Fecha: Miércoles 12 de marzo, 2025 | Hora: 19 hs. | Lugar: Teatro Flores | Bandas invitadas: NIHIL
El miércoles 12 de marzo marcó el esperado regreso de la banda italiana LACUNA COIL a la Argentina. El show, que tuvo lugar en el Teatro Flores, se dio en el marco del lanzamiento de su último disco, que fue muy bien recibido por la crítica y los fans, inclusive nosotros dimos nuestra opinión al respecto (acá). Esta presentación, también fue especial por ser la primera vez que la banda iniciaba su gira sudamericana en Argentina. A pesar del cielo gris y el clima plomizo, que casualmente reforzaban la atmósfera gótica característica de la banda, la energía y la expectativa entre los fans que se congregaron en el lugar era muy notoria. Recordemos que la última visita de LACUNA COIL a la Argentina había sido un mes antes de que comenzara el encierro en el 2020 y sorprendió mucho ver la fila de la gente doblando la calle Pergamino e inclusive la paralela a Rivadavia, Coronel Ramón Falcón. Los fanáticos, algunos de los cuales habían viajado desde diferentes partes del país según pude ver en la fanpage nacional de la banda, estaban ansiosos por ver a Cristina Scabbia y Andrea Ferro, los carismáticos vocalistas de la banda, en acción y con nuevas canciones en vivo.
Para la ocasión, solo una banda sería la invitada para preparar el escenario, y fueron los chicos de NIHIL. NIHIL es una banda de Capital Federal que centra sus canciones en un excelente blend de metal alternativo, metalcore y nu metal, liderados por Belén “Abel” Pedemonte, con una enérgica presencia en el escenario y una voz que puede pasar de melosa a visceral en cuestión de segundos y se hicieron sentir de una forma muy agradable. La banda, que se completa con Lucas Martínez (bajo), Lucas López y Diego Russo (guitarras) y Martin Rosende (batería), tuvo un fugaz paso por el escenario de Flores, tocando seis canciones de su propia autoría: Euforia, Not enough, Niebla, Fear, las inéditas, Reflejos y Disturbia, para luego cerrar con una interesante interpretación de One step closer de LINKIN PARK, no sin sobreponerse a algunos inconvenientes técnicos que se presentaron a lo largo de su listado de canciones. La espera entre el fin del set de NIHIL y el inicio del show de la banda principal se hizo un poco pesado, pero por suerte había un lindo ambiente entre la gente y los demás colegas de prensa, que alivianar un poco este tiempo muerto.
A las 21 hs clavadas, se abrió el enorme telón del teatro Flores y tras un bajón de las luces, cuál inicio inminente de una obra teatral, seguido de un juego de luces, uno a uno aparecieron los protagonistas de la noche con los looks que muestran en las fotos promocionales del nuevo disco: el baterista Richard Meiz, el bajista Marco Zelati, el guitarrista Daniele Salomone y los dos vocalistas en simultáneo, Andrea Ferro y Cristina Scabbia, ella en un atuendo un poco más cómodo y adaptado a una performance en vivo. Layers of time y Reckless, el dúo de canciones de su anterior disco Black Anima, fueron las elegidas para dar inicio al show con una energía tremenda y aura de grandeza. Tras una breve interacción con el eufórico público, Cristina presentó la siguiente canción, Hosting the shadow, perteneciente a su reciente placa, con el deseo de poder tener en vivo a Randy Blythe (invitado en la versión de estudio de la canción). Una de las cosas más destacables, del show en general, fue la impresionante química que se daba, no solo entre los miembros de la banda, sino también con el público. La gente coreaba el nombre de la vocalista tal como si estuviera en la tribuna de un estadio de fútbol, antes de Trip the darkness y luego, de forma similar, con Andrea Ferro antes de In the mean time, haciéndolo bailar y divertirse. Inclusive, en algún momento del show, entre canciones, la gente del público le solicitó a Cristina Scabbia que dejará de lado el inglés para comenzar a interactuar en italiano. Los músicos, entre sorprendidos y entusiasmados, se volvieron locos ante este insólito pedido, y se dieron el lujo de firmar (todos), un disco que les fue alcanzado por alguien del público antes de arrancar una canción, marcando la comodidad que sentían en nuestro país. La lista de temas tuvo, en su mayoría, canciones de su último disco como I wish you were dead con su debut en vivo u Oxygen, con una previa tragicómica donde la líder de la banda comentó anécdotas de la grabación del videoclip, para reforzar el mensaje de la lucha por salir de un mal momento. Sin embargo, no faltaron los grandes hits de los italianos, como el tremendo cover de DEPECHE MODE, Enjoy the silence, Heaven’s a lie, Our truth, Tight Rope o Veneficium, cerrando el setlist “regular”.
Los bises trajeron un poderoso reinicio con la tremenda Never dawn (mi favorita del último disco), el debut en vivo de Gravity, también perteneciente a Sleepless Empire, y la reversión del Comalies XX de Swamped, con una atmósfera un tanto más densa que su versión original, y seguida de un refrán acapella de Senzafine, a pedido de alguien del público. Tras un fuerte de perseverancia y fortaleza, y la promesa de un pronto retorno de parte de Cristina Scabbia, la banda se lanzó al hit Nothing stands in our way con la gente coreando con lo que le quedaba de energía, y reafirmando la frase “we fear nothing” a pedido de Cristina y como lema del fandom de la banda.
Una crítica que se podría hacer, y que abarca a ambas bandas que se presentaron en el escenario de Avenida Rivadavia, es el sonido. Lamentablemente, no estuvo a la altura y opacó, en muchos momentos, el verdadero despliegue sonoro y las texturas que ofrecían ambas bandas. Por ejemplo, las guitarras, salvando algún que otro solo de la banda italiana, estuvieron muy apagadas a lo largo de toda la noche y, por lo menos en el reciente disco de ellos, son fundamentales para ese plus sónico que imprimen desde el Black Anima. Sin embargo, para los fans ansiosos, el show de LACUNA COIL en el Teatro Flores fue sin dudas una noche inolvidable tanto para ellos como para la banda, tal como lo habíamos predicho, en la charla previa al lanzamiento del disco que tuvimos con Andrea Ferro. La energía, la pasión y la conexión entre el público y los músicos fueron evidentes a lo largo de toda la presentación, con esos intercambios que ya mencionamos, y creo que ayudan a consolidar aún más el vínculo entre la banda italiana y su público argentino. Souvenirs, como las baquetas de la batería, palillos, púas, y firmas varias, una vez finalizado el show, dieron sobrada cuenta de ello.