Fecha: Sábado 11 de mayo de 2024 | Lugar: El Teatrito | Ciudad: C.A.B.A. | Hora: 20 hs. | Bandas invitadas: METAL CRUCIFIER & ARPEGHY
Los cambios son parte de la vida y en el arte, y estos mismos cambios, terminan formando la identidad de aquello inmerso en este mundo tan único y sin techo. El mundo de la música no ajeno a esto y se nutre de la misma forma que cualquier otra expresión, haciendo que siempre exista algo más por alcanzar. Estos cambios, muchas veces, funcionan como excusa para que los proyectos sigan hacia adelante, tomándolos como un desafío y casi una cuestión de vida o muerte en algunos casos, en donde los artistas hacen todo lo posible por mantener con vida la obra construida hasta el momento.
RHAPSODY OF FIRE no es la excepción a la regla; más aún sabiendo que es una banda que supo marcar a fuerza de buenas canciones su propio estilo, captando la atención dentro de lo ya establecido en tiempo y espacio hasta ese momento y que supo construir una cofradía de fans alrededor del mundo, que los ha acompañado a pesar de los obstáculos. Y si de obstáculos hablamos, esta banda no podría haberse topado con uno más grande que el cambio de nombre (2006) y la ruptura de la dupla creativa original Turilli-Staropoli (2011). Lo cierto es que hay algo que debe decirse y es que, más allá de todo lo anteriormente mencionado, la célula creativa continúa viva bajo el nombre de su miembro fundador Alex Staropoli, quien aún sigue timoneando este barco y girando por todo el mundo (ver entrevista a Alex ACÁ).
Dentro del marco de la gira Glory For Enchanted Lands Latin American Tour, la banda visitó nuestro país el pasado mayo por cuarta vez (con este nombre). Al día de hoy, forman de la siguiente manera: Alex Staropoli (teclados), Giacomo Voli (voces), Roberto de Micheli (guitarra), Paolo Marchesich (batería) y Dan Arisi (bajo), este último, incorporado para este tour latinoamericano. Hay que reconocer que más allá de haberse sabido ganar fans alrededor del mundo, la ausencia de Lione y Turilli en la formación hacen ruido y presta al mundo de la opinión negativa, motivo por el cual en los días previos se podían escuchar especulaciones respecto a la convocatoria y calidad del evento.
Lo cierto es que esas bocas quedaron completamente tapadas, ya que, la velada del 11 de mayo en El Teatrito, se encontró desbordada en convocatoria; algo sorprendente, y no tanto, porque la propia banda se encargó de publicar el setlist oficialmente en sus canales de difusión para generar ansiedad y entusiasmo hasta en sus seguidores más dubitativos. Ese mismo setlist fue, a su vez, disparador de un tendal de críticas, respecto a la cantidad de canciones del pasado que se ejecutarán esa noche, coherencia aparte, la banda tiene más pasado que presente discográfico por lo que es obvio o casi previsible, teniendo en cuenta que también se trata de un negocio, como sería organizada la cuestión.
Pasadas las 21:30 hs, se comenzaba a escuchar la imponente voz de Christopher Lee, volviendo el ambiente oscuro y expectante, metiéndonos en el comienzo de The Dark Secret mientras los músicos tomaban sus posiciones para luego explotar con Unholy Warcry; gran comienzo, con la oscuridad y la épica necesarias para levantar a cualquiera, logrando que el público coree la melodía principal hasta el cansancio. El doble bombo ultra veloz y sumamente perfecto de Paolo Marchesich se volvió hipnótico y, si bien la ausencia de Fabio Lione se pudo sentir a priori, Giacomo Voli se fue encargando, paso a paso, con talento extremo y soltura en su interpretación, de desterrar ese vestigio.
En este mismo sentido, fue una gran estrategia la de colocar pegada una canción como I’ll Be your Hero otorgándole poder de frontman a Giacomo sacándonos esos vestigios del pasado vocal, para meternos en las nuevas interpretaciones, en el presente de la agrupación. Chains of destiny continuó con esta idea de desarraigo, movilizando a un público al que poco le importaba quién o quiénes era los ejecutores, sino que simplemente estaban dedicados a disfrutar ya de las canciones, haciendo pogo en donde no cabía y cantando al mismo tiempo melodías imposibles.
The March of the Swordmaster, casi como una intrusa, apareció para aumentar el coreo de un público, al momento, desbordado de felicidad. Este fue otro punto a favor de Giacomo quien cumplió con creces al entonar esas frases raspadas que devienen en melodías épicas, al mismo tiempo que lograba saltar como un atleta. Continuando con la idea de mostrarse muy centrados y en equilibrio dentro del presente de RHAPSODY OF FIRE nos metieron, por un buen rato, dentro de The Eigth Mountain aquel disco editado en 2019, con tres canciones casi pegadas, la gloriosa The Legend Goes On, la épica March Against The Tyrant, de nada más y nada menos que nueve minutos de duración, durante los cuales vivimos un tour vibrante de sensaciones, climas y momentos que nos llevaron fuera y más allá del recinto; una demostración de talento y precisión. El trío se cerró, antecedida por Challenge the Wind, con Rain of Fury, una canción que contiene todas las características de los italianos casi como un .zip de conceptos bien colocados.
De cara al final y casi como un romanticismo inevitable, decidieron ir hacia atrás, eligiendo como puntapié para comenzar a despedirse, una gran balada, cuya carga sentimental fue mayor por haber sido grabada originalmente con la participación de Cristopher Lee quien, en este caso, acompañó desde arriba a un Giacomo Voli que ya había demostrado que no le quedaba grande este zapato y que era capaz de transmitir propiamente la calidez emotiva de este caso.
Reing of Terror fue una sorpresa, casi como una perla perteneciente al último disco con el trío Turilli-Staropoli-Lione juntos, The Frozen Tears of angels de 2010, interesante trabajo aquí, así como en el resto del show por parte de Roberto de Micheli, preciso y algo sucio a la vez, en una combinación atractiva para ver en vivo. Para el final definitivo, tres clásicos fueron elegidos, uno mejor que otro y por consiguiente, interpretados a la altura. Estamos hablando de canciones impresas de espadas y dragones, de estribillos grabados desde la primera escucha en todos los que nos encontrábamos presentes, una despedida mucho más que digna y con honor, bien elegida.
The Wisdom Of The Kings, Lands Of Immortals y Esmerald Sword, fueron el cierre de un set ambicioso, reivindicando un nombre que tiene pasado, presente y un futuro que se avecina para estar a la altura, sin destruir lo anteriormente construido y que, seguramente, nos tendrá expectantes de conocer nuevas historias.
No tenemos que olvidarnos del comienzo…
Dos bandas fueron las encargadas de comenzar la velada METAL CRUCIFIER oriundos de Lima (Perú), banda que pudimos disfrutar en otras oportunidades y que goza de un excelente presente, activos y sonando cada vez mejor, y aunque practique un estilo completamente distinto a la orientación musical que convocó en este caso, estuvieron una vez más muy acertados en su interpretación y siempre firmes en su estandarte, demostrando seguridad y presencia arriba del escenario.
Los ARPEGHY estuvieron también presentes en esta ocasión. Imponente agrupación que ha sabido sobre ponerse a los cambios de formación, manteniéndose viva, creativa y prolifera a pesar de las adversidades. Bien elegida estilísticamente hablando, y un placer verlos realizar su trabajo, de forma profesional y bien manejada. Son sin duda un ejemplo a seguir por las bandas de la escena Argentina.