donde vos componés y la banda graba las canciones. Teniendo en cuenta este proceso ¿Se siente distinto tocar en vivo?

– Mi idea inicial fue la de componer en grupo, sí. ¿Sucedió? Casi (risas). Desafortunadamente compuse la mayoría de la música nuevamente, solo que esta vez lo hice junto con los chicos en la sala de ensayo. Así que, en esta ocasión, arreglamos muchas de las canciones juntos y eso nos permitió lograr esa energía tan particular durante la grabación del disco. Consecuentemente, el material de este álbum logró que los shows fueran también más enérgicos. ¡Siempre jodo diciendo que esta vez RIVERSIDE está listo para participar de los festivales durante el día! Ahora sí podemos tocar tanto a las dos de la mañana como a las tres de la tarde, no hay problema. Gracias a “ID.Entity” pudimos hacerlo y ya no necesitamos que la oscuridad nos rodee. Es más, ahora podés escuchar RIVERSIDE a la mañana cuando recién te levantaste (risas), creo que esa es la principal diferencia.

– A lo largo de la nota hablaste mucho del tema de la identidad, el título del disco refiere a eso y vos tomaste el ejemplo del río para dar cuenta de que la banda siempre cambia. Muchos ubican a RIVERSIDE dentro del rock progresivo pero, incluso vos, en algún momento dijiste que la mejor categoría para definirte era “rock melancólico” ¿Cómo te definirías hoy en día? ¿Cuál es la “ID.Entidad” de RIVERSIDE?

– En el comienzo, cuando empezamos con RIVERSIDE, recuerdo que alguien me hizo una pregunta similar, acerca de la identidad de la banda, quienes éramos. Contesté que RIVERSIDE era una combinación de alegría, tristeza, susurros y gritos. Esos elementos estuvieron siempre en nuestra música. Sin embargo, siempre hubo un problema con una de ellas: la alegría (risas). Hoy, gracias a “ID.Entity”, creo que finalmente logré concretar el plan de aquel entonces. Hay letras que se quedaron del lado melancólico y sombrío del río pero, en términos musicales, creo que las canciones están mucho más arriba, con una onda más positiva, del lado soleado del río. No quiere decir que son alegres, pero sí, al menos, motivantes. Entonces, aquella alegría con la cual siempre tuve problemas, hoy tiene un lugar y un significado, como por ejemplo en “Friend or Foe” o “Self Aware”. Así es que, gracias a este disco, todos esos elementos finalmente encontraron su lugar y RIVERSIDE finalmente es: alegría, tristeza, susurros y gritos. Luego de 20 años, por fin tengo los “cuatro elementos” de RIVERSIDE en un mismo lugar.

– ¿Qué pensás cuando ubican a la banda dentro del heavy metal? Para esta primera visita a Argentina los trae una productora que produce show de heavy metal y nosotros somos un medio que se dedica a eso. 

– Es maravilloso, y sigo pensando ¿posta? ¿en serio? Solo soy un tipo tímido con una banda de rock. No estoy seguro que tenga algo que ver con todo esto de la comunidad metalera.

– Quieras o no estás relacionado a esta comunidad. A pesar de que últimamente se han movido a un sonido más tranquilo, hubo momentos donde la banda estuvo muy cercana al metal progresivo

– Si eso es cierto. Pero en mi opinión todo ha cambiado ya hace bastante tiempo. La gente hoy en día está mucho más abierta y el hecho de escuchar heavy no significa que solo escuches guitarras distorsionadas. Por ejemplo, el nuevo disco de CHELSEA WOLFE también es heavy metal. Esa es la cuestión. Para mi RIVERSIDE siempre ha sido más como… saltar en la pradera (mientras hace gestos de estar bailando y sonriendo) más que visitar el reino del infierno.

– Hay un montón de bandas como OPETH, por ejemplo, que han cambiado radicalmente su sonido, hoy están haciendo rock progresivo de los 70s, y está todo bien.

– Es cierto, aunque pasaron dos décadas haciendo growling así que no importa lo que hagan ahora, siempre serán el OPETH de “Morningrise” para mucha gente. Así que, perdón Mikael, pero esa es la realidad (risas). Tal vez a nosotros nos pase algo así también. 

– Muchas gracias Mariusz por tu tiempo. Estarán visitando Argentina en unas semanas por primera vez, asi que te dejo este espacio para que dediques las últimas palabras a tus fans.

– Estamos realmente ansiosos por visitar Argentina por primera vez. No puedo decir otra cosa más que gracias por todo el apoyo que se que nos han brindado durante todo este tiempo. Espero poder conectar con nuestros seguidores allí, y cumplir sus expectativas. Mejor tarde que nunca, dicen ¿no?

Nota: Estanislao Aimar y Carlos noro
Traducción: Estanislao Aimar
Fotos: Prensa Oficial
Agradecemos a Marcela Scorca de Icarus Music  por la gestión de la entrevista.

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